EVALUAR SU SEGURIDAD Y EFICACIA
Células madre mesenquimales para tratar la incontinencia fecal
Dieciséis pacientes han sido seleccionados para participar en un ensayo clínico. El daño directo en el esfínter tras parto o cirugía, causa más frecuente de la alteración.
Laura Pérez Torres. Málaga | dmredaccion@diariomedico.com | 18/02/2014 00:00
Proceso de purificación de las células en el laboratorio del Hospital Carlos Haya, de Málaga. (Laura P. Torres)
VISTA:
Evaluar la seguridad y eficacia del tratamiento regenerativo con células madre mesenquimales de tejido adiposo administradas por vía intralesional en pacientes con incontinencia fecal estructural es el objetivo del primer ensayo clínico que se ha autorizado en las salas de producción celular del Hospital Regional Carlos Haya, de Málaga.
A partir del tejido adiposo de los propios pacientes, "se van a producir un total de 640 millones de células que serán administradas entre los 16 pacientes seleccionados para este estudio en terapias avanzadas", ha expuesto Laura Leyva Fernández, directora técnica de la sala de producción celular, quien ha subrayado que "para este estudio se producen 40 millones de células en dos jeringas que se inyectan en cada uno de los cabos del esfínter anal".
Indicios preclínicos
Los estudios preclínicos en incontinencia fecal hacen pensar que las células madre mesenquimales de tejido adiposo pueden ser adecuadas para el tratamiento de los pacientes con incontinencia fecal por daño del complejo esfinteriano, "ya que, al menos de forma teórica, se podría recuperar el tejido fibroso periesfinteriano, restituir el músculo y regenerar las vías nerviosas dañadas", ha concretado Laura Leyva.
Los estudios preclínicos en incontinencia fecal hacen pensar que las células madre mesenquimales de tejido adiposo pueden ser adecuadas para el tratamiento de los pacientes con incontinencia fecal por daño del complejo esfinteriano, "ya que, al menos de forma teórica, se podría recuperar el tejido fibroso periesfinteriano, restituir el músculo y regenerar las vías nerviosas dañadas", ha concretado Laura Leyva.
Este estudio cuenta con el apoyo de la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud, y los investigadores principales son dos especialistas de las unidades de Coloproctología de los hospitales Virgen del Rocío, de Sevilla, y Juan Ramón Jiménez, de Huelva: Fernando de la Portilla y Ricardo Rada, respectivamente.
- Se estima que entre el uno y el siete por ciento de la población general sufre incontinencia fecal, una cifra que asciende al 24 por ciento en los ancianos
Las personas que participan en el ensayo proceden de estos dos centros sanitarios y es allí donde se realiza la extracción de tejido adiposo. Así, en quirófano y bajo anestesia local, los cirujanos obtienen las células mesenquimales del tejido adiposo de cada uno de los pacientes del ensayo clínico, mediante la resección de unos 100 gramos de tejido adiposo de la pared abdominal.
Ese tejido se traslada posteriormente a las salas de producción celular de Málaga, por un transportista autorizado y formado por los técnicos de las salas, para iniciar el proceso de fabricación de células madre.
Etiología
La causa más frecuente de incontinencia fecal es el daño directo del esfínter anal tras el parto, o después de un procedimiento quirúrgico sobre la zona anal. "Este estudio consiste en implantar células madre que son autólogas, es decir, que se sacan del mismo paciente extrayéndole grasa y cultivándola; y que esas células madre con su potencial diferenciación se conviertan en los tejidos dañados de forma que los pueda sustituir total o parcialmente", ha explicado Ricardo Rada Morgades, uno de los investigadores principales.
La causa más frecuente de incontinencia fecal es el daño directo del esfínter anal tras el parto, o después de un procedimiento quirúrgico sobre la zona anal. "Este estudio consiste en implantar células madre que son autólogas, es decir, que se sacan del mismo paciente extrayéndole grasa y cultivándola; y que esas células madre con su potencial diferenciación se conviertan en los tejidos dañados de forma que los pueda sustituir total o parcialmente", ha explicado Ricardo Rada Morgades, uno de los investigadores principales.
Además, "se está haciendo el ensayo a doble ciego, en el que al 50 por ciento de los pacientes se le implantan las células madre y a la mitad restante, no", ha dicho el especialista del Hospital Juan Ramón Jiménez, quien ha añadido que, "una vez se haya cumplido esa fase, se analizarán los resultados con las distintas pruebas que tenemos para ver la gravedad de la incontinencia, y si ha supuesto una mejora o una curación completa".
Se estima que entre el 1 y el 7,4 por ciento de la población general, y hasta un 25 por ciento entre los ancianos, pueden padecer incontinencia fecal. Los resultados a largo plazo de la reparación quirúrgica no son todo lo buenos que cabría esperar, de manera que las tasas de curación disminuyen de forma progresiva a partir de los diez años tras la cirugía, no existiendo hoy en día un tratamiento satisfactorio para estos pacientes.
Entre cuatro y ocho semanas de preparación
El tratamiento de la incontinencia fecal cuenta con soluciones farmacológicas, intervenciones, implantes con agentes inertes y la neuromodulación, "pero la terapia celular tiene la ventaja de no ser invasiva al no requerir cirugía y, además, sustituimos los tejidos por otros de igual calidad", afirma Ricardo Rada.
Laura Leyva ha detallado que "se incuba el tejido en un tampón de suero con antibióticos -vancomicina y gentamicina- de forma que descontaminan el tejido". Después, se retiran los vasos sanguíneos del tejido conjuntivo y se comienza a disgregar enzimáticamente; se le añade colagenasa, que rompe las uniones intercelulares de forma que se puedan separar las células de interés, y se mantiene como mínimo una hora a 37 grados centígrados. Los tubos con el tejido y la colagenasa se centrifugan y aparecen cuatro fases: fase superior, una interfase blanca, fase acuosa y al final, un botón celular. Se recoge la interfase semisólida y el botón celular, y se filtra para retener los restos que hayan podido quedar de tejido conjuntivo sin digerir. "Por el filtro pasan las células pero no el resto de fibras del tejido conjuntivo, por lo que, al final, se obtendrá una suspensión de células", ha descrito la especialista.
En consecuencia, esa suspensión celular, denominada fracción vascular estromal del tejido adiposo, tiene una mezcla de diferentes tipos celulares: células madre mesenquimales, hematíes, linfocitos o algún fibroblasto, entre otros. Todavía no está purificada, es una mezcla de células, por lo que se deja para que se peguen a ese frasco de cultivo durante 24 ó 48 horas. Según Laura Leyva, "una de las características que definen a las células mesenquimales es que se adhieren al plástico". Una vez que las células mesenquimales se han adherido, se multiplican; dependiendo de los millones que se quieran alcanzar, este proceso dura entre cuatro y ocho semanas.
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