Las células migratorias giran a la derecha si detectan cambios

Un equipo estadounidense ha descrito cómo se organizan las células migratorias cuando encuentran cambios en su entorno. Tienden a girar hacia la derecha y, cuando se encuentran con diferentes franjas horizontales de sustrato, forman largas filas horizontales.

Redacción | 20/02/2012 00:00

Cultivo celular empleado por los investigadores. (Ucla)

Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles, coordinados por Linda Demer, han descubierto que las células migratorias tienden a girar a la derecha cuando encuentran cambios en su entorno. Los resultados de este trabajo, que se publica en el último número de Circulation Research, proporcionan información sobre cómo se forman y organizan los tejidos y aportan pistas interesantes de cara al futuro desarrollo de la ingeniería tisular.

Los investigadores recrearon en un modelo de tejido lo que habían observado en células vasculares. Según explican, esa asimetría es importante para plasmar las diferencias entre los lados izquierdo y derecho de estructuras como el cerebro o una mano. Gracias al uso de microtecnología, generaron en el laboratorio una superficie de cultivo en la que se alternaban unas tiras horizontales de sustrato proteico a las que se adherían las células con otras tiras que las repelían. Estos cambios de superficie son similares a los que se encuentran las células cuando viajan a través del cuerpo.

Cuando las células migratorias atravesaban los puntos de contacto entre las secciones adhesivas y repelentes, mostraban una tendencia significativa a girar 20 grados hacia la derecha y a alinearse en largas filas paralelas, dando lugar a franjas diagonales que se extendían por toda la superficie.

Estas observaciones muestran, según ha señalado la investigadora principal, "un mecanismo y un patrón de diseño para la ingeniería de tejidos". En este sentido, Demer ha añadido que "los tejidos y los órganos no son simples colecciones de células, sino que requieren una cuidada arquitectura y un diseño para funcionar con normalidad".

Los investigadores han comprobado que las células pueden sentir los sustratos que tienen debajo, lo que influye en la dirección que toman

Sus hallazgos "demuestran que las células son capaces de distinguir entre izquierda y derecha y desarrollar una asimetría muy específica, que constituye un importante punto de referencia para la creación de tejidos y órganos".

Estos descubrimientos permitirán, en palabras de otro de los investigadores, Ting-Hsuan Chen, del Departamento de Ingeniería Aeroespacial y Mecánica de la universidad californiana, "establecer una comunicación con las células en su mismo lenguaje y saber cuándo hay que empezar a darles instrucciones para que desarrollen arquitecturas tisulares".

Células sensibles
De alguna manera, se ha visto que las células pueden sentir los sustratos que tienen debajo y esto ejerce una poderosa influencia en la dirección migratoria que toman y las formas que adoptan en el organismo. Pero lo que resulta aún más interesante, según los investigadores, es la constatación de que las células respondían a las tiras horizontales colocadas sobre la superficie de cultivo reorganizándose en líneas diagonales.
El objetivo último es aprovechar este fenómeno para lograr que las células produzcan distintas estructuras tisulares que puedan emplearse en terapias de trasplante de tejidos. El ajuste de los sustratos será el elemento clave para guiar a las células para que formen los tejidos deseados.
El siguiente paso de la investigación será lograr que las células se organicen en patrones bidimensionales e, incluso, tridimensionales.
Los científicos han indicado que este es uno de los primeros estudios que demuestra que el hecho de encontrar un cambio en el sustrato está detrás de la preferencia de las células para girar hacia la izquierda o hacia la derecha.

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