lunes, 19 de junio de 2017

Cervical Cancer Prevention (PDQ®)—Health Professional Version - National Cancer Institute

Cervical Cancer Prevention (PDQ®)—Health Professional Version - National Cancer Institute

Instituto Nacional Del Cáncer

Prevención del cáncer de cuello uterino (PDQ®)–Versión para profesionales de salud





SECCIONES





Descripción general





Nota: también están disponibles sumarios separados del PDQ sobre Exámenes de detección del cáncer de cuello uterino y Tratamiento del cáncer de cuello uterino.


Quiénes están en riesgo

Los tipos carcinogénicos del virus del papiloma humano (VPH) son los agentes microbios patógenos, etiológicos principales que causan prácticamente todos los casos de cáncer de cuello uterino. El tipo VPH 16 (VPH-16) y el tipo VPH 18 (VPH-18) se les relaciona casi siempre con enfermedad invasiva.[1,2] Debido a que el VPH se trasmite durante el coito, hay una relación con el aumento del riesgo de cáncer de cuello uterino, de la iniciación de las relaciones sexuales a una edad más joven y con una cantidad mayor de parejas sexuales durante la vida.[3] La inmunodepresión es otro factor de riesgo para el cáncer de cuello uterino; por ejemplo, la coinfección con el virus de inmunodeficiencia humana puede conducir a una infección vírica prolongada y constante (es decir, no desaparece).[4,5] Una vez se presenta la infección por VPH, hay muchos factores adicionales que se vinculan con un riesgo mayor de presentar, eventualmente, cáncer de cuello uterino. Estos incluyen un número alto de partos, uso prolongado de anticonceptivos orales y consumo de cigarrillos de manera activa o pasiva.[6-8] El riesgo aumenta conforme a la duración e intensidad del tabaquismo. La exposición del útero al dietilestilbestrol (DES) también se vincula con un aumento en el riesgo de presentar displasia de cuello uterino.[9]

Factores con pruebas adecuadas de un aumento de riesgo de cáncer de cuello uterino

Virus del papiloma humano

Con base en pruebas sólidas obtenidas en estudios de observación, la infección por el virus del papiloma humano (VPH) se relaciona con la presentación de cáncer de cuello uterino.
Magnitud del efecto: el VPH se ha involucrado como el principal agente infeccioso etiológico que causa prácticamente todos los casos de cáncer de cuello uterino.
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de estudios de cohorte y de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Inmunodepresión

Con base en pruebas sólidas, el estado de inmunodepresión se relaciona con un aumento de riesgo de cáncer de cuello uterino.
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de estudios de cohorte y de casos y controles.
  • Validez interna: buena
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Relaciones sexuales a una edad temprana con una cantidad grande de parejas

Con base en pruebas sólidas, el inicio de la actividad sexual a una edad temprana y con una gran cantidad de parejas se relacionan, ambas, con un aumento en el riesgo de infección por VPH y presentación subsiguiente de cáncer de cuello uterino.
Magnitud del efecto: las mujeres que tienen su primera relación sexual a los 17 años o menos, o que han tenido seis parejas sexuales o más, presentan aproximadamente dos o tres veces más riesgo de tener cáncer de células escamosas o adenocarcinoma de cuello uterino, en comparación con las mujeres de 21 años o más, o que han tenido una sola pareja sexual.[3]
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de estudios de cohorte y estudios de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Número alto de partos

Con base en pruebas sólidas, el número alto de partos se relaciona con un aumento de riesgo de cáncer de cuello uterino en mujeres infectadas por el VPH.
Magnitud del efecto: entre las mujeres infectadas por el VPH, aquellas que tuvieron siete o más embarazos a término tienen un riesgo de aproximadamente cuatro veces más de presentar cáncer de células escamosas en comparación con las mujeres nulíparas, y las mujeres infectadas con el VPH también presentan un riesgo mayor, de dos a tres veces que el de las mujeres que tuvieron uno o dos embarazos a término.[6]
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de estudios de cohorte y de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Uso prolongado de anticonceptivos orales

Con base en pruebas sólidas, el uso prolongado de anticonceptivos orales se relaciona con un aumento de riesgo de cáncer de cuello uterino en mujeres infectadas por el VPH.
Magnitud del efecto: entre las mujeres infectadas por el VPH, aquellas que usaron anticonceptivos orales durante 5 a 9 años tienen una incidencia aproximadamente tres veces más alta de cáncer invasor; aquellas que los usaron durante 10 años o más tienen un riesgo aproximadamente cuatro veces más alto.[7]
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de estudios de cohorte y de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Exposición al humo de cigarrillos

Con base en pruebas sólidas, el tabaquismo tanto activo como pasivo se relaciona con un aumento de riesgo de cáncer de cuello uterino en mujeres infectadas por el VPH.
Magnitud del efecto: entre las mujeres infectada por el VPH, aquellas que fuman o fumaron cigarrillos tienen una incidencia de aproximadamente dos a tres veces de presentar una neoplasia intraepitelial de grado alto o cáncer invasor. El tabaquismo pasivo también se relaciona con aumento de riesgo, pero en menor medida.
  • Diseño del estudio: pruebas obtenida de estudios de cohorte y de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Exposición al dietilestilbestrol

Con base en pruebas sólidas, la exposición al dietilestilbestrol (DES) se relaciona con un aumento de riesgo de presentar adenocarcinoma de células claras de cuello uterino.
Magnitud del efecto: aproximadamente 1 de cada 1000 mujeres expuestas a DES in utero presentarán adenocarcinoma de células claras de cuello uterino.
  • Diseño del estudio: pruebas obtenida de estudios de cohorte.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Factores con pruebas adecuadas de una disminución del riesgo del cáncer de cuello uterino

Abstinencia sexual

Con base en pruebas sólidas, la abstinencia de actividad sexual se relaciona con una reducción casi total del riesgo de presentar cáncer de cuello uterino.
Magnitud del efecto: la abstinencia sexual esencialmente impide la trasmisión del VPH.
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de cohortes y estudios de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Intervenciones con pruebas adecuadas de una disminución del riesgo de cáncer de cuello uterino

Vacunación contra el virus del papiloma humano

Beneficios
Con base en pruebas sólidas, la vacunación contra el VPH-16 o el VPH-18 es eficaz para prevenir la infección por el VPH en personas sin infección previa y se relaciona con una incidencia reducida de neoplasia intraepitelial de cuello uterino de grados 2 y 3. Por extrapolación, estas vacunas también se deberán relacionar con una incidencia reducida de cáncer de cuello uterino.
Magnitud del efecto: la vacunación contra el VPH-16 y el VPH-18 reduce la incidencia y persistencia de infecciones con una eficacia de 91,6 % (intervalo de confianza [IC] 95 %, 64,5–98,0) y de 100 % (IC 95 %, 45–100), respectivamente. No se conoce su eficacia más allá de 6 a 8 años.
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de ensayos aleatorizados controlados.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.
Perjuicios
Con base en pruebas sólidas, los perjuicios de las vacunas contra el VPH incluyen reacciones en el sitio de la inyección, mareos y síncope, cefaleas y fiebre. Las reacciones alérgicas son excepcionales.
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de ensayos aleatorizados controlados.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.

Uso de barreras de protección durante el coito

Beneficios
Con base en pruebas sólidas, el uso de métodos de barrera (por ejemplo, preservativos) durante el coito se relaciona con una disminución del riesgo de cáncer de cuello uterino.
Magnitud del efecto: el uso regular de una barrera de protección disminuye la incidencia de cáncer de cuello uterino (riesgo relativo, 0,4; IC 95 %, 0,2–0,9).
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de estudios de cohorte y de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.
Perjuicios
Con base en pruebas razonables, el uso de métodos de barrera durante el coito se relaciona con pocos perjuicios graves. Los métodos de barrera se pueden romper, lo que posiblemente resulte en un embarazo no deseado. Se pueden presentar reacciones alérgicas al material de barrera (por ejemplo, látex natural).
  • Diseño del estudio: pruebas obtenidas de estudios de cohorte y de casos y controles.
  • Validez interna: buena.
  • Congruencia: buena.
  • Validez externa: buena.


Bibliografía
  1. Schiffman M, Castle PE, Jeronimo J, et al.: Human papillomavirus and cervical cancer. Lancet 370 (9590): 890-907, 2007. [PUBMED Abstract]
  2. Trottier H, Franco EL: The epidemiology of genital human papillomavirus infection. Vaccine 24 (Suppl 1): S1-15, 2006. [PUBMED Abstract]
  3. Berrington de González A, Green J; International Collaboration of Epidemiological Studies of Cervical Cancer: Comparison of risk factors for invasive squamous cell carcinoma and adenocarcinoma of the cervix: collaborative reanalysis of individual data on 8,097 women with squamous cell carcinoma and 1,374 women with adenocarcinoma from 12 epidemiological studies. Int J Cancer 120 (4): 885-91, 2007. [PUBMED Abstract]
  4. Abraham AG, D'Souza G, Jing Y, et al.: Invasive cervical cancer risk among HIV-infected women: a North American multicohort collaboration prospective study. J Acquir Immune Defic Syndr 62 (4): 405-13, 2013. [PUBMED Abstract]
  5. Grulich AE, van Leeuwen MT, Falster MO, et al.: Incidence of cancers in people with HIV/AIDS compared with immunosuppressed transplant recipients: a meta-analysis. Lancet 370 (9581): 59-67, 2007. [PUBMED Abstract]
  6. Muñoz N, Franceschi S, Bosetti C, et al.: Role of parity and human papillomavirus in cervical cancer: the IARC multicentric case-control study. Lancet 359 (9312): 1093-101, 2002. [PUBMED Abstract]
  7. Moreno V, Bosch FX, Muñoz N, et al.: Effect of oral contraceptives on risk of cervical cancer in women with human papillomavirus infection: the IARC multicentric case-control study. Lancet 359 (9312): 1085-92, 2002. [PUBMED Abstract]
  8. Appleby P, Beral V, Berrington de González A, et al.: Carcinoma of the cervix and tobacco smoking: collaborative reanalysis of individual data on 13,541 women with carcinoma of the cervix and 23,017 women without carcinoma of the cervix from 23 epidemiological studies. Int J Cancer 118 (6): 1481-95, 2006. [PUBMED Abstract]
  9. Hoover RN, Hyer M, Pfeiffer RM, et al.: Adverse health outcomes in women exposed in utero to diethylstilbestrol. N Engl J Med 365 (14): 1304-14, 2011. [PUBMED Abstract]


  • Actualización: 31 de marzo de 2017






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SECTIONS





Changes to This Summary (06/16/2017)

Added text to note that based on solid evidence, screening with the Papanicolaou test and screening with the human papillomavirus (HPV) DNA test reduces cervical cancer incidence; these screening test are covered in the Cervical Cancer Screening summary.
Revised text to state that all forms of the HPV vaccine are currently recommended by the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) in the United States as a two-dose schedule at least 6 months apart for adolescents younger than 15 years; the current CDC recommendation for older individuals is to receive the original three-dose series. Also added text to state that a recent international study compared a two-dose schedule with a three-dose schedule in adolescents younger than 15 years who received the 9-valent HPV vaccine; the antibody response was noninferior in the two-dose schedule, supporting the current recommendation that two doses are sufficient for this age group (cited Iversen et al. as reference 28).
This summary is written and maintained by the PDQ Screening and Prevention Editorial Board, which is editorially independent of NCI. The summary reflects an independent review of the literature and does not represent a policy statement of NCI or NIH. More information about summary policies and the role of the PDQ Editorial Boards in maintaining the PDQ summaries can be found on the About This PDQ Summary and PDQ® - NCI's Comprehensive Cancer Database pages.


  • Updated: June 16, 2017

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