martes, 19 de febrero de 2013

Unas sustancias químicas de los utensilios de cocina y las alfombras podrían aumentar el riesgo de artritis en las mujeres: MedlinePlus

Unas sustancias químicas de los utensilios de cocina y las alfombras podrían aumentar el riesgo de artritis en las mujeres: MedlinePlus


 
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Unas sustancias químicas de los utensilios de cocina y las alfombras podrían aumentar el riesgo de artritis en las mujeres

Un estudio observó los PFC, que se hallan en muchos productos, desde las sartenes antiadherentes hasta las alfombras
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_134079.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 05/16/2013)
Traducido del inglés: viernes, 15 de febrero, 2013 HealthDay Logo
Imagen de noticias HealthDay JUEVES, 14 de febrero (HealthDay News) -- Los investigadores señalan que, por primera vez, un nuevo análisis sugiere que mientras mayor es la exposición de una mujer a un tipo común de compuesto químico llamado PFC, mayor es su riesgo de desarrollar artritis.
Los investigadores no hallaron un riesgo similar en los hombres con estas sustancias, que actualmente se encuentran en muchos artículos, desde sartenes antiadherentes y recipientes de comida para llevar hasta las alfombras.
La osteoartritis, un tipo de artritis común, provoca dolor y rigidez, y conlleva una degeneración del cartílago de las articulaciones.
Y los autores del estudio enfatizaron que aunque la investigación identificó un vínculo firme entre la osteoartritis y la exposición a dos PFC (conocidos como PFOA y PFOS), por ahora el hallazgo solo se puede describir como una asociación, en lugar de una relación causal.
"Pero sí hallamos una asociación clara y firme entre la exposición a [estos] compuestos y la osteoartritis, que es una enfermedad crónica muy dolorosa", señaló la autora líder del estudio Sarah Uhl, quien llevó a cabo el estudio mientras trabajaba como investigadora en la Facultad de Silvicultura y Estudios Ambientales de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut.
"Esto añade al cuerpo de información que tenemos que sugiere que estas sustancias químicas sintéticas altamente persistentes son preocupantes para la salud pública", planteó.
El nuevo estudio aparece en la edición en línea del 14 de febrero de la revista Environmental Health Perspectives.
Uhl anotó que la exposición a los PFC es casi universal, dada su inclusión en una inmensa variedad de productos para permitir, entre otras cosas, hacer que los paquetes de comida sean a prueba de grasa, crear prendas a prueba de agua, y proteger textiles contra las manchas.
Investigaciones anteriores han relacionado la exposición a los PFC con un mayor riesgo del inicio prematuro de la menopausia en las mujeres, unos niveles más altos de colesterol "malo" LDL en hombres y mujeres, y una reducción en la efectividad de las vacunas rutinarias en los niños.
Para explorar una conexión potencial entre los PFC y la artritis, los investigadores observaron datos sobre la exposición a los PFOA y a los PFOS, recolectados entre 2003 y 2008 por la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU.
El análisis cubrió a más de 4,000 hombres y mujeres de 20 a 84 años de edad, con información disponible sobre el estatus de osteoartritis.
El equipo halló unas "asociaciones significativas" entre la incidencia de osteoartritis y la exposición a los PFOA o los PFOS entre las mujeres, pero no entre los hombres.
Las mujeres expuestas a los niveles más altos de cualquiera de las dos sustancias parecían enfrentarse a un riesgo casi doble de desarrollar osteoartritis, en comparación con las mujeres expuestas a los niveles más bajos.
La conexión entre la osteoartritis y los PFC también pareció ser más potente entre las mujeres más jóvenes (de 20 a 49) que entre las de más edad (de 50 a 84). Pero el equipo apuntó que se necesita más investigación de seguimiento para confirmar la observación.
Aunque el motivo biológico que subyace a la conexión potencial no está claro, el equipo sugirió que las sustancias podrían tener un impacto particularmente profundo sobre los equilibrios hormonales de las mujeres.
"Nuestros sistemas hormonales son increíblemente delicados, y pueden ser alterados por dosis minúsculas de sustancias que afecten a las hormonas", señaló Uhl. "Y procesos como la inflamación y la reparación del cartílago se asocian con nuestras hormonas, y también se asocian con la osteoartritis".
Independientemente de qué tenga la culpa, Uhl advirtió que es probable que el problema persista durante años, a pesar de una tendencia hacia un menor uso de los PFOA y los PFOS, fomentada por la seguridad.
"Una vez entran en el medioambiente, no desaparecen simplemente", anotó. "En las personas, duran años. Así que aunque redujéramos el uso de estas sustancias de inmediato, seguirán en el ambiente y en nuestros cuerpos durante mucho tiempo", explicó.
"No exponerse no es una opción, lo que resulta frustrante", añadió Uhl. "Pero como consumidores, diría que una de las mejores cosas que podemos hacer es llevar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio y comer bien. Porque hallamos que esas medidas pueden reducir la susceptibilidad a factores que están fuera de nuestro control".
En un comentario sobre el estudio, el Dr. Joseph Guettler, cirujano ortopédico y especialista en medicina deportiva del Hospital Beaumont en Royal Oak, Michigan, sugirió que la exposición a los PFC se debe poner en contexto como una de muchas variables que pueden potencialmente fomentar el riesgo de osteoartritis.
"También están la genética, el peso y la obesidad, y las lesiones anteriores", anotó. "Algunas personas tienen una constitución biomecánica que de cierta forma les predispone. Y otras tienen ciertos [empleos] que desgastan mucho el organismo", apuntó Guettler.
"Y ahora este estudio parece añadir un factor ambiental, los PFC, a la lista de los factores de riesgo tradicionales", continuó.
"El hecho de que no hallaran esta asociación entre los hombres me sorprende", añadió Guettler. "Plantean la hipótesis de que podría deberse a diferencias hormonales, pero anticiparía que los mecanismos principales mediante los cuales los PFC influyen sobre la artritis serían a través de su efecto sobre el proceso inflamatorio. Porque los PFC se han relacionado con la inflamación, y sabemos muy bien que la inflamación tiene un impacto negativo significativo sobre el cartílago. Definitivamente se necesita más investigación".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sarah A. Uhl, M.S., (former) researcher, Yale School of Forestry and Environmental Studies, New Haven, Conn.; Joseph Guettler, M.D., orthopedic surgeon and sports medicine specialist, Beaumont Hospital, Royal Oak, Mich.; Feb. 14, 2013, Environmental Health Perspectives, online
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