evita el ataque del sistema inmune materno
La gestación imprime una memoria inmune que podría servir en vacunas
En la gestación se generan linfocitos T reguladores que configuran una memoria inmunosupresora capaz de evitar el ataque de las defensas maternas al feto. La existencia de este tipo de memoria, como se demuestra en un estudio en Nature, podría servir para evitar complicaciones en el embarazo y para tratar ciertas enfermedades autoinmunes.
Redacción | 27/09/2012 00:00
El sistema inmunológico tiene un papel determinante en la consecución de un embarazo libre de complicaciones; en concreto, una gestación sana depende de la capacidad materna para tolerar los antígenos aportados por el padre, que provocan las defensas de la madre. Los soldados que integran ese ejército defensivo son los linfocitos T reguladores (Treg): el sistema inmunológico de la gestante estimula estas células para evitar selectivamente el ataque y rechazo de los tejidos fetales como algo extraño al organismo materno.
Un equipo de investigadores del Centro Hospitalario Infantil de Cincinnati (Ohio, Estados Unidos) demuestra esta función de las células Treg y, en una investigación con ratones, revela que estos linfocitos generados en la gestación se mantienen tras el parto y se reagrupan con destacada rapidez con el objeto de proporcionar protección en subsiguientes gestaciones. Estas conclusiones se publican hoy en la revista Nature.
El hallazgo podría servir para desarrollar vacunas o inmunoterapias con las que prevenir nacimientos prematuros y otras complicaciones de la gestación como la preeclampsia. Para ello, los científicos sugieren que habría que estimular a este grupo de linfocitos T supresores.
Sing Sing Way, médico en el Departamento de Enfermedades Infecciosas del citado hospital americano y autor principal de la investigación, explica que "demostramos que los linfocitos T CD4 reguladores o supresores pueden formar determinada memoria inmunológica. Nuestra investigación ilustra así por qué las complicaciones se reducen en subsiguientes gestaciones comparadas con la primera, pero además podría aplicarse al desarrollo de nuevas vías para controlar el equilibro que debe regir entre la estimulación de las defensas y su supresión con el fin de evitar enfermedades autoinmunes".
Fetales
El estudio llevado a cabo sobre ratones ha demostrado que durante la gestación, para evitar el ataque del sistema inmune materno al feto, se generan Treg específicos fetales. Esas células persisten tras el nacimiento para reasociarse con cierta celeridad, de cara a ulteriores gestaciones.
Los investigadores demuestran que esa tolerancia se lleva a cabo mediante la generación de una serie de Treg maternos que reconocen específicamente los antígenos fetales. Este grupo de células suprimen el ataque no autoinmune en el feto, pero al mismo tiempo permiten al sistema inmunológico de la madre rechazar las infecciones.
"Con estos datos, podemos diseñar vacunas que actúen específicamente sobre los linfocitos T supresores (las actuales estimulan al subtipo de linfocitos T que activan la respuesta inmune). Una vacuna dirigida hacia las células inmunosupresoras permitiría silenciar respuestas no deseadas y evitar el ataque autoinmune", continúa Way.
Una vez demostrado que los linfocitos Treg pueden generar y retener la memoria inmunológica, parece viable el desarrollo de nuevos tipos de vacunas contra enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1 y la artritis idiopática juvenil.
(Nature; DOI: 10.1038/ nature11462).
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