Una variante en el cromosoma Y hace hereditarias a las enfermedades coronarias
(15/02/2012) - E.P.
Según datos de la Fundación Británica del Corazón, se producen cada año 88.236 muertes por esta causa en Reino Unido de las que más de la mitad se producen en hombres
Una investigación coordinada por científicos de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, ha descubierto una relación entre el cromosoma Y, y la enfermedad arterial coronaria, lo que podría explicar como esta patología puede transmitirse de padres a hijos.
El estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista The Lancet, ha sido financiado por la Fundación Británica del Corazón y se ha basado en el análisis de ADN de más de 3.000 ciudadanos pertenecientes a dos cohortes de datos.
Al agrupar y analizar todos los resultados, observaron que el 90 por ciento de los cromosomas Y de estos ciudadanos pertenecen a uno de los dos grupos principales: el llamado haplogrupo I y el R1b1b2.
Además, observaron que el riesgo de enfermedad coronaria entre los hombres que tenían un cromosoma Y del haplogrupo I era un 50 por ciento más alto que el resto, con independencia de otros factores de riesgo más comunes, como el colesterol o una presión arterial elevada, y el tabaquismo.
Los investigadores creen que este aumento del riesgo se debe a la influencia del haplogrupo I sobre el sistema inmune y la inflamación, determinante en la respuesta del organismo ante infecciones.
El profesor del Departamento de Ciencia Cardiovascular y autor de esta investigación, Maciej Tomaszewski, reconoce que quieren analizar "más a fondo" el papel del cromosoma Y para poder encontrar los genes específicos y variantes que llevan a esta asociación.
La principal novedad de estos hallazgos es que el cromosoma Y humano parece jugar un papel en el sistema cardiovascular, más allá de su determinación tradicionalmente percibida del sexo masculino, asegura.
El estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista The Lancet, ha sido financiado por la Fundación Británica del Corazón y se ha basado en el análisis de ADN de más de 3.000 ciudadanos pertenecientes a dos cohortes de datos.
Al agrupar y analizar todos los resultados, observaron que el 90 por ciento de los cromosomas Y de estos ciudadanos pertenecen a uno de los dos grupos principales: el llamado haplogrupo I y el R1b1b2.
Además, observaron que el riesgo de enfermedad coronaria entre los hombres que tenían un cromosoma Y del haplogrupo I era un 50 por ciento más alto que el resto, con independencia de otros factores de riesgo más comunes, como el colesterol o una presión arterial elevada, y el tabaquismo.
Los investigadores creen que este aumento del riesgo se debe a la influencia del haplogrupo I sobre el sistema inmune y la inflamación, determinante en la respuesta del organismo ante infecciones.
El profesor del Departamento de Ciencia Cardiovascular y autor de esta investigación, Maciej Tomaszewski, reconoce que quieren analizar "más a fondo" el papel del cromosoma Y para poder encontrar los genes específicos y variantes que llevan a esta asociación.
La principal novedad de estos hallazgos es que el cromosoma Y humano parece jugar un papel en el sistema cardiovascular, más allá de su determinación tradicionalmente percibida del sexo masculino, asegura.
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