Médico chileno patenta terapia contra la artrosis que desarrolló en la Clínica Mayo
Un nuevo tratamiento que disminuye el desgaste de las articulaciones en la rodilla podría garantizar la recuperación absoluta de pacientes con artrosis. Así lo explica el doctor Rodrigo Mardones, uno de los autores de la nueva innovación patentada en EE.UU., lo que lo transformó en el primer chileno en obtener una patente otorgada por la Clínica Mayo.
¿En qué consistió la innovación por la cual obtuvo esta patente?
Se llama “constructo osteocondral para reparación de lesiones de cartílago” y consiste en el desarrollo de una forma distinta de ver un problema que aún no tiene solución definitiva, que es el daño del cartílago, la membrana que cubre las articulaciones y que permite que estas funcionen durante la vida. Cuando este cartílago se daña, se produce un desgaste en las articulaciones que termina en una artrosis. Durante muchos años los tratamientos para corregirlo consistían en reparar la articulación a partir de la creación de un nuevo pedazo de cartílago, pero siempre fallaron porque el hueso que lo recibía continuaba dañado, por lo que este nuevo segmento se dañaba también y en corto plazo no funcionaba. Sin embargo, lo que planteamos junto a la Clínica Mayo es un tratamiento en el que el hueso y el cartílago son reemplazados por una sola estructura creada en laboratorio, donde el segmento óseo es constituido por un tejido sintético que después se rellena con hueso, y la parte de cartílago es generada en base a un tejido que tiene células madre y que permite que crezca cartílago en el segmento.
¿Qué pacientes podrían acceder a esta innovación?
Mientras más actividad o traumatismo tenga una persona, más daño en el cartílago habrá, por eso todas las personas jóvenes y activas que tengan alguna lesión en el cartílago podrían ser potenciales usuarios de esta tecnología, como también las personas mayores con daños más grandes.
El cartílago es una estructura que se va desgastando con los años. Considerando esto, ¿sería probable que esta prótesis también desarrollara desgaste?
Esta prótesis biológica genera un desgaste igual que el cartílago, pero el tejido que se desarrolla es muy parecido al original, por lo tanto si una persona de 30 años se somete a este tratamiento, eventualmente podría tener un desgaste, pero este va a ser infinitamente menor o más cercano a lo normal que el desgaste que tenía antes del tratamiento. A los 60 años puede que necesite reemplazar parte de ese cartílago de nuevo, pero no a los 30.
¿Esto podría generar la recuperación completa del paciente?
Absolutamente. Se saca el segmento dañado y en su lugar se coloca la estructura. Esta reemplaza el daño y genera un cartílago de las características que nosotros definimos, muy similar al cartílago normal, generando la recuperación de ese daño.
¿Cómo se relaciona este tratamiento con el uso de células madre?
Primero, porque el constructo utilizado es parte de un tejido al que se le incorporan células madre del paciente para generar el crecimiento del cartílago. Segundo, porque incluimos el uso de células madre en el constructo óseo y condral e incluso en la articulación, por lo tanto, son estas células las que tienen la capacidad de generar tejido y las encargadas de mantener a largo plazo la homeostasis de la articulación. La inyección de ese constructo de células madre no solo mejora el segmento de la articulación, sino que también mantiene una mejor calidad de vida a largo plazo.
Considerando que esto comenzó como un proyecto hace 15 años, puedo decir sin duda que fue el inicio de proyectos con células madre para la regeneración condral, si es que no fue de las primeras 30 técnicas en presentarse.
No es común que un chileno viaje a EE.UU. y obtenga una patente de este tipo.
No lo es. En 2003 me convertí en el primer chileno e iberoamericano en ser estudiante formal en cirugía reconstructiva de cadera en la Clínica Mayo. Tuve que validar mi título de doctor en EE.UU. y así me convertí también en la primera persona en la historia de la clínica en ganar una posición formal que normalmente es ocupada por americanos. La clínica luchó por 15 años para obtener esta patente en EE.UU. Mientras tanto, el concepto se difundió y hay grupos en el mundo que han tratado de desarrollar tratamientos con esta estructura. Eventualmente, dichos tratamientos tendrán que pasar por esta patente si quieren desarrollar algo relacionado o también existe la posibilidad de que, como dueños de la patente, busquemos desarrolladores que hagan este producto con una patente exclusiva de 10 años.
Fuente: latercera.com
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