Entre los factores de riesgo conocidos habituales que pueden producir accidentes cerebrovasculares se encuentran, por ejemplo, la hipertensión y el tabaquismo. Investigadores estadounidenses han descubierto que el tiempo atmosférico puede influir también en la probabilidad de padecer un accidente cerebrovascular. Este estudio se presentó en la «International Stroke Conference 2014» de la American Heart Association, celebrada en San Diego, Estados Unidos.
Investigadores de la Universidad de Yale en New Haven (Connecticut, EE. UU.) analizaron datos de 134 510 individuos de Estados Unidos mayores de 18 años que habían ingresado en el hospital entre 2009 y 2010 por accidente cerebrovascular isquémico. Posteriormente, compararon estos datos con los registros climáticos.
El estudio mostró que grandes cambios diarios de temperatura y un punto de rocío alto se asociaban con mayores tasas de riesgo de accidente cerebrovascular. Sin embargo, no se observó ningún efecto sobre el riesgo de mortalidad.
Unas temperaturas anuales bajas también aumentaron el riesgo de accidente cerebrovascular. Con cada nuevo grado Fahrenheit adicional en la temperatura media, la probabilidad de hospitalización por accidente cerebrovascular descendió un 0,86 por ciento y el riesgo de muerte un 1,1 por ciento.
Los factores meteorológicos pueden ser factores estresantes que aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular, afirmó la autora del estudio Judith H. Lichtman. Por tanto, las personas con riesgo deberían intentar evitar cambios significativos de temperatura y niveles altos de humedad, ha recomendado la autora.
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