La artrosis, la enfermedad crónica más común entre los ex-deportistas de alto nivel
Madrid (17/02/2012) - Redacción
• Según un estudio publicado en la revista Arthritis and Rheumatism
• Los Servicios Médicos Sanitas-Real Madrid consideran que los deportistas que son conscientes de que padecen una enfermedad crónica no tendrían que tener ninguna complicación siempre que ésta esté bien diagnosticada y reciban un tratamiento correcto con revisiones periódicas
La artrosis es la enfermedad crónica más común entre los ex-deportistas profesionales, por encima de dolencias como el asma, la dermatitis, la diabetes y las alergias. En la competición de alto nivel, las lesiones y el sobreuso de las articulaciones son los principales factores para que se acabe desarrollando esta enfermedad.
Según un estudio publicado en la revista Arthritis and Rheumatism, el 29 por ciento de los futbolistas tiene el riesgo de desarrollar artrosis con el paso del tiempo. La artrosis es una enfermedad crónica y degenerativa que, con el tiempo, limita la práctica deportiva de alta competición.
Los Servicios Médicos Sanitas-Real Madrid consideran que si el deportista tiene su enfermedad crónica bajo control puede competir en igualdad de condiciones. Los deportistas que son conscientes de que padecen una enfermedad no tendrían que tener ninguna complicación siempre que ésta esté bien diagnosticada y reciban un tratamiento correcto con revisiones periódicas.
En dolencias como el asma, la proporción de afectados se dobla en los deportes de invierno. Si hablamos de deportistas con diabetes se debe evitar hacer ejercicio muy intenso en los picos de máxima acción de la insulina. Además, tienen que procurar inyectar insulina en zonas no activadas por el ejercicio y realizar glucemias capilares antes, durante y después del ejercicio. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, el porcentaje de personas que las padecen disminuye significativamente entre los individuos que practican ejercicio.
Por lo general, los deportistas suelen adaptarse a los entrenamientos. Solo en casos puntuales, puede ser necesario adecuar los ejercicios preparatorios a la persona con medidas excepcionales como modificar horarios de los entrenamientos en los que no haya tanto polen, permitir que un jugador descanse para inyectarse la insulina o admitir el consumo de suplementos glúcidos.
La presencia de enfermedades crónicas está aumentando entre la población mundial. En 2011, este tipo de dolencias fueron la causa del 60 por ciento de las defunciones notificadas en el mundo. Casi la mitad de los fallecimientos originados por este tipo de patologías son atribuibles a las enfermedades cardiovasculares. No obstante, la obesidad y la diabetes son otros de las patologías que afectan cada vez más a la población y a edades más tempranas.
Sin embargo, la mayor parte de las enfermedades crónicas se pueden prevenir y/o minimizar sus efectos. De hecho, está creciendo la evidencia de que con una alimentación equilibrada, en la que se combine de forma adecuada carbohidratos, grasas y proteínas, se ayuda a evitar las enfermedades crónicas más comunes.
Según un estudio publicado en la revista Arthritis and Rheumatism, el 29 por ciento de los futbolistas tiene el riesgo de desarrollar artrosis con el paso del tiempo. La artrosis es una enfermedad crónica y degenerativa que, con el tiempo, limita la práctica deportiva de alta competición.
Los Servicios Médicos Sanitas-Real Madrid consideran que si el deportista tiene su enfermedad crónica bajo control puede competir en igualdad de condiciones. Los deportistas que son conscientes de que padecen una enfermedad no tendrían que tener ninguna complicación siempre que ésta esté bien diagnosticada y reciban un tratamiento correcto con revisiones periódicas.
En dolencias como el asma, la proporción de afectados se dobla en los deportes de invierno. Si hablamos de deportistas con diabetes se debe evitar hacer ejercicio muy intenso en los picos de máxima acción de la insulina. Además, tienen que procurar inyectar insulina en zonas no activadas por el ejercicio y realizar glucemias capilares antes, durante y después del ejercicio. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, el porcentaje de personas que las padecen disminuye significativamente entre los individuos que practican ejercicio.
Por lo general, los deportistas suelen adaptarse a los entrenamientos. Solo en casos puntuales, puede ser necesario adecuar los ejercicios preparatorios a la persona con medidas excepcionales como modificar horarios de los entrenamientos en los que no haya tanto polen, permitir que un jugador descanse para inyectarse la insulina o admitir el consumo de suplementos glúcidos.
La presencia de enfermedades crónicas está aumentando entre la población mundial. En 2011, este tipo de dolencias fueron la causa del 60 por ciento de las defunciones notificadas en el mundo. Casi la mitad de los fallecimientos originados por este tipo de patologías son atribuibles a las enfermedades cardiovasculares. No obstante, la obesidad y la diabetes son otros de las patologías que afectan cada vez más a la población y a edades más tempranas.
Sin embargo, la mayor parte de las enfermedades crónicas se pueden prevenir y/o minimizar sus efectos. De hecho, está creciendo la evidencia de que con una alimentación equilibrada, en la que se combine de forma adecuada carbohidratos, grasas y proteínas, se ayuda a evitar las enfermedades crónicas más comunes.
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