Ningún niño debería usar gafas sin el
consejo de un oftalmólogo
La revisión
de la vista en niños sólo debe supervisarla un oftalmólogo
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Si
el ojo vago no se corrige antes de los 8 años puede ser irreversible
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El
dolor de cabeza asociado a mal rendimiento escolar y la fotofobia pueden
indicar una patología ocular,
Barcelona, 28 de septiembre de 2012. La revisión de la vista en niños sólo deben
realizarla los oftalmólogos, ya que el retraso en el diagnóstico de patologías
oculares puede tener graves consecuencias, según los expertos reunidos en el 88
congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).
"Casi
todas las comunidades autónomas tienen establecido que cuando el pediatra
detecta una posible patología oftalmológica remita a la óptica en lugar de al
oftalmólogo", advierte el doctor Jose Augusto Abreu, presidente del Grupo
Español de Oftalmología Pediátrica de la SEO. La principal consecuencia de esta
práctica, asegura, es "el retraso en el diagnóstico de muchas patologías,
lo que puede ocasionar un agravamiento de las mismas". A juicio de este
experto, "ningún niño debería usar gafas sin el consejo de un oftalmólogo".
Algunas
pruebas diagnósticas, como la dilatación de la pupila, "sólo puede
realizarlas un oftalmólogo", confiesa el doctor Abreu. Además, trastornos
de la visión, como la hipermetropía "pueden ofrecer un falso diagnóstico
en una revisión rutinaria, ya que durante unos minutos o unas horas el niño
puede forzar la vista para leer de cerca". La visión binocular también
"puede no ser diagnosticada correctamente si las pruebas se realizan con
cada ojo por separado". Por otro lado, algunos síntomas tardan en ser
diagnosticados en el niño, como el dolor de cabeza asociado a mal rendimiento
escolar y la fotofobia, que pueden indicar una patología ocular, y que un
oftalmólogo puede detectar. Este especialista recomienda acudir al oftalmólogo
en caso de alguno de estos síntomas o de encontrar alguna diferencia entre los
dos ojos en su forma o su funcionalidad.
Los niños
pueden tener las patologías oculares del adulto, aunque es más frecuente la
aparición el estrabismo y la ambliopía (conocida como ojo vago), relacionadas
entre sí. En ambos casos, el diagnóstico y tratamiento precoz, antes de que el
ojo complete su evolución permiten que el trastorno desaparezca de adulto. El
estrabismo es la pérdida del paralelismo de los ojos, de modo que cada uno mira
en una dirección. En algunos casos, la desviación es intermitente y se produce,
sobre todo, en situaciones de cansancio o debilidad. Puede aparecer antes de
los 6 meses de vida (congénito), durante la niñez o, en algunos casos, en edad
adulta, debido a un trastorno de los músculos oculares o por un defecto en la
visión, señala el doctor Josep Visa, presidente de la Sociedad Española de
Estrabología (SEE). La consecuencia más grave del estrabismo es el ojo vago. Para
evitar ver doble, el cerebro del niño suprime la visión de uno de de los ojos,
que es el que se vuelve vago o
amblíope. El tratamiento del ojo vago es más fácil cuanto más pequeño es el
paciente, ya que se le enseña a ver, lo que no puede lograrse en niños más
mayores. Por eso, "si no se corrige antes de los 8 años puede ser
irreversible", apunta el doctor Abreu.
Una sola operación para eliminar gafas y estrabismo
Si existe un
defecto refractivo asociado al estrabismo, el tratamiento indicado en niños es
la corrección óptica (gafas o lentillas), que puede curar la patología. Cuando
se haya desarrollado una ambliopía, se debe recuperar la visión de ese ojo
tapando el ojo sano para que trabaje más el ojo vago. Si continúa la
desviación, es necesaria la cirugía de los músculos oculomotores, encargados de
mover el globo ocular, revela la doctora Ana Galán, miembro de la junta
directiva de la SEE.
En el
tratamiento de adultos, uno de los avances más destacados, según el doctor
Visa, es la posibilidad de corregir el estrabismo a partir de los 18 años, en
la misma cirugía para corregir defectos de refracción, de modo que el paciente
"puede, además, dejar de utilizar gafas y lentillas". Todo ello en un
procedimiento ambulatorio en el que se emplea anestesia local. Otro de los
avances en el tratamiento quirúrgico es el uso de tejido amniótico para reparar
las cicatrices originadas por intervenciones recurrentes, señala.
Para más información:
Carlos Mateos/ Rocío Jiménez/
Olga Vaz. COM SALUD
Tels.: 685 53 6816 -93 186 00 32- 628 15 35 43
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