Los pacientes con LMC tratados con imatinib registran una mortalidad similar a la de la población general - DiarioMedico.com

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Publicado en 'Journal of the National Cancer Institute'
Los pacientes con LMC tratados con imatinib registran una mortalidad similar a la de la población general
Los pacientes con leucemia mielóide crónica (LMC) tratados con imatinib (Gleevec) registran una tasa de mortalidad similar a la de la población en general después de dos años de tratamiento, según un estudio publicado en la edición online del Journal of the National Cancer Institute.

Redacción - Martes, 22 de Marzo de 2011 - Actualizado a las 21:00h.


Este artículo ofrece la primera evidencia de que un cáncer diseminado puede ser controlado hasta el punto de dar a los pacientes una esperanza de vida normal. En los pacientes en este estudio, llamado Efectos a Largo Plazo de Imatinib (ILTE, por sus siglas en inglés), las tasas de supervivencia se mantuvieron altas, incluso después de ocho años del tratamiento.

Imatinib fue el primer fármaco en producir respuestas completas y duraderas en las personas con LMC. Para obtener información sobre los resultados en pacientes tratados con imatinib fuera de los ensayos, el autor principal de la investigación, Carlo Gambacorti-Passetini, de la Universidad de Milano Bicocca, en Italia, recopiló datos sobre casos de 27 centros en Europa, Norteamérica, Suráfrica, Oriente Medio y Asia.

En el estudio se evaluó a 832 pacientes que estaban en remisión completa tras dos años de recibir el medicamento. Durante el período de seguimiento se registraron veinte muertes, en torno a casi un cinco por ciento, similar a lo que cabría esperar en un grupo de la población general. Sólo seis de esas muertes estaban relacionadas con la LMC. Las reacciones adversas, como problemas en el sistema cardiovascular y digestivo, fueron padecidas por 139 pacientes, aunque sólo se relacionaron con el imatinib en 27 casos (el 19 por ciento).

Otros efectos secundarios menos graves (calambres musculares, astenia, edemas, dermatitis, diarrea y lesiones tendinosas o ligamentosas) se produjeron en más de la mitad de los individuos y se asociaron con frecuencia al consumo de imatinib. Sólo 19 pacientes dejaron de tomar imatinib por los efectos secundarios.

Gambacorti-Passetini concluye que los pacientes que ingieren imatinib "con frecuencia sufren efectos secundarios que no son graves, pero sin embargo, pueden reducir su calidad de vida". Sin embargo, sostiene que "las tasas de supervivencia y la incidencia de tumores malignos secundarios no difirió estadísticamente de la población general".
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