Las células madre neuronales humanas restauran funciones cognitivas deficientes por la quimioterapia
17/02/2015 - E.P.
Los agentes quimioterapéuticos empleados para tratar cáncer desencadenan la inflamación en la región cerebral responsable de muchas capacidades cognitivas, tales como el aprendizaje y la memoria
Los tratamientos con células madre neuronales humanas se están mostrando prometedores para revertir los déficit de aprendizaje y memoria después de la quimioterapia, según concluye un equipo de investigadores de la Universidad de California en Irvine (UCI), Estados Unidos, que se publica en la edición de 'Cancer Research'.
En estudios preclínicos con modelos experimentales, encontraron que las células madre trasplantadas una semana después de la finalización de una serie de sesiones de quimioterapia restauraron una gama de funciones cognitivas, como se vio un mes después mediante pruebas de comportamiento. En contraste, los modelos experimentales no tratados mostraron un deterioro significativo del aprendizaje y la memoria.
El uso frecuente de la quimioterapia para combatir varios tipos de cáncer puede producir disfunción cognitiva grave, a menudo calificada como "quimiocerebro", que puede persistir y manifestarse de muchas maneras mucho después de finalizar los tratamientos hasta en el 75 por ciento de los supervivientes, un problema de especial preocupación con los pacientes pediátricos.
"Nuestros resultados proporcionan la primera evidencia sólida de que el trasplante de células madre neuronales humanas se puede utilizar para revertir los daños inducidos por la quimioterapia en el tejido sano del cerebro", afirma Charles Limoli, profesor de Oncología de Radiación en UCI.
Muchos agentes quimioterapéuticos empleados para tratar tipos de cáncer dispares desencadenan la inflamación en el hipocampo, una región cerebral responsable de muchas capacidades cognitivas, tales como el aprendizaje y la memoria. Esta inflamación puede destruir neuronas y otros tipos de células en el cerebro.
Además, estos compuestos tóxicos dañan la estructura conectiva de las neuronas, denominadas dendritas y axones, y alteran la integridad de las sinapsis, los vínculos vitales que permiten a las neuronas pasar señales eléctricas y químicas por todo el cerebro. Limoli compara el proceso con la poda de las ramas y las hojas de un árbol.
En consecuencia, las neuronas afectadas son menos capaces de transmitir importantes mensajes neuronales que subyacen en el aprendizaje y la memoria. "En muchos casos, las personas experimentan deterioro cognitivo grave que es progresivo y debilitante --explica Limoli--. Para los pacientes de cáncer pediátrico, los resultados pueden ser particularmente devastadores, dando lugar a un coeficiente intelectual reducido, comportamiento asocial y disminución de la calidad de vida".
Para el estudio de la UCI, se trasplantaron células madre neurales adultas en el cerebro de modelos experimentales después de la quimioterapia, las cuales emigraron por todo el hipocampo, donde sobrevivieron y se diferenciaron en múltiples tipos de células neuronales. Además, estas células activaron la secreción de factores de crecimiento neurotróficos que ayudaron a reconstruir las neuronas heridas.
Es importante destacar que Limoli y sus colegas vieron que las células injertadas protegieron a las neuronas de acogida, evitando así la pérdida o promocionando la reparación de neuronas dañadas y sus elementos estructurales más finos, en alusión a las espinas dendríticas.
"Esta investigación sugiere que las terapias con células madre algún día se llevarán a cabo en la clínica para proporcionar alivio a los pacientes que sufren de trastornos cognitivos sucedidos como resultado de sus tratamientos contra el cáncer. Aunque todavía queda mucho trabajo, puede ser posible realizar un ensayo clínico para analizar la seguridad de estos enfoques en unos pocos años", adelanta.
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