LAS INTERVENCIONES NO ADECUADAS PRODUCEN ALTERACIONES
La personalización de las terapias es una de las claves de la prevención del deterioro cognitivo en demencias
"Cuando hablamos de una terapia no sólo podemos observar sus aspectos positivos, sino también los negativos", según Félix Viñuela, de la Unidad de Demencias del Servicio de Neurología del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla, que ha participado en el encuentro de Cádiz.
C. Cáceres. Sevilla | 07/02/2012 00:00
Por tanto, si consideramos, y las evidencias están ahí, que la intervención cognitiva no farmacológica es un verdadero tratamiento y no es un placebo, deberíamos también considerar que esa eficacia va a conllevar potencialmente efectos adversos. De esta manera, cualquier tratamiento tiene "un efecto positivo objetivo real -efecto terapéutico- y para diferenciarlo de un efecto subjetivo psicológico -efecto placebo- es necesario realizar ensayos clínicos controlados".
En este sentido, en cuanto al Alzheimer hay que tener en cuenta que "las intervenciones cognitivas intentan dirigirse no solamente a la mejoría cognitiva sino a un alivio subjetivo desde el punto de vista emocional o afectivo".
Personalización
Con los estudios clínicos "el problema que tenemos es que, cuando los efectos adversos son puramente cognitivos, contrarrestan los terapéuticos y resulta difícil distinguir dónde está el beneficio y dónde los efectos adversos". Esto podría justificar la ausencia de eficacia de estudios previos así como de otros no publicados que han mostrado no ser eficaces.
En lo que se refiere a la eficacia clínica apoyada en la neuroimagen funcional, el experto se ha referido al estudio de Linda Clare publicado en 2010 que revela que hay plasticidad cerebral, que la intervención cognitiva es eficaz y que produce una modificación de estructuras cerebrales; sin embargo -indica el neurólogo-, la parte negativa es que una mala intervención cognitiva producirá alteraciones.
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