Los perfluoroalquilos interaccionan con ciertas vacunaciones pediátricas

Un estudio que se publica hoy en JAMA podría avivar la actual polémica sobre las vacunaciones pediátricas al relacionar la exposición a los compuestos de perfluorado (PFC) con una mala respuesta a las inmunizaciones.

Redacción | 25/01/2012 00:00

Se trata del primer estudio que documenta cómo los PFC, que pueden alcanzar al niño de manera prenatal (a través de la madre) y posnatal (al estar presentes en una gran variedad de materiales), pueden afectar de forma negativa a la vacunación.

Los perfluoroalquilos más comunes, por su persistencia en el agua y en la cadena alimentaria, son el ácido perfluorooctanoico o PFOA (presente en el teflón antiadherente de las baterías de cocina y en la ropa impermeable), el ácido sulfónico perfluorooctano o PFOS (en aparatos eléctricos y textiles) y el sulfonato de perfluorohexano (PFHxS). De hecho, todos se encuentran con relativa frecuencia en los análisis séricos humanos.

En el sistema inmunológico del ratón se ha demostrado recientemente, y en niveles en sangre equiparables a los detectados en la población estadounidense, una elevada sensibilidad a estos perfluoroalquilos, con efectos adversos en la inmunidad humoral. No obstante, no se había extrapolado esta sensibilidad al hombre.

Hoy se hace público un estudio, coordinado por Philippe Grandjean, de la Facultad de Salud Pública de Harvard (Boston), que se ha centrado en las respuestas inmunológicas a la vacuna de la difteria y del tétanos, en niños de las islas Feroe (ubicadas en el Mar de Noruega, entre Escocia e Islandia); el lugar se ha escogido porque la ingesta de alimentos marinos allí es alta y se presuponía, por tanto, una elevada exposición a los PFC.

Niveles elevados

El trabajo incluyó a 656 niños nacidos en esas islas entre 1999 y 2001, que se siguieron hasta 2008. Los resultados mostraron que la exposición a PFC se asociaba con una menor respuesta de los anticuerpos a las inmunizaciónes; tasas elevadas de concentración de los tres principales PFC se asociaron a un 49 por ciento menos de tasa de anticuerpos en los niños, a la edad de siete años.

"Nos han sorprendido estas nefastas asociaciones, que sugieren que los PFC podrían ser más tóxicos para el sistema inmune que las exposiciones a dioxinas", apunta Grandjean. Las concentraciones de PFC halladas son similares o incluso algo más bajas que las detectadas en mujeres estadounidenses; las de los niños de las islas a los cinco años eran menores que en los pequeños de tres a cinco años medidas en Estados Unidos entre 2001 y 2002.
(JAMA 2012; 307(4): 391-397).

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