La pérdida de peso mejora el estado psicopatológico

Un estudio del centro de salud Benita de Ávila y el Ramón y Cajal, en Madrid, sugiere que una intervención dietética influye en las alteraciones psíquicas.

Isabel Gallardo Ponce | igallardo@diariomedico.com | 19/02/2013 00:00

La pérdida de peso influye positivamente no sólo en los parámetros clínicos y bioquímicos, sino también en el estado psicopatológico, mejorando la subescala de ansiedad, estado somático y disfunción social del test de cribado psicopatológico GHQ-28, según un trabajo realizado por el Hospital Universitario Ramón y del Cajal y el Centro de Salud Benita de Ávila, ambos de Madrid, que se publica en Nutrición Hospitalaria. El trabajo ha tratado de analizar los cambios de peso y la evolución clínica de los factores de riesgo cardiovascular y la evolución psicológica de 192 pacientes obesos incluidos en el programa Probesci, que se realiza en el Ramón y Cajal, y que supone una modalidad de consulta inicial en grupo, e incluye un sistema de organización de recogida de datos que sistematiza y caracteriza la información para establecer perfiles fenotipícos de la obesidad.

Así, Marbella Piñera, médico de primaria del Centro de Salud Benita de Ávila, ha analizado los datos de pacientes con un IMC superior a 25 tratados en la Unidad de Endocrinología y Nutrición del centro hospitalario, como parte de su tesis doctoral, dirigida por Clotilde Vázquez, jefa de la unidad, y Francisco Arrieta, adjunto.

Evolución favorable
Así se observó que pequeñas pérdidas de peso determinaban una mejoría significativa de la insulinorresistencia, de los niveles de triglicéridos, de ácido úrico y de esteatosis hepática, lo que reducía el riesgo vascular, de las comorbilidades asociadas, y una reducción del perímetro abdominal. "En el 20,8 de los participantes mejoró el estado psicopatológico. De hecho, el 13 por ciento de los que tuvieron un GHQ-28 patológico inicial, lo normalizaron a los 6 meses", dice Piñera.

Los resultados confirman que el tratamiento nutricional de la obesidad tiene un efecto positivo sobre la puntuación psicopatológica. Sin embargo, "hacen falta más estudios que analicen una mejora del coste y de la eficacia de las estrategias terapéuticas de la obesidad, así como la relación causal entre ésta y los trastornos psiquiátricos, y la influencia de los parámetros psicológicos en el tratamiento", apunta Piñera. "Estamos obteniendo mucha información porque ya tenemos más de 600 casos de obesidad bien fenotipados. Los resultados de la tesis de Piñera demuestran que estas intervenciones son coste-efectivas", apunta Vázquez.

El próximo paso es adaptar al centro de salud en el que trabaja Piñera el modelo Probesci, que organiza la consulta de los pacientes obesos como talleres grupales en los que se les enseña qué tipo de dieta deben adoptar, y nociones básicas sobre alimentación, ejercicio físico y emociones. Según Vázquez, aunque sólo la segunda y la última visita son individuales, se realizan analíticas y cuestionarios completos para individualizar la dieta en función de las características del paciente y garantizar el éxito del abordaje.