viernes, 21 de septiembre de 2012

Terapia trióxido de arsénico ayuda pacientes con leucemia promielocítica aguda: MedlinePlus

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Terapia trióxido de arsénico ayuda pacientes con leucemia promielocítica aguda


Traducido del inglés: miércoles, 19 de septiembre, 2012
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NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio de China sugiere que en los pacientes mayores con leucemia promielocítica aguda (LPA) recién diagnosticada, el uso de trióxido de arsénico (TOA) es seguro y efectivo para inducir la remisión y como terapia prolongada después de la remisión.
El equipo del doctor Jin Zhou, del Primer Hospital Asociado, Universidad de Medicina de Harbin, Heilongjiang, publica en Cancer que los mayores no pueden tolerar el tratamiento habitual de la LPA y su pronóstico es peor que en los pacientes jóvenes.
El TOA se utiliza para tratar las recaídas de LPA, aunque había demostrado su efectividad en nuevos casos de la enfermedad, con mucha menos toxicidad.
En los adultos mayores que no tolerarían la quimioterapia convencional, podría ser una opción razonable. La principal preocupación es que su uso prolongado podría causar arsenicosis crónica o un segundo cáncer. Pero eso no ocurrió en el nuevo estudio.
El equipo utilizó TOA de un solo agente hasta cuatro años en 33 pacientes mayores de 60 con LPA recién diagnosticada.
Para inducir la remisión, se les administró TOA (Harbin Yida Pharmaceutical Co.) en una dosis de 0,16 mg/kg/día y no más de 10 mg/día. La dosis diaria total se administró por vía intravenosa durante tres o cuatro horas por día, durante 28 días. Luego de una pausa terapéutica de entre cinco y siete días, se les volvió a administrar el fármaco hasta alcanzar el criterio estandarizado de remisión.
El 88 por ciento de los pacientes alcanzó una remisión hematológica completa (RHC) de la enfermedad con una dosis promedio de 400 mg. Sólo tres participantes no tuvieron una respuesta leucocítica característica a la inducción con TOA, incluido un aumento temprano de la cantidad de glóbulos blancos, neutropenia subsiguiente, y luego la recuperación de los glóbulos blancos.
Los autores aseguran que más del 90 por ciento de los pacientes con LPA responden al tratamiento, pero que eso "nunca había ocurrido con otras enfermedades, lo que sugiere que la respuesta leucocítica característica a la inducción con TOA tendría una alta sensibilidad y especificidad, a la vez que serviría como una nueva validación del diagnóstico de LPA".
Durante la inducción de la remisión, la leucocitosis fue el efecto adverso más común (64 por ciento de los pacientes). Se detectó el síndrome de diferenciación definitiva, que puede ser grave o fatal, en cinco pacientes con fiebre, edema, disnea, ortoapnea, efusión pleural bilateral y/o hidropericardio, y estuvo asociado con leucocitosis grave.
Esos pacientes mejoraron al controlar la leucocitosis progresiva, suspender temporalmente el TOA y utilizar dexametasona entre tres y cinco días.
Casi el 58 por ciento de los pacientes tenían neutropenia de grado tres o cuatro.
Se pudieron controlar y revertir los efectos adversos no sanguíneos, como las anormalidades del ECG, las reacciones gastrointestinales, la disfunción hepática y el edema.
Veintiocho pacientes utilizaron TOA después de la remisión, lo que incluyó varios regímenes semanales con intervalos y prolongados gradualmente de dos a seis semanas el primer año y durante seis u ocho semanas los tres años posteriores.
El equipo asegura que este enfoque terapéutico prolongado controla la aparición de arsenicosis crónica, entumecimiento de las extremidades y pigmentación cutánea, y es especialmente indicado para los pacientes seniles que metabolizan los fármacos lentamente.
Los efectos adversos durante el tratamiento posterior a la remisión fueron leves y pasajeros, y no necesitaron tratamiento.
Aunque la terapia periódica con TOA duró más de cuatro años, el equipo no pudo asociar con el tratamiento los efectos tóxicos graves o la aparición de segundos cánceres.


FUENTE: Cancer, online 28 de agosto del 2012
Reuters Health

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