miércoles, 6 de febrero de 2013

La escoliosis influye en la autoestima y percepción corporal - DiarioMedico.com

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IMPLICACIONES CORPORALES

La escoliosis influye en la autoestima y percepción corporal

Según una tesis doctoral, el 20 por ciento de las niñas con esta patología idiopática tienen un IMC inferior a17,5.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com   |  05/02/2013 17:32


Sandra Cortés
Sandra Cortés, especialista en Medicina Familiar y Comunitativa y autora de la tesis doctoral sobre las influencias de la escoliosis en niñas. ()

La escoliosis idiopática juvenil (EI) es una deformidad de la columna vertebral y en un alto porcentaje de los casos, su etiología permanece incierta. La forma típica de presentación es una joven que entra en la adolescencia con una deformidad vertebral torácica que se manifiesta por una giba dorsal y que, generalmente, es tratada con un corsé ortopédico.

Una tesis doctoral defendida en la Universidad Católica de Valencia por Sandra Cortés Paredes, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y facultativa en el Servicio de Emergencias de Valencia y en Consultas Externas del Hospital Quirón de Valencia, ha confirmado que esta patología no sólo altera el desarrollo morfológico de la columna vertebral, sino que también tiene implicaciones en el desarrollo corporal y emocional de las niñas que la padecen.
  • Los valores antropométricos y de composición corporal se han tenido en cuenta, así como la posible existencia de alteraciones psicológicas
De hecho, el trabajo ha constatado que la EI se asocia con niveles de bajo peso (más del 20 por ciento de las niñas analizadas presentaban un IMC inferior a 17,5 -dentro del intervalo considerado como anorexia-) y trastornos emocionales, basados en la insatisfacción de la propia imagen, así como niveles de autoconcepto y autoestima más bajos que los de la población sana de su edad con bajo peso

Para realizar el estudio, se han comparado los valores antropométricos y de composición corporal del grupo  con la enfermedad con otro control. Además, se ha analizado la existencia de alteraciones psicológicas relacionadas con la autoimagen, posiblemente inducidas por la existencia de la deformidad vertebral, con la valoración de si la patología podría o no desencadenar trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

Cortés ha elaborado un estudio antropométrico de 52 niñas con EI con una edad media de 13,9 años y un ángulo de Cobb medio de 27º (20º-58º). "Para ello, se realizó la medición de la talla, peso, percentiles, IMC e índice ponderal (IP). Además, se midieron el grosor en milímetros de los pliegues cutáneos en seis localizaciones diferentes (tríceps, subescapular, abdominal, suprailíaco, muslo y pierna), así como los diámetros bi-estiloideo e intercondíleos de húmero y fémur distal (en mm) y los perímetros de brazo, muslo y pierna (en cm), estimándose posteriormente el porcentaje de grasa corporal y de tejido muscular, la masa magra, y los pesos muscular, graso, óseo, magro y residual, en base a las ecuaciones de Faulkner".

A partir de los resultados y las comparaciones realizadas, Cortés ha comprobado que el 21 por ciento de las niñas con escoliosis se situaban en rangos de bajo peso (IMC por debajo de 17,5) , en contraste con el 3,3 por ciento del grupo control -92 niñas voluntarias sin deformidad espinal que provenían de exámenes médicos escolares y con la misma edad media que las pacientes-.

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