Raquel Serrano. Madrid | 07/03/2018 14:53
Las enfermedades cardiovasculares en mujeres tienen connotaciones diferentes a las que aparecen en hombres, pero no por ello dejan de revestir gravedad. Además, a los factores de riesgo convencionales, como puede ser la diabetes, en ellas, se suman elementos de riesgo específico de ellas como son la menopausia y el embarazo. En el caso de la diabetes, por ejemplo, se calcula que el hecho de ser mujer y diabética puede aumentar hasta en diez veces la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular. Sin embargo, los profesionales reconocen que la mujer está peor tratada, en términos generales.
"Desconocemos los determinantes últimos, pero las publicaciones internacionales, e incluso la realidad, indican que se trata peor a las mujeres: acuden más tarde y en menos ocasiones en caso de presentar patología cardiaca o cardiovascular, se les pautan menos hipolipemiantes y antiagregantes, lo que se traduce en peor pronóstico que los hombres. Los clínicos debemos cambiar esa realidad. Tampoco hay que olvidar factores socioeducativos que hacen que las mujeres se cuiden menos en beneficio de otras personas de su familia. Ellas son cuidadoras", ha indicado Esteban Jódar, jefe del Departamento de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Quirón Salud Pozuelo, Ruber Juab Bravo y San José, todos en Madrid, que mañana participará en unas jornadas sobre Cardio-Diabetes y mujer, que se celebran mañana en Madrid y que se retransmitirá por streaming a médicos de toda España.
Aumento el infarto en mujeres
A los factores sociales que repercuten en el abordaje y tratamiento cardiovascular de las mujeres se suma el hecho de que la mujer tiene más vulnerabilidad vascular. "Biológicamente, las arterias de las mujeres son más frágiles que las del hombre. La mujer tiene también más propensión a la inflamación crónica, fenómeno que se encuentra en la base de muchas enfermedades", señala Almudena Castro, responsable del Grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Cardiología y jefa de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital La Paz, de Madrid, quién aclara que, de hecho, "el ictus es la primera causa de muerte en la mujer y que un 30 por ciento de mujeres de entre 40-50 años de las que están en rehabilitación cardíaca en su hospital han sufrido un infarto".
- Hasta un 30 por ciento de mujeres entre 40-50 años se está rehabilitando de un infarto
Otras de las cifras que maneja esta experta ponen de manifiesto que las mujeres se adhieren menos a los tratamientos, ya que entre "el 30-40 por ciento de las mujeres abandona la rehabilitación cardiaca, tal vez por la responsabilidad social que pesa sobre ellas".
Farolillo encendido de alerta
Menopausia y embarazo elevan el riesgo cardiovascular en la mujer. Durante el climaterio, se pierde la capacidad protectora de los estrógenos y se realiza poco ejericicio, entre otros factores, y no se incorporan medidas beneficiosas. En el embarazo, la diabetes gestacional es señal de alarma, "un farolillo rojo que pone en antecedentes del potencial riesgo posterior", subraya Castro.
Los datos de Jódar indican que el 50 por ciento de las mujeres que han padecido diabetes gestacional desarrolla en el futuro diabetes tipo 2, lo que implica que es necesario reclasificar a estas mujeres y no olvidarse de ellas, ni que ellas mismas tampoco se olviden, después de dar a luz. Este apartado es un reto para la sociedad de Endocrinología, pero también debe serlo para los médicos de primaria.
- La diabetes gestacional es un marcador de riesgo de patología cardiovascular
Probablemente, sencillas medidas de cambio de hábitos, de alimentación, de ejercicio físico, podrían reducir ese 50 por ciento. Lo que está claro, según, Castro es que "la diabetes gestacional es un marcador de riesgo de patología cardiovascular y, por tanto, de ictus o de infarto".
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