CIRUGÍA | Insuficiencia cardiaca
Un corazón en 'la mochila'
Eufemio García conversa con el doctor González, del H. de Bellvitge (Barcelona). | Efe
- Un paciente catalán recibe un dispositivo que realiza la función del ventrículo
- Lo llevará durante tres años, hasta poder optar a un trasplante cardiaco
- En todo el mundo hay más de 5.000 personas con este tipo de dispositivo
El Hospital Universitario de Bellvitge ha trasplantado con éxito el primer corazón artificial de larga duración en Cataluña en un paciente que ya ha sido dado de alta y puede hacer vida normal.
"Ha mejorado mucho mi calidad de vida, ahora puedo salir a dar un paseo y puedo recostarme para dormir después de meses pasando las noches en vela", ha explicado en rueda de prensa Eufemio García, de 57 años, que desde hace años sufre insuficiencia cardíaca avanzada.
El paciente tuvo que abandonar su trabajo de policía local en Castellar del Vallès (Barcelona) hace 14 años por problemas con su corazón.
A causa de otras enfermedades asociadas al fallo cardíaco crónico, Eufemio no podía recibir un corazón natural, por lo que los doctores de Bellvitge le implantaron una asistencia ventricular mecánica -corazón artificial- el pasado 23 de noviembre.
Después de 40 días ingresado, el paciente fue dado de alta y lleva a cabo una vida normal, con la única prohibición de bañarse en la piscina, para evitar daños en la parte exterior del sistema implantado.
El dispositivo, llamado Incor, no sustituye al corazón entero, sino que es una turbina que complementa la función de bomba que realiza el ventrículo izquierdo, extrayendo sangre para llevarla a la aorta torácica con un flujo continuo.
Todo el sistema es intracorpóreo excepto un cable que sale por el abdomen y que está conectado a una unidad de control y a dos baterías con una autonomía de hasta 5 horas y media cada una.
En todo el mundo hay más de 5.000 personas con este tipo de dispositivo implantado, pero en España es un fenómeno reciente, con sólo dos casos anteriores al de Bellvitge: el primero en Madrid y el segundo en Córdoba.
El Hospital de Bellvitge, centro de excelencia en el ámbito de la cardiología con 19 trasplantes de corazón en 2011, lleva años implantando dispositivos mecánicos en corazones pero se insertan de forma temporal, normalmente para un plazo no superior a un mes, a la espera que aparezca un donante compatible.
De hecho, en junio de 2007, médicos de Bellvitge implantaron ya un corazón artificial, entonces también llamado de larga duración, que permitió a la receptora hacer vida normal durante cuatro meses, cuando recuperó la función cardíaca y el dispositivo fue retirado.
El caso de Eufemio es diferente porque es el primer paciente en Cataluña que hace vida normal con una asistencia ventricular mecánica de larga duración, ya que en esta ocasión el dispositivo estará implantado durante al menos tres años.
Finalizado este plazo, los doctores volverán a evaluar la situación del paciente para ver si se han superado las contraindicaciones que sufre en estos momentos para recibir un corazón natural.
"Mi idea es poder llegar a un trasplante de un corazón natural, para no tener que estar enganchado a este aparato durante mucho tiempo", ha declarado Eufemio.
"Es evidente que los casos graves de insuficiencia cardíaca avanzada no siempre pueden depender del altruismo y del azar, así que, pese a que somos líderes en donaciones en España, el futuro pasa por ampliar la instalación de corazones mecánicos", ha destacado el jefe de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca y de Trasplante Cardíaco de Bellvitge, Nicolás Manito.
Además, el coste de implantar este modelo de corazón artificial -100.000 euros- es equivalente al proceso de trasplante de un órgano natural, según el jefe de servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital, Carles Fontanillas.
En Bellvitge, alrededor del 40% de los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada ya se les implanta un mecanismo de asistencia ventricular temporal como paso previo al trasplante de un corazón de donante.
"Los tiempos de espera para un trasplante se están alargando y cada vez llegan enfermos más graves, por lo que pronto el 20% de los pacientes en situación crítica acabarán llevando un corazón artificial de larga duración", ha estimado Manito.
Sin embargo, en estos momentos no hay ningún paciente en Bellvitge que haya sido seleccionado para recibir un corazón artificial como el que lleva Eufemio.
"Ha mejorado mucho mi calidad de vida, ahora puedo salir a dar un paseo y puedo recostarme para dormir después de meses pasando las noches en vela", ha explicado en rueda de prensa Eufemio García, de 57 años, que desde hace años sufre insuficiencia cardíaca avanzada.
El paciente tuvo que abandonar su trabajo de policía local en Castellar del Vallès (Barcelona) hace 14 años por problemas con su corazón.
A causa de otras enfermedades asociadas al fallo cardíaco crónico, Eufemio no podía recibir un corazón natural, por lo que los doctores de Bellvitge le implantaron una asistencia ventricular mecánica -corazón artificial- el pasado 23 de noviembre.
Después de 40 días ingresado, el paciente fue dado de alta y lleva a cabo una vida normal, con la única prohibición de bañarse en la piscina, para evitar daños en la parte exterior del sistema implantado.
El dispositivo, llamado Incor, no sustituye al corazón entero, sino que es una turbina que complementa la función de bomba que realiza el ventrículo izquierdo, extrayendo sangre para llevarla a la aorta torácica con un flujo continuo.
Todo el sistema es intracorpóreo excepto un cable que sale por el abdomen y que está conectado a una unidad de control y a dos baterías con una autonomía de hasta 5 horas y media cada una.
En todo el mundo hay más de 5.000 personas con este tipo de dispositivo implantado, pero en España es un fenómeno reciente, con sólo dos casos anteriores al de Bellvitge: el primero en Madrid y el segundo en Córdoba.
Otros dispositivos temporales
El Hospital de Bellvitge, centro de excelencia en el ámbito de la cardiología con 19 trasplantes de corazón en 2011, lleva años implantando dispositivos mecánicos en corazones pero se insertan de forma temporal, normalmente para un plazo no superior a un mes, a la espera que aparezca un donante compatible.
De hecho, en junio de 2007, médicos de Bellvitge implantaron ya un corazón artificial, entonces también llamado de larga duración, que permitió a la receptora hacer vida normal durante cuatro meses, cuando recuperó la función cardíaca y el dispositivo fue retirado.
El caso de Eufemio es diferente porque es el primer paciente en Cataluña que hace vida normal con una asistencia ventricular mecánica de larga duración, ya que en esta ocasión el dispositivo estará implantado durante al menos tres años.
Finalizado este plazo, los doctores volverán a evaluar la situación del paciente para ver si se han superado las contraindicaciones que sufre en estos momentos para recibir un corazón natural.
"Mi idea es poder llegar a un trasplante de un corazón natural, para no tener que estar enganchado a este aparato durante mucho tiempo", ha declarado Eufemio.
Sin problemas de rechazo
Los especialistas auguran que, una vez se consiga un dispositivo totalmente interno, incluidas las baterías, es probable que muchos pacientes prefieran los corazones mecánicos, ya que se evitan los problemas derivados de un eventual rechazo."Es evidente que los casos graves de insuficiencia cardíaca avanzada no siempre pueden depender del altruismo y del azar, así que, pese a que somos líderes en donaciones en España, el futuro pasa por ampliar la instalación de corazones mecánicos", ha destacado el jefe de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca y de Trasplante Cardíaco de Bellvitge, Nicolás Manito.
Además, el coste de implantar este modelo de corazón artificial -100.000 euros- es equivalente al proceso de trasplante de un órgano natural, según el jefe de servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital, Carles Fontanillas.
En Bellvitge, alrededor del 40% de los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada ya se les implanta un mecanismo de asistencia ventricular temporal como paso previo al trasplante de un corazón de donante.
"Los tiempos de espera para un trasplante se están alargando y cada vez llegan enfermos más graves, por lo que pronto el 20% de los pacientes en situación crítica acabarán llevando un corazón artificial de larga duración", ha estimado Manito.
Sin embargo, en estos momentos no hay ningún paciente en Bellvitge que haya sido seleccionado para recibir un corazón artificial como el que lleva Eufemio.
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