sábado, 15 de febrero de 2014

La prueba de los ganglios linfáticos es una buena estrategia para el melanoma, según un estudio: MedlinePlus

La prueba de los ganglios linfáticos es una buena estrategia para el melanoma, según un estudio: MedlinePlus



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La prueba de los ganglios linfáticos es una buena estrategia para el melanoma, según un estudio

La propagación de la enfermedad se detectó y se trató antes, con una mejor supervivencia entre los pacientes que realizaron una biopsia del 'ganglio centinela'
Traducido del inglés: jueves, 13 de febrero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
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MIÉRCOLES, 12 de febrero de 2014 (HealthDay News) -- Evaluar un ganglio linfático clave en los pacientes con la forma más peligrosa del cáncer de piel es el mejor método para determinar si el cáncer se ha propagado, indica un nuevo ensayo clínico en etapa avanzada.
La prueba podría mejorar significativamente la supervivencia de aquellos cuyos ganglios linfáticos afectados se extirpen entonces, apuntaron los investigadores.
El estudio, que culmina casi dos décadas de investigación internacional, provee la primera evidencia a largo plazo que afirma el valor de un procedimiento conocido como "biopsia del ganglio centinela" para las lesiones de melanoma intermedias y gruesas, señalaron los autores del estudio.
El estudio comparó a los pacientes de melanoma durante un periodo de 10 años. Entre las personas con lesiones de grosor intermedio, aquellos cuyos ganglios linfáticos se extirparon después de que la biopsia del ganglio centinela resultara positiva para el cáncer tenían un 44 por ciento más de probabilidades de sobrevivir a su melanoma, aseguró el autor del estudio, el Dr. Mark Faries. Al otro grupo de pacientes de "espera vigilante" no se les extirparon los nódulos hasta que luego se halló que la enfermedad se había propagado.
"Tiene sentido: en los que no fueron tratados por adelantado el melanoma se propagó del ganglio centinela a otros ganglios en el área, [lo que puede favorecer] una propagación por todo el cuerpo", señaló Faries. "Este estudio provee evidencia concreta de que todo lo que habíamos supuesto sobre el procedimiento del ganglio centinela... y el tratamiento de los ganglios linfáticos es verdad".
Según la Asociación Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society), los ganglios linfáticos son unas pequeñas estructuras que funcionan como filtros de las sustancias nocivas en el cuerpo. Contienen células inmunitarias que pueden ayudar a combatir la infección al atacar y destruir los gérmenes en la linfa.
El estudio de Faries, director de investigación sobre melanoma del Instituto Oncológico John Wayne en Santa Mónica, California, y sus colaboradores aparece en la edición en línea del 12 de febrero de la revista New England Journal of Medicine.
Cada año, unos 120,000 estadounidenses son diagnosticados con melanoma, y la enfermedad mata a unos 9,000, según la Skin Cancer Foundation. El factor de riesgo más potente de la enfermedad es una exposición intensa y periódica a la luz ultravioleta de la luz solar o de las camas de bronceado, y otros factores de riesgo incluyen la piel clara y los antecedentes familiares.
El estudio, que comenzó en 1994, asignó al azar a unos 2,000 pacientes de melanoma a dos grupos. En el grupo de observación se extrajeron las lesiones y se observaron los ganglios linfáticos a la espera de la recurrencia, momento en el cual se extirparon. El grupo de la biopsia se sometió a la extirpación de la lesión y a una biopsia del ganglio centinela, con una extirpación inmediata de los ganglios linfáticos en los pacientes cuyo cáncer se había propagado al ganglio centinela.
En el melanoma, una biopsia del ganglio centinela extirpa el ganglio más cercano a una lesión y lo evalúa para buscar evidencias de cáncer. Si el ganglio centinela no está afectado, es muy poco probable que el cáncer se haya propagado a los ganglios linfáticos circundantes ni a lugares lejanos en el organismo. El procedimiento de biopsia también se utiliza para otras malignidades, sobre todo en el cáncer de mama.
En el grupo de biopsia del nuevo estudio, los resultados del ganglio centinela fueron el predictor más importante de supervivencia a 10 años entre los pacientes de melanoma cuyas lesiones se consideraban como intermedias o gruesas.
Las tasas de supervivencia libre de enfermedad de más de diez años fueron significativamente mejores en el grupo de biopsia en los pacientes con un melanoma intermedio (alrededor del 71 por ciento frente al 65 por ciento) y un melanoma grueso (casi el 51 por ciento frente al 41 por ciento).
Entre los pacientes cuyo cáncer se propagó a los ganglios linfáticos desde un melanoma de grosor intermedio, la biopsia arrojó una mejor supervivencia libre de enfermedad a los 10 años respecto a los órganos lejanos, además de una mejor supervivencia general al melanoma.
Extraer todos los ganglios linfáticos de un área del cuerpo puede provocar una dolorosa inflamación crónica del tejido conocida como linfedema. Pero este riesgo para los pacientes de melanoma puede ser respaldado por las mejoras en la tasa de supervivencia documentadas en el nuevo estudio, señaló el Dr. Charles Balch, profesor de cirugía de la división de oncología quirúrgica del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas.
Balch, coautor de un editorial que acompaña al estudio en la revista, dijo que la investigación "cambia la práctica" debido a la duración del ensayo clínico y la potencia de los hallazgos.
"Si sabemos que hay un aumento en la inflamación de la pierna o el brazo, podemos justificar mejor [la extirpación de los ganglios] al paciente si aumenta la supervivencia", señaló Balch. "Este es el estudio más grande que se ha hecho nunca sobre este tema, es multinacional y con el seguimiento más prolongado. Realmente es un trabajo seminal".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Mark Faries, M.D., director, melanoma research, John Wayne Cancer Institute, Santa Monica, Calif.; Charles Balch, M.D., professor of surgery, division of surgical oncology, University of Texas Southwestern Medical Center, Dallas; Feb. 12, 2014, New England Journal of Medicine., online
HealthDay

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