En el futuro, es posible que el orégano pueda tener un papel importante en la lucha contra las enfermedades gastrointestinales causadas por el norovirus. El responsable es el carvacrol, que no solo da a esta especia su sabor y olor típicos, sino que además ha demostrado poseer propiedades antivíricas. Este descubrimiento ha sido realizado por un grupo de investigadores estadounidenses y publicado en la revista Journal of Applied Microbiology.
Investigadores de la Universidad de Arizona, EE. UU., han llevado a cabo la investigación con la forma murina del norovirus, la variante más parecida a la forma humana, resistente a los antimicrobianos y desinfectantes.
En los ensayos se ha observado que el carvacrol actúa directamente en las proteínas de la cápside y degrada la capa que recubre el virus. Esto posibilita que las sustancias antimicrobianas entren en la parte interna del virus y lo maten. Los investigadores creen que el modo en el que actúa el carvacrol hace improbables posteriores resistencias. Además, el carvacrol es seguro y no produce ningún subproducto nocivo.
«El carvacrol podría utilizarse como desinfectante alimentario y, posiblemente, como desinfectante de superficies, en particular junto con otros antimicrobianos », afirmó la autora principal Kelly Bright. Podría usarse en ámbitos en los que el empleo de sustancias agresivas puede ser problemático, como colegios, residencias, hospitales, guarderías y centros de rehabilitación.
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