Los pacientes con una prótesis de cadera o rodilla pueden seguir mejorando meses después de la rehabilitación
20/02/2014 - E.P.
La cirugía de reemplazo de cadera y rodilla son procedimientos comunes en los pacientes de edad avanzada que aumentarán a medida que envejezca la población, pero los especialistas deben saber cómo hacer estas cirugías más eficiente y baratas
Un estudio de la Universidad de Texas en Galveston, Estados Unidos, ha revelado que las personas con una prótesis de rodilla o de cadera pueden seguir mejorando incluso meses después de la intensa rehabilitación a la que deben someterse, según los resultados publicados en el 'Archives of Gerontology and Geriatrics'.
En este trabajo se analizaron datos de 12.199 pacientes estadounidenses en los que se implantó una prótesis de rodilla o cadera entre 2008 y 2010, cuya edad media era 71 años, y todos ellos habían estado ingresados en centros de rehabilitación después de la cirugía.
Los investigadores recopilaron información sobre la capacidad funcional y autonomía del paciente en tres etapas: cuando se decidió su intervención, cuando fueron dados de alta del centro de rehabilitación y entre 3 y 6 meses después, cuando ya vivían en sus casas.
Los aspectos funcionales cubrían todo, desde comer, bañarse y subir escaleras a habilidades cognitivas o problemas de memoria, y en todos los casos se calificaron con una escala de 1 a 7, en la que los números más altos representaban un mejor funcionamiento.
En cuanto a la movilidad, antes de la cirugía presentaban una puntuación media de 1,6 en dicha escala, algo que mejoró hasta el 4,2 de media tras concluir la rehabilitación, y siguió en alza hasta lograr los 5,6 puntos de media meses más tarde.
Dados los costes tan elevados, no todos los pacientes que reciben una prótesis pueden ser enviados a centros de rehabilitación donde ser atendidos bajo la supervisión de un médico personal, reconocen los autores, y generalmente suelen acudir a estos centros quienes tienen un problema añadido de salud.
Sin embargo, apunta Kenneth Ottenbacher, autor del estudio, el trabajo muestra que "si se permite a los pacientes alcanzar cierta mejoría el resto de su recuperación podría llevarse a cabo por su cuenta".
Además, el director del programa de Artritis en el Hospital Nacional de Rehabilitación MedStar de Washington, Robert Bunning, que no ha participado en el estudio, añade que los resultados también confirman que "la rehabilitación intensiva es una buena inversión".
Una investigación presentada en la reunión anual de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos del año pasado predijo que las prótesis de rodilla aumentarán un 673 por ciento hasta afectar a 3,5 millones de personas en 2030, mientras que la implantación de prótesis de cadera crecerá un 174 por ciento.
Para ver si esta rehabilitación logra ser efectiva a largo plazo, entre 5 y 10 años después de la intervención, los autores reconocen que se necesitan hacer seguimientos más prolongados de estos pacientes.
De hecho, el epidemiólogo de la Universidad de Maryland en Baltimore (EE.UU) Jay Magaziner considera que es probable que su funcionalidad pueda disminuir de nuevo en el futuro.
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