Afinando la analgesia mediante el uso de dispositivos de control

El Hospital de La Paz emplea ANI, de la compañía francesa MetroDoloris, para controlar la efectividad de la analgesia. Por ahora lo usan sobre todo en niños, pero el objetivo es extenderlo a todos los pacientes.

David Rodríguez Carenas | 26/02/2013 00:00

Pilar Morán y Francisco Reinoso, del Hospital Universitario La Paz, en Madrid. (DM)

El ajuste de las dosis de analgesia en las operaciones cada vez es más preciso, pero no garantiza el cien por cien de efectividad. En los casos en los que la dosis ha sido menor de la debida, la mejor fuente para saberlo es el propio paciente. Pero no siempre es posible contar con esa información, y la tecnología se está encargando de intentar evitarlo.

Como posible solución están surgiendo los monitores que aumentan el control de la analgesia, como ANI, de la compañía francesa MetroDoloris y distribuido en España por Dräger Medical. En el Hospital Universitario La Paz, de Madrid, han empleado este monitor con todo tipo de pacientes, pero sobre todo "con niños que están acostumbrados a muchas intervenciones quirúrgicas, a perfusiones de sedación... a los que no se les pueden administrar las mismas dosis de sedación", explica Pilar Morán, médico adjunto del Servicio de Anestesia del Hospital Infantil de La Paz, que recuerda lo importante que es determinar las aportaciones extra de los dispositivos en un momento en el que hallar financiación es muy complicado.

Por eso, pese a que en edad preverbal ayude mucho a determinar las buenas dosis de anestesia y analgesia, "dispositivos de este tipo se usarán con todos los pacientes para medir el buen o mal control del dolor". Para ese futuro, Morán también cree que estos dispositivos pueden mejorar, siendo compatibles con marcapasos o trasplantes de corazón.

Según Francisco Reinoso, jefe clínico del Servicio de Anestesia del Hospital Infantil de La Paz, la intención del centro es emplearlo en la Unidad de Dolor Infantil de La Paz. "Es muy útil en el tratamiento del dolor en el quirófano".

"También ayuda a medir el dolor objetivo y el subjetivo". A modo de ejemplo, Reinoso relata el caso de una niña de tres años que padecía cáncer: "Pese a que se le administraba una dosis alta de analgésicos opiáceos, seguía sintiendo dolor. El dispositivo nos mostró que no había dolor objetivo. Acudió a consulta de Psicología y allí le quitaron la ansiedad. El resultado es que también desapareció el dolor sin incrementar la dosis de analgésicos".