jueves, 2 de febrero de 2012

CDC en Español - Especiales CDC - Cronobacter, leche maternizada y enfermedades

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  • Cronobacter, leche maternizada y enfermedades


    Infórmese sobre la infección por Cronobacter

    Cronobacter: Un grupo de bacterias presente en el ambiente y en los alimentos

    Cultivo de bacterias Cronobacter en un laboratorio
    Cultivo de bacterias Cronobacter en un laboratorio







    El Cronobacter (antes llamado Enterobacter Sakazakii) es un grupo de bacterias presentes naturalmente en el ambiente. Estas bacterias pueden sobrevivir en condiciones muy secas. Algunas veces, se han encontrado en alimentos secos o deshidratados, como la leche maternizada en polvo, la leche en polvo, los tés de hierbas y los almidones. También se han encontrado en aguas residuales. Es probable que la bacteria Cronobacter también esté presente en otros lugares

    Una enfermedad de rara aparición pero grave en bebés

    La enfermedad por Cronobacter es muy inusual, pero con frecuencia es mortal en los bebés pequeños. Por lo general, ocurre en los primeros días o semanas de nacidos. Todos los años los CDC reciben notificación de unos 4 a 6 casos de enfermedades de este tipo en bebés, pero los reportes no son obligatorios. Con el reciente aumento de la concientización sobre las enfermedades por Cronobacter en bebés, se reportaron a los CDC un total de 13 casos en el 2011. La bacteria Cronobacter puede causar infecciones de la sangre graves (septicemia) o meningitis (una inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal). Los bebés de 2 meses o menos tienen más probabilidades de contraer meningitis si se infectan por la bacteria Cronobacter. Los bebés prematuros y los que tienen sistemas inmunitarios debilitados también tienen un riesgo mayor de infecciones por Cronobacter graves.
    Hombre alimentando a bebé con biberón En los bebés, la enfermedad por lo general comienza con fiebre. Usualmente incluye problemas de apetito, llanto o apatía. Los bebés pequeños con estos síntomas deben llevarse al médico.

    No solo en bebés

    La bacteria Cronobacter también puede causar diarrea, infecciones de las heridas y de las vías urinarias en personas de todas la edades. Los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios debilitados (por ejemplo, personas tratadas con medicamentos inmunodepresores contra el cáncer, personas que han tenido trasplantes de órganos u otras enfermedades o con la infección por el VIH o afecciones genéticas que afecten el sistema inmunitario) tienen un mayor riesgo.

    Enfermedades vinculadas a la leche maternizada en polvo

    En algunas investigaciones de brotes, la bacteria Cronobacter se encontró en leche maternizada en polvo que se había contaminado en la fábrica. En otros casos, dicha bacteria pudo haber contaminado la leche después de que se abrió su recipiente en la casa o en otro lugar durante la preparación.
    Como la bacteria vive en el ambiente, es probable que haya otras fuentes de esta inusual enfermedad.

    La leche maternizada en polvo no es estéril

    Los fabricantes reportan que, con la utilización de los métodos actuales, es imposible eliminar todos los gérmenes de la leche maternizada en polvo en la fábrica. Esta leche también puede contaminarse después de que se abra el recipiente. Los bebés muy pequeños, los que nacieron prematuros y los que tienen sistemas inmunitarios debilitados tienen el riesgo más alto.
    Madre amamantando a su bebé Estas son algunas cosas que puede hacer para proteger mejor a su bebé:
    • Lactancia materna. Amamantar ayuda a prevenir muchos tipos de infecciones en los bebés. Casi no hay casos reportados de infección por Cronobacter en bebés que estaban siendo amamantados exclusivamente (es decir, que el bebé solo era alimentado con leche materna, no con leche maternizada ni otros alimentos).
    • Si le da leche maternizada a su bebé, escoja una que se venda en forma líquida, especialmente si su bebé es muy pequeño o de corta edad. Las fórmulas líquidas de la leche maternizada se hacen para que sean estériles y no deben transmitir la infección por Cronobacter .
    • Si su bebé consume leche maternizada en polvo, siga estos pasos:
      Hay cosas que puede hacer para protegerlo de infecciones, no solo las causadas por Cronobacter. La buena higiene, mezclar la leche en polvo con agua lo suficientemente caliente como para que mate los gérmenes y guardarla adecuadamente puede prevenir el crecimiento de la bacteria Cronobacter y de otros gérmenes. Esto es clave para mantener a su bebé seguro y saludable.
      • Limpie antes de la preparación
        • Lávese las manos con agua y jabón.
        • Lave los biberones en la lavadora de platos con agua caliente y con el ciclo de secado caliente, o restriéguelos con agua caliente jabonosa y luego esterilícelos.
        • Limpie las superficies de trabajo, como las de preparar alimentos y los fregaderos.
      • Prepare de manera segura
        • Mantenga las tapas del recipiente de la leche en polvo y las cucharas limpias (tenga cuidado con lo que tocan).
        • Cierre los recipientes de la leche maternizada o las botellas de agua lo más pronto posible.
        • Use agua caliente (158 grados F/70 grados C o más) para preparar la leche.
          • Una manera sencilla de calentar el agua a esta temperatura es poner a hervir una olla de agua corriente y usarla para preparar la leche maternizada dentro de los 30 minutos después de hervida.
        • Agite cuidadosamente la leche en el biberón, en lugar de revolverla.
        • Enfríela para asegurarse de que no esté muy caliente antes de alimentar a su bebé; puede hacerlo dejando que corra el agua fría por el biberón bien tapado o colocándolo en hielo, teniendo cuidado de que el agua fría no entre al biberón ni al chupete.
        • Antes de alimentar al bebé, pruebe la temperatura dejando caer unas gotas en su muñeca.
      • Úsela rápidamente o guárdela de manera segura
        • Utilice la leche maternizada dentro de las 2 horas después de preparada. Si el bebé no se toma todo el contenido del biberón, deseche lo que queda.
        • Si no planea utilizar la leche que preparó ahí mismo, refrigérela de inmediato y utilícela en un lapso de 24 horas. La refrigeración demora el crecimiento de las bacterias y da más protección.
        • Si tiene dudas, bote la leche preparada. Si no puede recordar por cuánto tiempo la ha tenido en el refrigerador, es más seguro desecharla que dársela a su bebé.
      • Lavado de manos Practique una higiene adecuada
        • Lávese las manos minuciosamente con agua y jabón, especialmente después de ir al baño o de cambiar pañales. Lávese siempre las manos:
          • antes de preparar la leche maternizada y de darle el biberón u otros alimentos a su bebé,
          • antes de tocar la boca de su bebé y
          • antes de tocar el chupete y otros objetos que el bebé se lleva a la boca.
        • Si no hay agua ni jabón, puede limpiarse las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol. Estos productos pueden reducir rápidamente el número de gérmenes en las manos en algunas situaciones, pero no deben sustituir el lavado con agua y jabón.
        • También es importante mantener limpios todos los objetos que entran a la boca del bebé (como chupetes y juguetes de goma para la dentición).

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