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Es poco probable que los niños con sobrepeso lo superen al crecer
Los niños de cinco años con sobrepeso se enfrentan a un riesgo cuatro veces mayor de obesidad adolescente, halla una investigación nueva
Traducido del inglés: jueves, 30 de enero, 2014MIÉRCOLES, 29 de enero de 2014 (HealthDay News) -- El sobrepeso infantil podría no ser tan lindo como parece, sugiere una investigación reciente.
Los niños de cinco años que tienen peso de más podrían enfrentarse a un riesgo cuatro veces mayor de ser obesos a los 14 años, en comparación con sus pares de peso normal, halló el estudio.
De los niños que se hicieron obesos entre los 5 y los 14 años, casi la mitad tenían sobrepeso en kínder.
"Deseábamos enterarnos de cuáles eran las edades de vulnerabilidad y de un mayor riesgo para nuevos casos de obesidad. Hallamos que los nuevos casos de obesidad tendían a aumentar temprano", apuntó la autora del estudio, Solveig Cunningham, de la Universidad de Emory, en Atlanta.
En el informe, que aparece en la edición del 30 de enero de la revista New England Journal of Medicine, los investigadores también hallaron que ni el estatus socioeconómico ni la etnia tenían un impacto sobre la obesidad.
"La obesidad afecta a los niños de todas las razas y niveles de estatus socioeconómico. Los niños de los grupos más ricos tendían a tener un riesgo algo más bajo de obesidad, pero las diferencias no fueron sorprendentes", señaló Cunningham.
La obesidad infantil es un problema bien documentado en EE. UU. Pasó de un 4.2 por ciento en 1963-1965 a un 15.3 por ciento en 1999-2000, según la información de respaldo del estudio. Las investigaciones recientes sugieren que las tasas de obesidad infantil podrían haberse nivelado, pero sigue siendo un problema grave.
Para identificar mejor las formas de intervenir y de prevenir la obesidad infantil, Cunningham y sus colaboradores deseaban ver si había momentos de vulnerabilidad en las distintas edades de los niños, o si ciertos grupos tenían un mayor riesgo.
Para hacerlo, evaluaron datos del Estudio longitudinal de la niñez temprana. Ese estudio incluyó a más de 7,700 niños de kínder (con una edad promedio de 5.6 años) de distintos lugares de EE. UU. Se midió el peso y la estatura de los niños en siete momentos distintos hasta que estaban en octavo curso (con una edad promedio de 14.1 años).
Al comienzo del estudio, el 12.4 por ciento de los niños eran obesos. El 14.9 por ciento tenían sobrepeso. Para octavo curso, el 20.8 por ciento eran obesos y el 17 por ciento tenían sobrepeso.
La incidencia anual de obesidad, que es el porcentaje de niños que se hacían obesos cada año, pasó del 5.4 por ciento en kínder al 1.7 por ciento entre el quinto y el octavo cursos.
Aunque los investigadores no saben con certeza por qué la incidencia anual de los niños que se hacían obesos se redujo a medida que los niños crecían, Cunningham teorizó que "los niños que estaban en un mayor riesgo ya se habían convertido en obesos a una edad más temprana".
Añadió que "la obesidad es un problema complejo y multifacético. Nuestros hallazgos muestran que enfocarse en los niños pequeños es importante. Muchos de los niños tenían un peso malsano antes de empezar a ir a la escuela. Las preferencias y los gustos podrían fijarse en los primeros años, de forma que podría ser un buen momento para intervenir".
"Los padres deben mantenerse enfocados en mantener un peso sano y aumentar la actividad", anotó. "A las edades tempranas, el enfoque no debe ser perder peso".
Una experta anotó que los esfuerzos deben comenzar incluso antes.
"Cuando los niños llegan al kínder con sobrepeso u obesos, eso ya los ha puesto en un camino malsano", apuntó Nancy Copperman, directora de iniciativas de salud pública de la Oficina de Salud Comunitaria y Pública del Sistema de Salud North Shore-LIJ en Great Neck, Nueva York.
Copperman añadió que si los niños llegan a kínder con sobrepeso u obesidad, el problema comenzó antes, con frecuencia al nacer con un peso alto.
En realidad, los esfuerzos de prevención deben "cambiar de perspectiva y comenzar a observar a las mujeres en edad fértil. Debemos promover la salud y las conductas saludables en ellas, porque tener un bebé que nazca con un peso sano ayuda a que ese bebé esté sano toda su vida. También podría ayudar a una mujer a mejorar sus malos hábitos antes de la llegada del niño", afirmó.
Copperman añadió que los padres deben reforzar los mensajes sobre un estilo de vida saludable para ayudar a mantener a sus hijos con un peso sano. Recomendó el programa 5210 de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics). Recomienda 5 porciones de frutas y verduras al día, no más de 2 horas frente a pantallas al día, al menos 1 hora de actividad física cada día y ninguna bebida endulzada con azúcar.
"Los padres deben recordar que están modelando las conductas de sus hijos, incluso a edades muy tempranas. No es un trabajo fácil, y las intervenciones de salud pública deben respaldar a los padres", añadió.
Más Información
Para más información sobre cómo mantener a sus hijos con un peso saludable, visite la Agencia de Investigación y Calidad de la Atención de Salud.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
© Derechos de autor 2014, HealthDay
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Solveig Cunningham, Ph.D., assistant professor, Hubert Department of Global Health, department of epidemiology, Emory University, Atlanta; Nancy Copperman, M.S., R.D., C.D.N., director, public health initiatives, Office of Community and Public Health, North Shore-LIJ Health System, Great Neck, N.Y.; Jan. 30, 2014, New England Journal of Medicine
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