martes, 19 de febrero de 2013

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Aprobada en EEUU la primera retina artificial para tratar la ceguera en pacientes con retinitis pigmentaria

20/02/2013 - E.P.

Se espera mejorar el dispositivo para que pueda ser utilizado en el tratamiento de la ceguera relacionada con la degeneración macular asociada a la edad

La Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA) ha aprobado el uso de la primera retina artificial, un dispositivo que tras ser implantado consigue devolver algunas funciones a la retina, lo que ayuda a restaurar la visión a personas ciegas a causa de la retinitis pigmentaria, un trastorno genético poco común.

El dispositivo conocido como prótesis de la retina Argus II está destinado a reemplazar la función de las células sensibles a la luz en la retina destruidas por esta enfermedad hereditaria.

"En los pacientes que han sido implantado el dispositivo hasta la fecha, la mejora en la calidad de vida ha sido destacable", ha señalado Mark Humayun, de la Universidad de Keck Southern California School of Medicine y Viterbi de USC School of Engineering, quien ayudó a desarrollar el dispositivo.

El Argus II fue aprobado para su uso en Europa en 2011 y ha sido implantado en 30 pacientes en un ensayo clínico que se inició en 2007. En octubre, los asesores de la FDA votaron por unanimidad aprobar el dispositivo. Está recomendado a adultos mayores de 25 años, con retinitis pigmentaria muy avanzada.

En el ensayo clínico, la mayoría de los 30 participantes mejoraron su capacidad de ver y tocar un objeto tras un fondo blanco, detectar la dirección de un movimiento, reconocer las letras grandes y frases, ver los bordillos de la calle e incluso hacer coincidir una pareja de calcetines.

El sistema Argus II funciona mediante la conversión de imágenes de vídeo capturadas por una cámara en miniatura alojada en unas gafas externas que debe llevar el paciente que trasmiten una serie de pequeños impulsos eléctricos de forma inalámbrica a la superficie de la retina. Estos impulsos se destinan a estimular las células restantes de la retina que resultan en la percepción correspondiente de patrones de luz en el cerebro. El paciente aprende a interpretar estos patrones visuales y con ello recuperar alguna función visual.

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