MÁS MACRÓFAGOS
El equilibrio inflamatorio rige la evolución del cáncer pulmonar
Un incremento de macrófagos se asocia a buen pronóstico, mientras que el aumento de la concentración de células reguladoras es un signo negativo.
Carmen Cáceres. Sevilla | dmredaccion@diariomedico.com | 19/03/2015 00:00
Ana Rouzaut, Delvys Rodríguez y David Vicente. (Carmen Cáceres)
VISTA:
El carcinoma pulmonar es una enfermedad inflamatoria por su origen. "En la mayoría de los casos se desarrolla en un contexto fuertemente inflamatorio por la exposición del epitelio bronquial a distintos tipos de carcinógenos como los derivados del tabaco", ha explicado Ana Rouzaut, del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, durante el I Foro Traslacional de Inmunoterapia del Cáncer organizado en Sevilla por el Grupo Español de Terapias Inmunobiológicas en Cáncer (Getica).
Existen evidencias que demuestran que un fenotipo efector o un incremento del número de macrófagos se asocian a buen pronóstico y, por el contrario, el aumento de la concentración de células reguladoras está asociado a un peor pronóstico. "Por tanto, es importante el equilibrio de las células inflamatorias dentro del tumor", ha afirmado.
Los cánceres de pulmón son muy poco inmunogénicos. "La respuesta inmune se bloquea a distintos niveles: mediante la producción por el tumor de factores solubles que sean inmunosupresores, por una presentación aberrante antigénica, por una inhibición directa del tumor hacia las células del sistema inmunológico y por una selección por parte del tumor del tipo de infiltrado leucocitario que recibe y que exporta".
Las moléculas más relevantes para este carcinoma son: TGF-β1, prostaglandina E2, interleucina-10 y el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). Según Rouzaut, el endotelio tumoral es capaz de reclutar o no determinadas poblaciones leucocitarias. "Se ha descrito que, aunque esté en presencia de inflamación, al tener en su contexto factores proangiogénicos, como VEGF, hace que se bloqueen los receptores de integrinas y se construya una barrera física al paso de leucocitos".
Así las cosas, el endotelio no es un observador pasivo, sino que modula la respuesta inmune dentro del tumor; "por eso es importante considerar combinaciones triples en las que se haga un targeting del propio tumor, de las moléculas que bloquean la respuesta inmune y del endotelio", concluye Rouzaut.
Inmunoterapias
Delvys Rodríguez, del Hospital Insular de Gran Canaria, abordó los nuevos fármacos. "Pembrolizumab es muy prometedor; y ya sabemos, gracias a un estudio en fase I, que en pacientes pretratados, nivolumab en monoterapia tiene un índice de respuesta alto (17 por ciento) y que hay un subgrupo (3 mg por kilo) que puede llegar hasta un 27 por ciento de supervivencia a los tres años". Y añade: "Sabemos que hay actividad anti-PD-1 y anti-PD-L1, aunque no sabemos cuál es la dosis óptima, la mejor secuencia y combinación".
Delvys Rodríguez, del Hospital Insular de Gran Canaria, abordó los nuevos fármacos. "Pembrolizumab es muy prometedor; y ya sabemos, gracias a un estudio en fase I, que en pacientes pretratados, nivolumab en monoterapia tiene un índice de respuesta alto (17 por ciento) y que hay un subgrupo (3 mg por kilo) que puede llegar hasta un 27 por ciento de supervivencia a los tres años". Y añade: "Sabemos que hay actividad anti-PD-1 y anti-PD-L1, aunque no sabemos cuál es la dosis óptima, la mejor secuencia y combinación".
Otras inmunoterapias en cáncer de pulmón son los anti-CTLA-4 (ipilimumab y tremelimumab) y TIM-3, que es un inmunomodulador negativo cuya expresión va ligada a un mal pronóstico. "Es una diana que actúa en múltiples niveles y es sinérgica con la inhibición a nivel anti-PD-1", comenta David Vicente, oncólogo del Hospital Universitario Virgen Macarena, de Sevilla. También está LAG-3, que es un check point negativo cuyo bloqueo favorece la aparición de respuesta y beneficio clínico.
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