los CONTAMINANTES influyen en la enfermedad
La epigenética empieza a ser parte de los estudios infantiles
La influencia de los factores ambientales sobre el desarrollo de enfermedades empieza a tomar cuerpo en el área pediátrica. Los profesionales consideran que los cambios epigenéticos pueden producirse de forma rápida, aunque una intervención adecuada puede revertirlos.
Raquel Serrano | 30/07/2012 00:00
Antonio Nieto, del Servicio de Alergia de La Fe, de Valencia. ()
El medio ambiente es un factor de notable influencia en el desarrollo de enfermedad en la infancia, sobre todo para aquellos niños más vulnerables o con predisposición. Muy relacionado con este aspecto aparece la epigenética, cambios en el genoma humano relacionados con contaminantes de tipo ambiental, que se producen a corto plazo y que cada vez cobran más fuerza en pediatría, según Antonio Nieto, vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y jefe de la Unidad de Alergia del Hospital Infantil La Fe, de Valencia.
El pediatra ha recordado un estudio realizado en la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, en el que al exponer a ratas gestantes a una sustancia presente en los envases de plástico, el bisfenol A, desarrollaban más riesgo de diabetes, cáncer y obesidad. Además, las probabilidades se transmitían a los descendientes. Este efecto, por ejemplo, se evitaba si durante la gestación se administraban fitoestrógenos.
- Estudios en modelo animal han confirmado la posibilidad de que se produzcan cambios genéticos por factores ambientales y que sean transmitidos
Según Nieto, uno de los cuatro especialistas que formarán parte del comité científico del congreso Excellence in Paediatrics, que se celebrará en Madrid el próximo mes de noviembre, este hecho demuestra la posibilidad de que se produzcan cambios genéticos como consecuencias de factores ambientales y de que se produzcan muy rápidamente de una generación a otra. Así, los pediatras están empezando a plantearse aspectos epigenéticos en el estudio de enfermedades infantiles. Existen trabajos sobre epigenética y pediatría. Concretamente el Medall es un proyecto colaborativo internacional, con financiación de la Unión Europea y con diversas líneas de investigación, en el que está incluido el estudio de la epigenética.
España está integrada, con un estudio que evalúa la incidencia de la enfermedad alérgica que se está llevando a cabo en La Fe, el denominado INMA (Infancia y Medioambiente), que se puso en marcha hace unos seis años siguiendo una cohorte de niños desde el nacimiento, coordinado por Ferrán Ballester, del Centro de Investigación de Enfermedades de la Comunidad Valenciana. A los niños estudiados se les analiza la exposición al humo del tabaco, a componentes de alto peso molecular, metales pesados, radiaciones ionizantes y campos magnéticos, entre otros cambios. La aportación del equipo de Nieto es profundizar en la incidencia de estos factores en las enfermedades alérgicas.
Contaminación ambiental
Precisamente, el pediatra también ha recordado que el niño, por estar en una etapa de desarrollo, es mucho más vulnerable a la acción de los contaminantes ambientales, pero es que la polución no sólo afecta a las personas, sino que, en el caso de las alergias, incide en otros organismos.
- En las enfermedades alérgicas y respiratorias está bien constatada la relación entre contaminación externa, domiciliaria y genética
Hay que distinguir también, a su juicio, entre la contaminación externa y la del domicilio, "fundamentalmente a materiales que se emplean en la construcción de edificios y sustancias volátiles y el humo del tabaco, entre otros, que pueden perjudicar a los niños. Y, por supuesto, el efecto nocivo del ambiente depende en gran medida de los condicionamientos genéticos de cada persona".
EL CONTAMINANTE MÁS NOCIVO
La exposición al humo del tabaco es, según Antonio Nieto, uno de los peores contaminantes a los que puede estar expuesto un niño y, además, una de las relaciones causa-efecto mejor estudiadas. "Este hecho es preocupante, ya que cuando se implantaron las medidas de evitación del humo del tabaco en los lugares públicos hubo una cierta preocupación con respecto a la posibilidad de que los padres fumadores, al verse privados de fumar en su trabajo o en lugares públicos fumaran más en casa, lo que expondría a los niños a una mayor carga ambiental en el domicilio". Nieto afirma que se ha comprobado que esta preocupación no es real, porque "no se tiende a compensar lo que se deja de fumar fuera de casa en casa". De hecho, se ha observado que estas personas tienden a fumar menos cigarrillos, lo que favorece a sus hijos.
El humo del tabaco no es sólo el contaminante más nocivo para niños con algún problema respiratorio, sino que también está implicado directamente en patologías pulmonares, otitis media y asma, entre otros, en niños sanos.
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