Los hombres y los mayores de 65 años duermen mejor cerca de entornos naturales
25-28/09/2015 - E.P.
La naturaleza nos hace más activos, y dormimos mejor
Investigadores de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, han descubierto que los hombres y las personas de más de 65 años suelen dormir mejor cuando están en un entorno natural o cerca de él, ya sea un bosque o un parque, la playa o el mar, según los resultados de un trabajo que publica la revista 'Medicine Preventive'.
"No se debe subestimar la importancia del sueño de calidad", ha reconocido Diana Grigsby-Toussaint, una de las autoras de este trabajo, que ha recordado que diferentes investigaciones ya han asociado los problemas de sueño con una peor salud física y mental, una menor capacidad cognitiva y un aumento de la obesidad.
En este caso, analizaron datos de un estudio de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) que evaluaba diferentes hábitos de vida de un total de 255.171 adultos para saber si había alguna relación entre la calidad del sueño y vivir cerca de entornos naturales.
Los investigadores completaron los datos de cada participante con un índice estadounidense que mide las áreas geográficas del país por sus atractivos naturales, y tuvieron también en cuenta otros factores como las horas de luz solar a lo largo del año (claves en la regulación del ritmo circadiano de una persona) y la temperatura media a lo largo del año.
Al ser preguntados por la calidad del sueño en el último mes, vieron que la respuesta más común fue que habían dormido mal durante menos de una semana.
"Sin embargo, resultó interesante ver en toda la muestra que las personas que decían tener problemas para dormir entre 21 y 29 días al mes tenían una menor probabilidad de tener cerca zonas verdes y entornos naturales, en comparación con los que dormían mal menos de una semana", reconoció Grigsby-Toussaint.
Además, en el caso de los hombres, la relación entre una buena calidad del sueño y la cercanía a la naturaleza era mucho más fuerte que en las mujeres. Asimismo, en los mayores de 65 años los entornos naturales también constituyeron una fuerte ayuda para dormir pero, en ese caso, no hubo diferencias entre hombres y mujeres.
El análisis de los datos reveló que, en líneas generales, las personas que viven en entornos naturales suelen presentar un mayor nivel de actividad física, que generalmente se ha asociado a mejores patrones de sueño, lo que podría explicar esta asociación.
Y para explicar las causas de por qué beneficia más a hombres, los investigadores creen que una hipótesis podría deberse a que en espacios naturales las mujeres suelen mostrarse más preocupadas por su inseguridad, aunque se necesitan más estudios que lo corroboren.
Lo que sí queda claro, según explican, es que la naturaleza puede convertirse en una ayuda para las personas que tienen problemas para dormir a medida que envejecen.
"De hecho, los resultados deben servir para que las residencias y espacios dedicados a los mayores cuenten con más iluminación, zonas ajardinadas o espacios abiertos que permitan realizar actividades al aire libre", han resaltado.
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