Las enfermedades mentales graves y la nicotina están estrechamente relacionados

El simposio Tabaquismo, nicotina, y psicosis: mejorando lo presente, que se ha celebrado en la primera jornada del Congreso Nacional de Psiquiatría de Bilbao, ha destacado la estrecha relación que existe entre la nicotina y las enfermedades mentales graves.

I. Revuelta. Bilbao | 27/09/2012 00:00

Edorta Elizagárate, jefe de la Unidad de Psicosis Refractaria del Hospital Universitario de Álava, ha presentado un estudio realizado en su centro en el que participaron 25 fumadores con una media de 44 años de edad. Se pretendía valorar la respuesta de estos sujetos frente a un programa de cesación tabáquica.

A pesar de la alta prevalencia del consumo, los pacientes con enfermedades psiquiátricas han estado hasta ahora excluidos de los estudios en los que se evalúan las estrategias para la erradicación del hábito tabáquico.

Motivación

El estudio ha sido coordinado por el área de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y dirigido por Julio Bobes y consta de dos fases: una primera con terapia motivacional y la segunda con tratamiento farmacológico específico junto a terapia para prevención de recaídas.

Los datos señalaban que un 12 por ciento de los pacientes consiguieron una abstinencia completa; el 60 por ciento siguió fumando de forma normal; y el 28 por ciento redujo su consumo a la mitad.

En este contexto, el especialista ha subrayado que el tratamiento del tabaquismo en poblaciones clínicas con trastorno mental grave "constituye una exigencia y un deber para estos pacientes" y ha afirmado que estos "programas mejorados y mejor adaptados deberán implantarse hasta que los antipsicóticos del mañana mejoren no sólo los síntomas psiquiátricos, sino también la dependencia a la nicotina de nuestros pacientes más graves".

Nicotina como fármaco
Por su parte, Manuel Gurpegui, catedrático en Psiquiatría de la Universidad de Granada, ha recordado que "fumar intensamente se asocia a un peor pronóstico en el curso de la esquizofrenia y que el tabaco puede ser usado por los pacientes para automedicarse porque el efecto de la nicotina podría reducir algunos de los síntomas de la enfermedad, al corregir defectos neuroquímicos y efectos secundarios de la medicación antipsicótica".

Javier Ballesteros, profesor de la Universidad del País Vasco, ha dicho que estudios básicos de laboratorio han demostrado que potenciando la actuación de la acetilcolina mejora la cognición.