Un estudio prospectivo multicéntrico en pacientes coinfectados con VIH y VHC que iniciaron la terapia anti-VHC entre febrero de 2012 y febrero de 2016 en 14 centros hospitalarios en España ha constatado que la erradicación del VHC en personas también coinfectadas con VIH puede tener, a medio plazo, un efecto negativo al favorecer un incremento del riesgo de padecer un evento cardiovascular así como de ateroesclerosis preclínica.
Según esta investigación, realizada por expertos de
Gesida (Grupo de Estudio del SIDA de la Seimc), entre ellos Juan Berenguer, del Hospital Gregorio Marañón en Madrid, sobre una población de 237 pacientes, se tuvo constancia que la presencia respuesta viral sostenida se relacionó con un aumento estadísticamente significativo del riesgo cardiovascular en la escala de Framingham. En los pacientes que no presentaron la erradicación del VHC no se constató aumento en dicha escala de riesgo.
Los destalles de esta investigación se han presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), en Boston.
En los pacientes con la erradicación del virus C, el aumento del riesgo cardiovascular fue impulsado por la subida del colesterol LDL sérico. Según diversos estudios, un nivel más alto de colesterol LDL implica una mejor respuesta al tratamiento anti-VHC en pacientes coinfectados. Esto se debe al hecho de que el receptor celular del colesterol LDL también funciona como receptor para la hepatitis C, de modo que se produce una competencia por acceder al mismo. De esta manera, unos mayores niveles de colesterol LDL favorecen una menor unión del VHC a las células.
Tanto en el caso de pacientes con y sin respuesta sostenida, este estudio encontró pequeños incrementos en la velocidad de la onda de pulso aórtico y el grosor íntima medial carotídeo. La velocidad de onda de pulso aórtico está considerado como el patrón oro para la medición de la rigidez arterial, es un predictor independiente de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular en sujetos aparentemente sanos. Por su parte, el grosor íntima medial carotídeo es un predictor de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular en adultos sin antecedentes de enfermedad cardiovascular.
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