Bellvitge rastrea pistas sobre enfermedades neurodegenerativas
El centro estudia cambios en el cerebro que sean precursores de párkinson y alzhéimer
Ferran Balsells Barcelona 7 FEB 2012 - 19:17 CET
Un grupo de investigación del hospital de Bellvitge lleva a cabo dos proyectos que pretenden identificar los cambios cerebrales precursores de enfermedades neurodegenerativas como el párkinson y el alzhéimer. Para estas patologías no hay cura, pero el objetivo es mejorar un diagnóstico precoz, antes de la aparición de signos evidentes como temblores o pérdidas de memoria, para lograr retrasar su aparición.
El doctor Isidre Ferrer coordina el grupo que impulsa los proyectos, que han recibido financiación del Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III y de la Unión Europea, en el marco de un proyecto comunitario en el que participan siete centros de investigación europeos.
La hipótesis de trabajo es que en las enfermedades degenerativas del sistema nervioso se produce un proceso similar al de la aterosclerosis de las enfermedades cardiovasculares. De esta manera, podría haber procesos biológicos progresivos que durante años no produzcan síntomas pero que, finalmente, acaben implicando una enfermedad neurológica degenerativa.
Factores como que hasta el 80% de las personas mayores de 65 años tienen cambios cerebrales típicos del alzhéimer, aunque solo el 5% desarrolla la enfermedad, hacen suponer a los investigadores que esta patología es, en realidad, un proceso degenerativo progresivo que se inicia a los 40 o 50 años.
Para confirmarlo los investigadores trabajan a partir de muestras de cerebros del Banco de Tejidos Neurológicos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y utilizan técnicas sofisticadas para estudiar las proteínas, los lípidos y los metabolismos de una misma región del cerebro. A través de estudios computacionales, combinarán todos los resultados para obtener un patrón molecular de riesgo de desarrollo del proceso degenerativo.
Los objetivos de los estudios es entender mejor los mecanismos que desencadenan ambas enfermedades, buscar dianas preventivas que paren o frenen el proceso de degeneración antes de que se manifieste y encontrar marcadores que informen de aspectos como la rapidez en el proceso degenerativo.
Otros estudios han demostrado que enfermedades neurodegenerativas como el párkinson y el alzhéimer van ligadas a trastornos del sueño y confirman que aparecen hasta 10 años antes de que la patología se manifieste de forma evidente. El sueño podría facilitar el diagnóstico precoz de estas enfermedades.
Estar atentos a la calidad del sueño podría ser un marcador precoz del párkinson, según un estudio dirigido por el hospital Clínico de Barcelona y publicado en The Lancet.
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