jueves, 9 de febrero de 2012

Los niños nacidos de madres tratadas con quimio son sanos - DiarioMedico.com

SE RECOMIENDA NO POSPONER EL TRATAMIENTO

Los niños nacidos de madres tratadas con quimio son sanos

Los niños nacidos de madres que recibieron un tratamiento con quimioterapia por un cáncer de mama detectado en la gestación presentan un nivel de salud similar al de la población general. La tendencia, pues, es a preservar el embarazo sin renunciar al tratamiento oncológico.
Redacción   |  09/02/2012 00:00

Los hijos de mujeres que han recibido quimioterapia durante la gestación tienen los mismos problemas de salud que se encuentran en la población general, según desvela un estudio en la edición electrónica de The Lancet Oncology. El trabajo se enmarca en una serie especial que publica The Lancet esta semana sobre el cáncer en el embarazo. El trabajo ha sido coordinado por Frédéric Amant, del Centro Multidisciplinar del Cáncer de Mama, en el Instituto del Cáncer de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).

Los investigadores estudiaron 68 gestaciones (de las que nacieron 70 niños) y en las que se administraron 236 ciclos de quimioterapia (una media de tres o cuatro por embarazo). La media de edad gestacional en el diagnóstico del cáncer de mama fue de 18 semanas. Los niños nacieron en la semana 36 de la gestación, como media, y más de dos tercios de la mujeres dieron a luz al menos en la semana 37. El ensayo ha incluido un seguimiento de 1,5 a 1,8 años de los niños.

Tras realizar una serie de pruebas neurológicas, cardiacas y diversos cuestionarios sobre salud general, los autores concluyen que en general, en cuanto a salud y conducta, los niños obtienen resultados en las pruebas similares a las de otros niños de su edad nacidos de madres que no recibieron quimioterapia.

Además, los científicos examinaron las placentas tras el nacimiento para comprobar que no había rastros de metástasis. Como precaución, no se recomendaba la lactancia materna durante las primeras semanas tras la quimioterapia.

"Nuestros hallazgos no apoyan la estrategia de retrasar la administración de quimioterapia o de provocar un parto pretérmino antes de iniciar el tratamiento, con el objeto de evitar el daño al feto. La decisión de administrar quimioterapia en una paciente gestante debería seguir las mismas pautas que en las no embarazadas. En la práctica, es posible iniciar el tratamiento desde la semana 14 de gestación en adelante, teniendo una especial atención y cuidado prenatales".

Dentro de la serie dedicada por The Lancet Oncology al cáncer en la gestación se incluye un análisis del profesor Philippe Morice, del Departamento de Cirugía Ginecológica en el Instituto Gustave Roussy, en Francia, donde se recogen datos para apoyar esta tendencia médica de preservar el embarazo tras un diagnóstico de cáncer de cérvix y de ovario.

"En el manejo del cáncer de cuello uterino que se detecta en el primer trimestre o en el inicio del segundo de la gestación, se plantean dos consideraciones: el tamaño y estadio del tumor, y los ganglios. Si el tumor es pequeño y no hay afectación ganglionar, se puede discutir el posponer el tratamiento hasta alcanzar madurez fetal para un parto pretérmino (siempre con un exhaustivo seguimiento clínico y radiológico)". Debe estudiarse cada uno de los casos de forma individual.

En el caso de un tumor avanzado (a partir del estadio II), la quimiorradiación probablemente sea mejor opción que la quimioterapia neoadyuvante, pero se necesita interrumpir el embarazo. La elección entre ambas opciones, según el autor, es "extremadamente difícil". Sobre el efecto en el útero de la quimioterapia, coinciden en que tras el primer trimestre no se asocia a malformaciones congénitas.
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