La presión arterial demasiado baja también aumenta el riesgo de glaucoma
Esta patología es la primera causa de ceguera irreversible en mayores de 40 años, la mitad de las cuales está sin diagnosticar
El Médico Interactivo | 12 - Junio - 2017 14:30 h.
La presión intraocular es la principal causa de glaucoma, si bien unos índices de presión arterial demasiado bajos también constituyen un factor de riesgo en el desarrollo de esta patología, principal causa de ceguera irreversible en mayores de 40 años. Este ha sido uno de los temas abordados por los expertos asistentes a la IV Revisión Anual de Esteve en Madrid, que también han tratado los principales avances en superficie ocular y córnea, cirugía, retina, inflamación ocular y oculoplástica.
La jornada está avalada por la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), la Sociedad Española de Glaucoma (SEG), la Sociedad Española de Superficie Ocular y Córnea (GESOC), la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto Refractiva (SECOIR), la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), la Sociedad Española de Inflamación Ocular (SEIO) y la Sociedad Española de Cirugía Plástica Ocular y Orbitaria (SECPOO).
Daños en el nervio óptico
En el glaucoma, si el drenaje del líquido del interior del ojo falla, aumenta la presión intraocular y causa daños en el nervio óptico. Pero está comprobado que tener unos niveles de tensión arterial excesivamente bajos también puede causar glaucoma. “La hipotensión influye en la irrigación del cerebro y del nervio óptico. Y es más probable, incluso con presiones intraoculares no muy altas o normales, llegar a desarrollar un glaucoma”, ha explicado Julián García Feijoo, jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. “Es un tema trascendente, porque está comprobado y afecta a un número significativo de personas, sobre todo aquellas que están sobretratadas con terapia antihipertensiva”.
En el glaucoma intervienen factores como la vulnerabilidad del nervio óptico de cada persona, la presión intraocular, la presión arterial e incluso la presión intracraneal, “porque de todo esto depende la irrigación del nervio óptico. Hay pacientes que no tienen una presión intraocular elevada y desarrollan glaucoma, un 10% aproximadamente, pero es porque los otros factores tienen un mayor peso”.
Se calcula que el 2% de la población española tiene glaucoma, es decir, unas 900.000 personas, siendo más frecuente a edades más avanzadas –entre los 70-75 años su incidencia es del 8%. Además, la mitad están sin diagnosticar, básicamente porque el glaucoma es una enfermedad que no duele y que al principio puede ser asintomática.
“La alteración de la visión periférica del glaucoma generalmente pasa desapercibida, ya que el ojo puede compensar en parte el problema, y la pérdida de visión es lenta. Por ello es importante a partir de ciertas edades, una revisión oftalmológica anual”.
Nuevas terapias
En este encuentro de Madrid también se ha hablado de las nuevas terapias, con sistemas de liberación prolongada de los fármacos (anillos de silicona, por ejemplo), que contribuyen a mejorar la adherencia terapéutica. “La mitad de los pacientes no cumple el tratamiento prescrito. Básicamente por olvidos o por despistes y, en enfermos mayores, porque tienen dificultades a la hora de administrarse el tratamiento. Además, entre un 30-50% utiliza más de un fármaco, lo cual aún complica más la adherencia”.
En este apartado se han dado a conocer los resultados del Estudio EAGLE1, que aporta las primeras evidencias sobre la idoneidad de extraer el cristalino en pacientes con glaucoma de ángulo estrecho, incluso cuando éste está en perfectas condiciones, un debate que en los últimos años ha estado encima de la mesa. “En este tipo concreto de glaucoma, el iris bloquea el drenaje del líquido del ojo, como si fuera un tapón. Quitando el cristalino, ganamos espacio y la zona queda más abierta, de modo que el drenaje es más fácil. Es el primer estudio que justifica el coste beneficio de este procedimiento, demostrando que la evolución del glaucoma es mejor, ha dicho el experto.
Ácidos grasos omega 3
En la mesa de superficie ocular y córnea se ha hablado de la mayor frecuencia del ojo seco –afecta al 15% de los mayores de 55 años- debido a distintos factores, entre los que se incluye el tipo de alimentación. Según José Manuel Benítez del Castillo, catedrático de Oftalmología de la Universidad Complutense de Madrid, “ahora comemos más carne, rica en omega 6, y menos verduras, frutas y pescado azul, ricos en omega 3, con lo cual favorecemos el ojo seco. Es cierto que cada vez más gente toma suplementos de omega 3, pero la cantidad en general es muy poca”.
Otros factores a tener en cuenta son “el mayor conocimiento de la enfermedad, el envejecimiento progresivo de la población y el mayor uso de pantallas, (móviles, tablets, ordenador, etc.), los aires acondicionados, la calefacción, haberse operado de miopía,…”. También las diferencias entre sexos. “Las mujeres tienen 10 veces más prevalencia de ojo seco que los hombres debido una menor cantidad de andrógenos, que protegen frente a esta patología mientras que los estrógenos la favorecen. Además, en la menopausia, la cantidad de andrógenos desciende aún más”.
Trasplantes de córnea
En cuanto a los trasplantes de córnea, “antes se realizaban de todo el espesor corneal, de la córnea entera. Pero ahora son trasplantes lamelares, sustituyendo sólo la capa dañada de la córnea, y con nuevas técnicas, como DSAEK, DMEK o DALK”. Las ventajas son importantes: un único donante puede servir para dos receptores y, al trasplantar una menor cantidad de tejido, se traduce en un menor riesgo de rechazo, “algo fundamental si tenemos en cuenta que el 10% de los pacientes necesitan más de un trasplante y que cuantos más trasplantes, mayor es el riesgo de rechazo”.
Finalmente, también se ha hablado de los tratamientos regenerativos, especialmente en queratitis neurotrófica, una patología que altera los nervios de la córnea produciendo úlceras. Concretamente, del factor de crecimiento nervioso recombinante humano, una nueva terapia capaz de regenerar los nervios afectados y cerrar la úlcera que la Agencia Europea del Medicamento tiene previsto aprobar este año.
Cirugía de la catarata y miopía
En el campo de la cirugía de la catarata y de la miopía se ha destacado la evolución de las lentes intraoculares que sustituirán al cristalino tras la cirugía de cataratas que, como las trifocales, permiten ver en distancia de lejos, intermedia (distancia de ordenador) y de cerca (distancia de lectura). También se han presentado nuevas lentes con profundidad de foco que permiten una visión continua sin interrupciones o saltos en la agudeza visual. “Se buscan nuevos materiales de estas lentes que disminuyan la opacificación de la cápsula posterior, para evitar tener que solventar este problema a posteriori con láser”. Y se han presentado nuevas técnicas en cirugía refractiva (para miopía y presbicia) como la técnica Smile.
Inyecciones en DMAE
Otro foco de interés han sido las patologías relacionadas con la retina, más teniendo en cuenta que algunas patologías asociadas a esta parte posterior del ojo son las principales causas de ceguera, como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) –en mayores de 50 años- o la retinopatía diabética –en menores de 50 años y la maculopatía miópica-.
En la DMAE, que afecta a una parte de la retina, la mácula, se ha debatido cómo optimizar el tratamiento con inyecciones de fármacos antiangiogénicos, “ya que supone una sobrecarga asistencial y económica para el sistema y es un tema pendiente de resolver”, según José María Ruiz Moreno, presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV).
Este debate también está abierto en el edema macular diabético, complicación de la retinopatía diabética, y principal causa de pérdida de visión en personas con diabetes causada por un engrosamiento de la mácula por alteración de los vasos sanguíneos de la retina que dejan salir líquido y lípidos a la zona central de la mácula. En la retinopatía diabética proliferativa también se han analizado las ventajas e inconvenientes del tratamiento con láser o con fármacos antiangiogénicos.
Tecnología 3D
Una técnica que se está aplicando es la tecnología 3D en las intervenciones de retina. “Con la posibilidad de que todo el personal de quirófano puede participar en tiempo real en la cirugía y ver lo mismo que el cirujano y también con una gran ventaja en docencia. Asimismo, podemos tener resultado inmediato con la OTC intraoperatoria para saber si hemos quitado todo el tejido que queríamos quitar y ver cómo está la retina realmente. Mejora mucho la precisión en las intervenciones. Sin embargo, aún queda mejorar los resultados de ambas técnicas para que sustituya de una forma completa al microscopio”.
Inflamación ocular y oculoplástica
En la edición 2017, REVISIÓN Anual ha incorporado un nuevo tema a su programa: la inflamación ocular, disciplina de máxima actualidad. En este apartado, los expertos han analizado la repercusión de la infección por el virus zika y por el virus del ébola en el ojo, presentando la experiencia de varios países.
Una parte de la mesa de oculoplástica se ha dedicado al estudio de la parálisis facial y a las distintas técnicas para su tratamiento. También se han abordado las novedades más recientes en la terapia del carcinoma de la glándula lagrimal, un tumor en las glándulas que segregan las lágrimas, y una patología de gran complejidad.
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