REVISIÓN
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Datos de 13 estudios
La endometriosis aumenta el riesgo de tres tipos de cáncer de ovario
- Un análisis de 23.000 mujeres constata la relación entre estos trastornos
- El mayor riesgo se da con los tumores de ovario menos frecuentes
Es uno de los tumores más letales y quizás sea también uno de los más
desconocidos. Por este motivo, cualquier paso hacia un mayor
conocimiento del cáncer de ovario, o que contribuya a una detección
precoz, es bienvenido. Eso es lo que aporta el análisis de 13 estudios
sobre esta patología en el que se ha observado una relación entre la
endometriosis, una enfermedad ginecológica común, y tres tipos de cáncer
de ovario.
En una información de este tipo, lo primero que habría que decir es uno de los mensajes que lanzan los autores de esta revisión, cuyos datos publica la revista 'The Lancet Oncology': "Aunque hemos detectado un fuerte vínculo entre endometriosis y un mayor riesgo de cáncer de ovario de células claras, endometrioide y seroso de bajo grado, la mayoría de las mujeres con endometriosis no desarrollan este tumor. Sin embargo, los profesionales sanitarios deberían estar alerta ante este mayor riesgo de cáncer de ovario en las mujeres con historia de endometriosis".
Entre un 5% y un 10% de las españolas padece endometriosis, aunque se trata de una estimación porque muchos casos no se llegan a diagnosticar. Se trata de una alteración del tejido endometrial que empieza a crecer fuera del útero y se extiende a los ovarios y a otros órganos de la cavidad pélvica. Ese crecimiento del tejido puede generar dolor, inflamación e infertilidad, aunque en la mayoría de las ocasiones no da síntomas y no hace falta tratarlo.
Hasta ahora, los estudios que habían evaluado la relación entre este trastorno con el cáncer de ovario han sido contradictorios, pero sí apuntaban a que su incidencia dependía del tipo de tumor. Eso es precisamente lo que se ha observado en el análisis de 13 estudios, que incluía datos de unas 23.000 mujeres (13.326 controles, 7.911 con cáncer de ovario invasivo y 1.907 con cáncer borderline -de bajo potencial de malignidad-) y que ha sido realizado por investigadores de diferentes universidades estadounidenses.
Según han podido constatar estos investigadores, la presencia de endometriosis aumenta en tres veces el riesgo de tener un tumor de células claras y en dos la probabilidad de desarrollar un tomor endometrioide o un tumor seroso de bajo grado (todos ellos cáncer de ovario). En cambio, no se observó una relación entre el trastorno ginecológico y otro tipo de tumores de ovario como el carcinoma mucinoso, los serosos de alto grado o los tumores borderline.
Para Antonio González, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de Servicio de Oncología Médica del MD Anderson Internacional España de Madrid, explica que este artículo "da validez a un concepto que usamos en el carcinoma de ovario y básicamente es que no se trata de una enfermedad única. Existe una teoría de que estos tumores se dividen en dos tipos, uno sería el formado por el carcinoma seroso de alto grado y el otro, por el resto de los tipos histológicos [los mencionados anteriormente]. Este estudio viene a respaldar la hipótesis de que el cáncer de ovario no se origina en el propio ovario sino en la trompa de Falopio. Sería la endometriosis retrógrada la que llegaría al ovario y eso daría lugar a cambios moleculares".
Tanto este especialista como Josep María del Campo, jefe del Programa de Tumores Ginecológicos del Instituto de Oncología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y vicepresidente del Grupo Español en Investigación del Cáncer de Ovario (GEICO), consideran que estos resultados no van a cambiar la práctica clínica, sobre todo aquella relacionada con el tratamiento. "Lamentablemente, los tumores que se han relacionado con la endometriosis son los menos frecuentes. Los serosos de alto grado, que en este análisis se ha constatado que la endometriosis no aumenta su riesgo, constituyen el 80% de los tumores de ovario. Además, no existe un procedimiento de diagnóstico precoz de endometriosis ni sabemos bien diagnosticar pronto estos tumores".
Otro punto en lo que también se muestran de acuerdo es que las mujeres con endometriosis no deben alarmarse con estos datos. "El 20% de los tumores de células claras van precedidos de endometriosis, pero estos tumores sólo son el 10% del total de todos los cánceres de ovario", explica del Campo. Tal y como insiste González, "no toda paciente con endometriosis va a desarrollar un cáncer de ovario".
Pero sí se muestran de acuerdo con Charlie Gourley en afirmar que este estudio constata la importancia de vigilar de cerca a aquellas mujeres con endometriosis a las que se vea alguna lesión en la consulta ginecológica. "Son éstas las que deberán llevar un seguimiento estricto por su ginecólogo", concluye Antonio González. La detección precoz de este tumor implica que la probabilidad de curación ronde el 90%, mientras que cuando se diagnostica tardíamente ese porcentaje se reduce a un 25%.
En una información de este tipo, lo primero que habría que decir es uno de los mensajes que lanzan los autores de esta revisión, cuyos datos publica la revista 'The Lancet Oncology': "Aunque hemos detectado un fuerte vínculo entre endometriosis y un mayor riesgo de cáncer de ovario de células claras, endometrioide y seroso de bajo grado, la mayoría de las mujeres con endometriosis no desarrollan este tumor. Sin embargo, los profesionales sanitarios deberían estar alerta ante este mayor riesgo de cáncer de ovario en las mujeres con historia de endometriosis".
Entre un 5% y un 10% de las españolas padece endometriosis, aunque se trata de una estimación porque muchos casos no se llegan a diagnosticar. Se trata de una alteración del tejido endometrial que empieza a crecer fuera del útero y se extiende a los ovarios y a otros órganos de la cavidad pélvica. Ese crecimiento del tejido puede generar dolor, inflamación e infertilidad, aunque en la mayoría de las ocasiones no da síntomas y no hace falta tratarlo.
Hasta ahora, los estudios que habían evaluado la relación entre este trastorno con el cáncer de ovario han sido contradictorios, pero sí apuntaban a que su incidencia dependía del tipo de tumor. Eso es precisamente lo que se ha observado en el análisis de 13 estudios, que incluía datos de unas 23.000 mujeres (13.326 controles, 7.911 con cáncer de ovario invasivo y 1.907 con cáncer borderline -de bajo potencial de malignidad-) y que ha sido realizado por investigadores de diferentes universidades estadounidenses.
Según han podido constatar estos investigadores, la presencia de endometriosis aumenta en tres veces el riesgo de tener un tumor de células claras y en dos la probabilidad de desarrollar un tomor endometrioide o un tumor seroso de bajo grado (todos ellos cáncer de ovario). En cambio, no se observó una relación entre el trastorno ginecológico y otro tipo de tumores de ovario como el carcinoma mucinoso, los serosos de alto grado o los tumores borderline.
La opinión de los expertos
En un comentario que acompaña a este estudio, y que también publica 'Lancet oncology', Charlie Gourley, del Instituto de Genética y Medicina Molecular de la Universidad de Edimburgo (Escocia), alaba la metodología empleada en este análisis y sugiere que se debería considerar el riesgo de cáncer de ovario en aquellas mujeres con historia de endometriosis.Para Antonio González, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de Servicio de Oncología Médica del MD Anderson Internacional España de Madrid, explica que este artículo "da validez a un concepto que usamos en el carcinoma de ovario y básicamente es que no se trata de una enfermedad única. Existe una teoría de que estos tumores se dividen en dos tipos, uno sería el formado por el carcinoma seroso de alto grado y el otro, por el resto de los tipos histológicos [los mencionados anteriormente]. Este estudio viene a respaldar la hipótesis de que el cáncer de ovario no se origina en el propio ovario sino en la trompa de Falopio. Sería la endometriosis retrógrada la que llegaría al ovario y eso daría lugar a cambios moleculares".
Tanto este especialista como Josep María del Campo, jefe del Programa de Tumores Ginecológicos del Instituto de Oncología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y vicepresidente del Grupo Español en Investigación del Cáncer de Ovario (GEICO), consideran que estos resultados no van a cambiar la práctica clínica, sobre todo aquella relacionada con el tratamiento. "Lamentablemente, los tumores que se han relacionado con la endometriosis son los menos frecuentes. Los serosos de alto grado, que en este análisis se ha constatado que la endometriosis no aumenta su riesgo, constituyen el 80% de los tumores de ovario. Además, no existe un procedimiento de diagnóstico precoz de endometriosis ni sabemos bien diagnosticar pronto estos tumores".
Otro punto en lo que también se muestran de acuerdo es que las mujeres con endometriosis no deben alarmarse con estos datos. "El 20% de los tumores de células claras van precedidos de endometriosis, pero estos tumores sólo son el 10% del total de todos los cánceres de ovario", explica del Campo. Tal y como insiste González, "no toda paciente con endometriosis va a desarrollar un cáncer de ovario".
Pero sí se muestran de acuerdo con Charlie Gourley en afirmar que este estudio constata la importancia de vigilar de cerca a aquellas mujeres con endometriosis a las que se vea alguna lesión en la consulta ginecológica. "Son éstas las que deberán llevar un seguimiento estricto por su ginecólogo", concluye Antonio González. La detección precoz de este tumor implica que la probabilidad de curación ronde el 90%, mientras que cuando se diagnostica tardíamente ese porcentaje se reduce a un 25%.
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