La aspirina es tan buena como el Plavix para la mala circulación en las piernas, según un estudio
Ambos funcionan igual de bien en la afección, que provoca dolor al caminar
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_122220.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 05/22/2012)
Traducido del inglés: miércoles, 22 de febrero, 2012
Las personas que sufren de la afección, conocida como enfermedad arterial periférica, con frecuencia sufren de claudicación intermitente, que es un dolor mientras caminan debido a un menor riesgo sanguíneo en las piernas. Experimentos con animales habían sugerido que la aspirina podría evitar el crecimiento de los vasos sanguíneos que rodean los bloqueos y ayudan a que más sangre llegue al tejido de las piernas, apuntaron los investigadores suizos y alemanes.
"Una vez más, hemos mostrado que lo que sucede en los animales no se traduce a los humanos", señaló el Dr. Juan Zambrano, profesor asistente de medicina cardiovascular, coronaria/endovascular y terapias de células madre de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
Los pacientes que sufren de enfermedad arterial periférica también tienen un mayor riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular debido a coágulos sanguíneos que van de las piernas al corazón o al cerebro, motivo de que estos pacientes reciban anticoagulantes como Plavix (clopidogrel) o aspirina, explicó Zambrano.
"La aspirina o el Plavix son aceptables como una buena medida preventiva para evitar el ataque cardiaco o el accidente cerebrovascular en estos pacientes", señaló. "Muchas personas favorecen la aspirina porque es más barata".
Sin embargo, la parte más interesante de este estudio para Zambrano fue el rol del ejercicio en la mejora de la distancia y el tiempo de caminata.
"Algo tan sencillo como el ejercicio puede ayudar a mejorar la claudicación", enfatizó. "El ejercicio es la clave y no importa cómo se trate la afección subyacente, siempre resulta de ayuda".
El informe aparece en la edición en línea del 21 de febrero de la revista Cardiovascular and Cerebrovascular Disease.
Para el estudio, un equipo liderado por el Dr. Kurt Jaeger del Hospital Universitario de Basilea en Suiza, observó la eficacia de la aspirina y del Plavix para ayudar a los pacientes de enfermedad arterial periférica a mejorar la distancia que caminaban sin dolor, que es una parte vital de la rehabilitación.
Los investigadores asignaron al azar a 229 pacientes a recibir aspirina en dosis baja o Plavix, para ver cómo les iba durante caminatas de una hora.
El grupo de Jaeger halló que, tras doce semanas, las personas que tomaban aspirina mejoraron la distancia que caminaban sin dolor en casi 40 por ciento, y podían caminar 35 por ciento más antes de que el dolor dificultase que continuaran.
Entre los pacientes que tomaban Plavix, hubo una mejora de 33 por ciento en la distancia que caminaban y una mejora de casi 35 por ciento en el tiempo que caminaban sin dolor, anotaron los investigadores.
Caminar es parte importante de la rehabilitación de los pacientes de enfermedad arterial periférica. Caminar puede ayudar a aumentar el flujo sanguíneo a las piernas y fomentar el crecimiento de minúsculos vasos sanguíneos que ayudan a suplir a las piernas con sangre y oxígeno.
Se pensaba que la aspirina no funcionaría porque sus propiedades antiinflamatorias podrían bloquear el desarrollo de esos minúsculos vasos sanguíneos que crecen para desviar la sangre alrededor del bloqueo.
"Parece que las propiedades antiinflamatorias de la aspirina en baja dosis y sus efectos inhibidores sobre [el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos] no tienen relevancia clínica para los programas de rehabilitación de la claudicación intermitente", concluyeron los investigadores.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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