La Comunidad de Madrid encabeza un ensayo de células madre cardiacas de donante para reparar tejido infartado
Madrid (31-02/02/2015) - Redacción
• Administran células de un donante para reparar el tejido dañado en el corazón por infarto de miocardio agudo
• El Hospital General Universitario Gregorio Marañón coordina el primer ensayo en humanos con células madre cardiacas alogénicas avalado por la Comisión Europea
• Hasta el momento se han intervenido a siete pacientes que evolucionan favorablemente
El Hospital General Universitario Gregorio Marañón de la Comunidad de Madrid coordina el primer ensayo en humanos con células cardiacas alogénicas, es decir, procedentes de donantes y no del propio paciente. Es la primera vez que se administran este tipo de células para reparar el daño provocado tras un infarto agudo de miocardio con una afectación grave del tejido cardiaco. El desarrollo del estudio y el producto se ha desarrollado en España por la empresa de biotecnología Coretherapix, perteneciente al grupo Genetrix.
Así lo ha conocido el consejero de Sanidad madrileño, Javier Maldonado, tras la presentación realizada por el jefe de servicio de Cardiología, Francisco Fernández-Avilés, junto con la presidenta de la empresa del Grupo Genetrix, Cristina Garmendia.
Estas células se administran por vía intracoronaria, con un procedimiento seguro y sencillo similar a la realización de una angioplastia. El mecanismo de acción consiste en limitar el daño sufrido tras el infarto y producir nuevo tejido cardiaco, por activación de la capacidad regenerativa local del propio corazón. La administración de las células se lleva a cabo siete días después de que el paciente haya sufrido el infarto, cuando su situación clínica se ha estabilizado y cuando el efecto cardio-reparador puede ser más eficaz.
En el marco de este ensayo clínico se tratarán un total de 55 pacientes. Actualmente ya se han intervenido a 7 enfermos cuya evolución es muy favorable pese a que presentaban una afectación grave del tejido cardiaco. El material celular se obtiene, previo consentimiento del donante, de tejido cardíaco desechado durante intervenciones quirúrgicas, tales como cirugías valvulares. Las células se expanden en laboratorio hasta alcanzar la dosis necesaria, que es de 35 millones por paciente. De esta manera, el producto puede ser cualificado antes de su uso y estar disponible para ser administrado al paciente en el momento en que así lo aconseje la práctica clínica.
"Estas células alogénicas, es decir, que no proceden del propio paciente sino que se obtienen del corazón de donantes, se procesan y se almacenan, lo que permite disponer de ellas de manera inmediata sin tener que esperar las 4 u 8 semanas que podría durar el procesado de las células del propio paciente. Además de esta importantísima ventaja, esta aproximación permite la selección de donantes cuyas células presenten un mayor potencial reparador. Las células alogénicas antes de ser procesadas son estudiadas exhaustivamente, limitándose el proceso de producción exclusivamente a aquellas que funcionan de forma óptima", explica Francisco Fernández-Avilés, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón.
Los estudios pre-clínicos han puesto de manifiesto que estas células producen factores con un gran potencial terapéutico y provocan una mayor respuesta en el tejido cardiaco, mayor que el que se ha descrito para células de otras fuentes. Es decir, son células procedentes del corazón, lo que las hace idóneas para el tratamiento del corazón infartado.
La mejora en los protocolos de actuación temprana tras un infarto ha disminuido considerablemente la mortalidad en el momento agudo de la enfermedad, sin embargo, ha incrementado el número de pacientes que sufre una insuficiencia cardiaca crónica, para los que no existe una terapia eficaz. Este nuevo tratamiento pretende mejorar la calidad de vida y la supervivencia de estos enfermos.
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