Un peligro de la barbacoa: tragarse alambres de los cepillos para limpiar las parrillas
Los pacientes sufren de lesiones de garganta y estómago
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_123737.html(*estas noticias no estarán disponibles después del 07/03/2012)
Traducido del inglés: miércoles, 4 de abril, 2012
Las cerdas de alambre, provenientes de los cepillos metálicos usados para limpiar las parrillas, aparentemente terminaron en la carne o el pollo a la barbacoa que comieron los pacientes, según un informe reciente. Desde allí, las cerdas llegaron a sus gargantas y estómagos, y provocaron graves problemas médicos.
Los médicos de emergencia de otros lugares dicen que lo han visto suceder. Entonces, ¿podría el estado más pequeño del país convertirse en el centro del mayor problema con las cerdas rebeldes de los cepillos para las parrillas? El Dr. David Grand, autor líder del estudio, no está tan seguro.
"Ciertamente a todos nos encanta la barbacoa, pero no puedo decir con certeza que los residentes de Rhode Island cocinen más a la parrilla que los demás estadounidenses. Es más probable que una vez nos dimos cuenta del problema, comenzamos a estar atentos a él, y si no lo buscamos específicamente, no lo hallaremos", apuntó Grand, radiólogo del Hospital de Rhode Island, en Providence.
En un periodo de 18 meses de 2009 a 2010, seis pacientes llegaron al hospital con síntomas de dolor abdominal o al tragar. Los pacientes, que tenían entre 11 y 75 años de edad e incluían a cinco niñas o mujeres, no sabían la causa, aunque todos habían comido carnes asadas a la parrilla en las últimas dos a 24 horas.
Escáneres o radiografías revelaron cerdas metálicas en el cuello o más debajo, en el sistema digestivo. En algunos casos, las cerdas provocaron problemas graves. Por ejemplo, una cerda perforó el estómago y el hígado de un paciente, que tuvo que permanecer en el hospital durante seis días.
"El tratamiento de esos pacientes conlleva la extirpación del alambre", apuntó Grand. "Si el alambre está
atrapado en la boca o la garganta, un otorrinolaringólogo o gastroenterólogo puede usar una pequeña sonda para hallar y sacar el alambre. Sin embargo, si el alambre ha perforado el intestino en el momento de la presentación, por lo general se requiere una cirugía, con la extirpación del segmento afectado del intestino".
En cada caso, los pacientes habían comido comida asada en una barbacoa que se había limpiado justo antes de cocinar. Parece que las cerdas se salieron de los cepillos, cayeron en la parrilla y terminaron en la comida. "Todos los pacientes de nuestro [grupo] comieron carne, ya fuera res o pollo", apuntó Grand. "No está claro si simplemente no cocinaban verduras, no comían verduras o si las cerdas no se adhieren tan fácilmente a las verduras colocadas en la parilla".
Los médicos de emergencias dijeron que están familiarizados con una variedad de objetos foráneos ingeridos por los pacientes, pero no con este en particular. Los palillos podrían ser lo más parecido, apuntó el Dr. Michael Lanigan, médico adjunto de medicina de emergencias del Centro Médico SUNY Downstate de la ciudad de Nueva York. Señaló que los objetos afilados pueden causar perforaciones en cualquier lugar del tracto digestivo.
¿Qué debe hacer para evitar que las cerdas lleguen a la comida cuando use la barbacoa?
"Cuando mi papá tenía una barbacoa de carbón, la enjuagaba con mucha agua para limpiar los residuos", comentó Lanigan. Las parrillas se pueden lavar en el fregadero o con una manguera, "y asegúrese de no dejar nada", aconsejó.
Grand, autor del estudio, tiene su propio método de limpieza. "Anecdóticamente, aunque no tengo pruebas científicas de que funcione, ahora limpio las parrillas con toallas de papel mojado tras usar el cepillo, esperando eliminar cualquier cerda suelta", comentó Grand.
El informe aparece en línea y en la edición impresa de abril de la revista American Journal of Roentgenology.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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