jueves, 2 de febrero de 2012

CDC - Información general - El síndrome de fatiga crónica (SFC)

CDC - Información general - El síndrome de fatiga crónica (SFC)


Información general

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es un trastorno complejo y devastador que se caracteriza por un cansancio abrumador que no mejora con el descanso en la cama y que puede empeorar con la actividad física o mental. Las personas con SFC a menudo realizan actividades a un nivel significativamente menor de lo que eran capaces antes de la aparición de la enfermedad.
Además de estos rasgos clave que definen la enfermedad, los pacientes reportan varios síntomas inespecíficos, como debilidad, dolor muscular, deterioro de la memoria o de la concentración, insomnio y fatiga después de realizar esfuerzos que perduran más de 24 horas. En algunos casos, el SFC puede durar años.
La causa o causas del SFC no han sido identificadas y no hay pruebas diagnósticas específicas para la enfermedad. Además, debido a que muchas enfermedades se manifiestan con fatiga incapacitante, antes de diagnosticar el SFC se recomienda descartar con cautela otras entidades conocidas y a menudo tratables.

Definición de caso

A la fecha, la causa o causas del SFC no han sido identificadas y no se dispone de pruebas diagnósticas específicas. Por lo tanto, para hacer un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica, el paciente debe reunir dos criterios:
  1. Sufrir de fatiga crónica intensa durante al menos 6 meses o más que no se alivie con el descanso y que no se deba a afecciones médicas o psiquiátricas asociadas a la fatiga, las cuales se descartarán por diagnóstico clínico y
  2. Tener simultáneamente cuatro o más de los síntomas siguientes:
    • deterioro autorreportado de la memoria a corto plazo o de la concentración tan grave como para causar una disminución sustancial en las actividades ocupacionales, educativas, sociales o personales con respecto a los niveles pasados
    • dolor de garganta frecuente o recurrente
    • sensibilidad en los ganglios cervicales o axilares
    • dolor muscular
    • dolor en varias articulaciones sin inflamación ni enrojecimiento
    • cefalea de una clase e intensidad no sufrida anteriormente.
    • sueño no reparador y
    • sensación de malestar después de realizar esfuerzos (agotamiento extremo y prolongado, malestar después de realizar actividad física o mental) que dura más de 24 horas.
La fatiga y el deterioro de la memoria o de la concentración deben haber afectado las actividades cotidianas, acompañadas de otros síntomas que hayan persistido o reincidido durante 6 meses consecutivos o más desde la aparición de la enfermedad y que no hayan precedido a la fatiga.

Causas del SFC

La causa o causas del SFC siguen siendo desconocidas pese a las intensas investigaciones que se llevan a cabo. Si bien todavía no se ha identificado una causa específica para el SFC, otra posibilidad es que el SFC represente un síntoma común de enfermedad que se origine por múltiples causas repentinas. Algunas de estas causas posibles de SFC pueden ser atribuidas a microorganismos infecciosos, disfunción inmunitaria, estrés que activa el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), hipotensión mediada neuralmente o deficiencia nutricional.

Síntomas del SFC

Los síntomas primarios del SFC son fatiga intensa, debilitamiento que no mejora con el descanso en la cama y que puede empeorar con la actividad física o mental. Es un tipo de fatiga generalizada que produce una disminución drástica de los niveles de actividad y la resistencia.
La fatiga en el SFC está acompañada de síntomas característicos que duran al menos 6 meses. Estos síntomas son:
  • deterioro autorreportado de la memoria a corto plazo o de la concentración tan grave como para causar una disminución sustancial en las actividades ocupacionales, educativas, sociales o personales con respecto a los niveles pasados
  • dolor de garganta frecuente o recurrente
  • sensibilidad en los ganglios cervicales (cuello) o axilares (debajo del brazo)
  • dolor muscular
  • dolor en varias articulaciones sin inflamación ni enrojecimiento
  • cefalea de una clase e intensidad no sufrida anteriormente.
  • sueño no reparador y
  • sensación de malestar después de realizar esfuerzos (agotamiento extremo y prolongado, malestar después de realizar actividad física o mental) que dura más de 24 horas
Los síntomas mencionados anteriormente sirven para diagnosticar esta enfermedad. Sin embargo, muchos pacientes con SFC pueden tener otros signos y síntomas, como colon irritable, depresión o problemas psicológicos, escalofríos y sudores nocturnos, alteraciones visuales, alergias o sensibilidad a los alimentos, olores, sustancias químicas, medicamentos o ruidos, dificultad para pensar, dificultad para mantenerse en posición erguida, náuseas, problemas del equilibrio y desmayos.

Diagnóstico del SFC

Debido a que no existe una prueba de sangre, un estudio exploratorio del cerebro u otro tipo de análisis de laboratorio específico para diagnosticar el SFC, el diagnóstico se hace por exclusión. Un profesional de la salud inicialmente anotará en detalle los antecedentes médicos del paciente y luego le hará un examen físico y mental. Después, ordenará una serie de pruebas de detección de laboratorio para identificar o descartar otras causas posibles de los síntomas. Puede ser que también se practiquen pruebas complementarias como seguimiento a los resultados de las evaluaciones iniciales. Podría hacerse un diagnóstico de "fatiga insuficiente" (según la definición en inglés "insufficient fatigue"), si el paciente ha padecido fatiga durante 6 meses o más pero sus síntomas no reúnen los criterios para determinar SFC.
Un médico debe considerar un diagnóstico de SFC si se cumplen estos dos criterios:
  1. Fatiga persistente y sin causa aparente que no se deba a un esfuerzo físico actual, no se alivia significativamente con el descanso, es de nueva aparición (no lleva toda la vida) y produce una reducción sustancial de los niveles anteriores de actividad.
  2. Cuatro o más de los síntomas siguientes que hayan estado presentes durante seis meses o más:
    • Deterioro de la memoria o la concentración
    • Malestar posterior a un esfuerzo (extremo, agotamiento prolongado y náuseas después de una actividad física o mental)
    • Sueño no reparador
    • Dolor muscular
    • Dolor en varias articulaciones sin inflamación ni enrojecimiento
    • Cefalea de una clase e intensidad no sufrida anteriormente
    • Dolor de garganta frecuente o recurrente
    • Sensibilidad en los ganglios cervicales o axilares

Tratamiento del SFC

El control del síndrome de fatiga crónica puede ser tan complejo como la misma enfermedad. A la fecha no se cuenta con una cura, no existen medicamentos recetados específicos para tratar el SFC y los síntomas varían considerablemente con el paso del tiempo. Estos factores complican el panorama del tratamiento, lo que requiere que pacientes y médicos se mantengan siempre atentos y cambien las estrategias a seguir.
Un elemento clave para controlar el SFC es que cada paciente consulte a un equipo de médicos y otros profesionales de la salud, entre los que se incluyen profesionales de salud mental, especialistas en rehabilitación y fisioterapeutas, para que juntos creen un programa de tratamiento individualizado. Este programa debe basarse en una combinación de tratamientos que aborden técnicas para enfrentar la enfermedad, los síntomas y actividades de control.




Síndrome de fatiga crónica

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es un trastorno que provoca fatiga extrema. Esta fatiga no es el tipo de cansancio que desaparece después del descanso. Por el contrario, persiste un largo tiempo y limita su capacidad para hacer las tareas cotidianas. 

Los síntomas del SFC incluyen fatiga durante 6 meses o más y la aparición de otros problemas, tales como dolores musculares, problemas con la memoria, dolores de cabeza, dolor en múltiples articulaciones, dolor de garganta y ganglios linfáticos adoloridos. Dado que otras enfermedades pueden causar síntomas similares, el SFC es difícil de diagnosticar.

Nadie conoce la causa del SFC. Es más común en las mujeres entre los 40 y 60 años de edad, pero cualquiera puede tenerlo. Puede perdurar durante años. No existe una cura para el SFC, de modo que el objetivo del tratamiento es mejorar los síntomas. El dolor, los trastornos del sueño y otros problemas pueden tratarse con medicinas.

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades

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Fotografía de una mujer con dolor de cabeza

Institutos Nacionales de la Salud

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