miércoles, 8 de febrero de 2012

'A la vejez, ciruelas' - DiarioMedico.com

En MEDICINA NO se APRENDE NUTRICIÓN

'A la vejez, ciruelas'

Las personas de mayor edad no deben dejar de lado ninguno de los grupos de alimentos. Si acaso, tienen que aumentar la ingesta de fibra. El anciano que vive en casa, está sano y come lo que el resto de la familia normalmente está bien nutrido. Sin embargo, con las enfermedades empiezan las dietas y los problemas nutricionales. Y es que la desnutrición no afecta sólo a los países en vías de desarrollo. En Occidente, casi un 40 por ciento de los mayores hospitalizados sufren desnutrición. Por ello, hay que darle la relevancia que merece.
Ana Callejo Mora   |  08/02/2012 00:00

 
Alfonso Cruz-Jentoft
Alfonso Cruz-Jentoft, director de la Unidad de Geriatría del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid. (DM)

Los factores que contribuyen a la desnutrición en las personas mayores son múltiples y variados: acceso insuficiente a los alimentos debido a discapacidades físicas o problemas sociales y económicos; dificultades al masticar y tragar; escaso conocimiento sobre una dieta saludable; dolor que no es manejado adecuadamente; efectos secundarios de los fármacos; enfermedades o condiciones de salud que afectan al apetito, la digestión y la absorción; multimorbilidades, con muchos ingresos hospitalarios, y demencia.

"En la carrera de Medicina los estudiantes no aprenden nutrición. Se trata de una carencia, pues una buena nutrición y la práctica de ejercicio previene enfermedades en el futuro. También se desconoce que la intervención nutricional (mediante suplementos) mejora la salud de los ancianos, reduciendo la mortalidad y los ingresos hospitalarios", ha afirmado Alfonso Cruz-Jentoft, director de la Unidad de Geriatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid, a Diario Médico. Este geriatra ha codirigido un programa de educación en nutrición geriátrica, llamado Geriatric TNT (Total Nutrition Therapy, en inglés), para "entrenar" a especialistas en Geriatría y otros profesionales de la salud que trabajan en Medicina Geriátrica.

Así, alrededor de 30 geriatras europeos han participado en este programa interactivo de dos días de duración, organizado por la Sociedad de Medicina Geriátrica de la Unión Europea (Eugms, según sus siglas en inglés) y la compañía Abbott, que les ha ofrecido formación para cuidar la salud y la nutrición de las personas mayores.
  • Tratando la sarcopenia (pérdida de masa y fuerza muscular en la vejez ligada a la nutrición) se evita la discapacidad y la dependencia funcional

Según ha detallado Cruz-Jentoft, este programa -que consta de once temas: cuatro talleres y siete casos clínicos- aborda varios aspectos. "El primero es el impacto de la nutrición en la longevidad y en la dependencia funcional. El segundo repasa las diferencias en las necesidades de nutrientes en los mayores. El tercero se basa en la relación entre la nutrición y las enfermedades. El cuarto tema se refiere a la manera de intervenir en personas mayores sanas y en las que tienen determinados problemas. El quinto es el que se centra en los aspectos éticos de la intervención nutricional". Además, el programa consta de dos añadidos muy específicos: "La interacción entre nutrientes y fármacos y la salud dental de los ancianos, denominada gerodontología".

El geriatra del Ramón y Cajal ha puesto especial énfasis en explicar que, "si se trata la sarcopenia (la pérdida de masa y fuerza muscular en la vejez que se asocia a la nutrición y el ejercicio), se evita la discapacidad y la dependencia funcional".


La desnutrición, en cifras

Las tasas de desnutrición en los países occidentales se desconocen, pero "es alarmante que hasta un 40 por ciento de las personas mayores ingresadas en hospitales y un 15 por ciento en residencias de ancianos se desnutren. Cuando ingresan en el hospital, pierden, en los tres primeros días, del orden de un kilo de músculo. En la mayor parte de los casos es debido a un problema de nutrición".
  • Si los geriatras y médicos de familia tienen un mayor conocimiento sobre nutrición, detectarán a los pacientes en riesgo de desnutrición
Para Cruz-Jentoft, "el problema es que las autoridades están dejando de lado a las personas con desnutrición.Se trata de un asunto de gravedad que deben conocer, además de los geriatras, los especialistas en nutrición (principalmente endocrinos), los internistas y los médicos de familia".


Formación en cascada
Los geriatras participantes en el primer Geriatric TNT, celebrado en Segovia, han recibido también actualizaciones sobre evidencias científicas relacionadas con la desnutrición, herramientas de cribado y valoración, así como sobre buenas prácticas en intervención nutricional. El programa estará dirigido únicamente por médicos que hayan completado el Geriatric TNT y hayan sido certificados por la Eugms.
Tras el curso, los geriatras podrán compartir los conocimientos adquiridos sobre nutrición con sus colegas y con los familiares de sus pacientes, con el objetivo de mejorar la nutrición y el estado general de salud de las personas mayores en sus países.

"Hay una necesidad no cubierta en la formación médica donde debería estar incluida la terapia nutricional. Si los geriatras y los médicos de familia tienen un mayor conocimiento en materia de nutrición, detectarán a los pacientes en riesgo de desnutrición y podrán actuar. De esta forma, evitarán las numerosas consecuencias de la desnutrición", ha afirmado Jean-Pierre Michel, catedrático de Gerontología de la Universidad de Ginebra, en Suiza, y codirector del Geriatric TNT.

El objetivo es que los formadores instruidos en Segovia formen a otros especialistas de España, Italia, el Benelux y Sudamérica. Estambul, en Turquía, es el lugar elegido para celebrar, este año, la segunda edición del programa, donde se formará a especialistas para el resto de Europa y Asia.



LO QUE HAY QUE HACER Y LO QUE HAY QUE DESTERRAR 



CONSEJOS ALIMENTARIOS
1.Comer de todo. No evitar grupos de alimentos.
2. Beber el líquido suficiente para no deshidratarse.
3. Los porcentajes en grasas e hidratos de carbono de los alimentos son los mismos que se recomiendan a personas sanas más jóvenes. Pero sí es necesario tomar más alimentos ricos en fibra.
4. Hacer ejercicio, que permite asimilar los alimentos.
5. Tomar la cantidad adecuada de calcio, con suplementos, si se requiere. Además, usar suplementos de vitamina D para fortalecer los músculos.


FALSOS MITOS
1. El paciente anciano sólo tiene que comer una vez al día.
2. La persona mayor no puede comer los mismos alimentos que aquel que es joven.
3. Si bebe mucho líquido va a tener incontinencia, lo que lleva a beber poco.
4. Decir que un determinado alimento es malo. Lo malo es que la cantidad que se ingiere de un alimento sea desproporcionada en comparación con la ingerida del resto de alimentos.
5. Beber cualquier cantidad de alcohol es perjudicial. Se ha demostrado que las personas que beben vino diariamente (un vaso al día en el caso de las mujeres y dos vasos en el caso de los hombres) están más sanas.
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