CIRUGÍA CARDÍACA
La miniesternotomía inferior en niños es segura y poco costosa
Los procedimientos mini-invasivos han llegado también a la cirugía cardíaca de los más pequeños.
María R. Lagoa. Vigo | 05/03/2018 00:00
Una niña de dos años intervenida por una comunicación intraventricular a través de una mini-esternotomía inferior; la incisión en piel es menor de 5 cm y muy alejada del escote. (Chuac)
La miniesternotomía inferior es una intervención que está dando muy buenos resultados en el abordaje de las cardiopatías congénitas, fundamentalmente de los defectos septales. El primer grupo en aplicarla de manera sistemática fue el del Hospital Infantil de Boston de la Universidad de Harvard, dirigido por Pedro J. del Nido, a finales de los 90. En España todavía son muy pocos los centros que la utilizan de manera rutinaria.
El Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac), centro de referencia del sistema nacional de salud para cirugía cardiaca infantil, es uno de los que más experiencia acumula. Desde 2009 y hasta el momento se ha intervenido ya a casi 200 niños, según ha confirmado a DM el jefe de Cirugía Cardíaca Infantil, Víctor Bautista, principal responsable de estas cirugías en el hospital coruñés, ya que durante tres años se formó con el grupo de Del Nido en Estados Unidos.
Bautista ha destacado entre las principales ventajes de la miniesternotomía inferior -una pequeña incisión de cuatro centímetros en la parte inferior del esternón, a través de la que se opera al paciente- que las complicaciones disminuyen, los niños tienen menos sangrado y su incorporación a la vida cotidiana es más rápida: "Es así porque se evita la fractura del hueso". A medio y largo plazo el efecto cosmético es muy superior al de la cirugía convencional.
En la literatura médica se han descrito algunos inconvenientes como el aumento de los tiempos de circulación extracorpórea o un abordaje incómodo debido a que el cirujano utiliza un espacio más reducido para intervenir. Sin embargo, Víctor Bautista aduce que es muy poco lo que aumenta el tiempo quirúrgico (en total, la operación dura dos o tres horas) y que la miniesternotomía inferior permite, si surge algún problema, reconvertir el abordaje y realizar una esternotomía media completa. Es una posibilidad que no cabe en otras técnicas mini-invasivas menos utilizadas, como la minitoracotomía derecha.
De los 200 niños operados en el Chuac, sólo se ha tenido que hacer en dos casos. Tuvo que modificarse la estrategia porque la canulación de los pacientes era dificultosa debido a motivos anatómicos. Como en los demás pacientes, el desenlace fue satisfactorio. En la serie no se produjo ningún fallecimiento.
Otra ventaja de este procedimiento es que no se necesita un instrumental distinto al que se emplea en las cirugías abiertas. "En definitiva, el procedimiento es, sin duda, muy seguro y poco costoso", concluye el jefe de Cirugía Cardíaca Infantil del hospital coruñés.
Eso sí, para obtener buenos resultados con la cirugía mini-invasiva es necesario centralizar este tipo de procedimientos en centros especializados y que los especialistas que realicen estas técnicas dominen la cirugía convencional y tengan, además, un entrenamiento específico.
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