sábado, 17 de agosto de 2019

Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez (PDQ®) 4/6 –Versión para pacientes - Instituto Nacional del Cáncer

Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez (PDQ®)–Versión para pacientes - Instituto Nacional del Cáncer

Instituto Nacional Del Cáncer

Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez (PDQ®)–Versión para pacientes



Aparato digestivo

PUNTOS IMPORTANTES

  • Dientes y mandíbulas
    • Los problemas en los dientes y las mandíbulas son efectos tardíos que es más probable que se presenten después del tratamiento de ciertos cánceres infantiles.
    • La radiación dirigida a la cabeza y ciertos tipos de quimioterapia aumentan el riesgo de efectos tardíos en los dientes y las mandíbulas.
    • Los efectos tardíos que afectan los dientes y las mandíbulas a veces causan ciertos problemas de salud.
    • Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en los dientes y las mandíbulas incluyen caries dentales (cavidades) y dolor en la mandíbula.
    • Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en la boca y las encías, se utilizan ciertas pruebas.
    • La atención dental regular es muy importante para los sobrevivientes de cáncer infantil.
  • Tubo digestivo
    • Los efectos tardíos en el tubo digestivo es más probable que se presenten después del tratamiento de ciertos cánceres infantiles.
    • La radiación dirigida a la vejiga, la próstata y los testículos, así como ciertos tipos de quimioterapia aumentan el riesgo de efectos tardíos en el tubo digestivo.
    • Los efectos tardíos que afectan el tubo digestivo a veces causan ciertos problemas de salud.
    • Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en el tubo digestivo incluyen dolor abdominal y diarrea.
    • Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en el tubo digestivo, se utilizan ciertas pruebas y procedimientos.
  • Hígado y conductos biliares
    • Los efectos tardíos en el hígado y los conductos biliares es más probable que se presenten después del tratamiento de ciertos cánceres infantiles.
    • Ciertos tipos de quimioterapia y radiación dirigida al hígado o los conductos biliares aumentan el riesgo de efectos tardíos.
    • Los efectos tardíos que afectan el hígado y los conductos biliares a veces causan ciertos problemas de salud.
    • Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en el hígado o los conductos biliares incluyen dolor abdominal e ictericia.
    • Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en el hígado y los conductos biliares, se utilizan ciertas pruebas y procedimientos.
    • Para los sobrevivientes de cáncer infantil, son importantes los hábitos de salud que promueven un hígado sano.
  • Páncreas
    • La radioterapia aumenta el riesgo de presentar efectos tardíos en el páncreas.
    • Los efectos tardíos que afectan el páncreas a veces causan ciertos problemas de salud.
    • Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en el páncreas incluyen orinar frecuentemente y tener sed.
    • Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en el páncreas, se utilizan ciertas pruebas y procedimientos.


Dientes y mandíbulas

Los problemas en los dientes y las mandíbulas son efectos tardíos que es más probable que se presenten después del tratamiento de ciertos cánceres infantiles.

El tratamiento de los siguientes cánceres infantiles, entre otros, puede causar el efecto tardío de problemas en los dientes y la mandíbula:

La radiación dirigida a la cabeza y ciertos tipos de quimioterapia aumentan el riesgo de efectos tardíos en los dientes y las mandíbulas.

El riesgo de problemas de salud que afectan los dientes y la mandíbula aumenta después del tratamiento con los siguientes procedimientos:
El riesgo también aumenta para los sobrevivientes que tenían menos de 5 años en el momento del tratamiento, porque los dientes permanentes no se habían terminado de formar.

Los efectos tardíos que afectan los dientes y las mandíbulas a veces causan ciertos problemas de salud.

Los efectos tardíos que afectan los dientes y la mandíbula son los siguientes:

Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en los dientes y las mandíbulas incluyen caries dentales (cavidades) y dolor en la mandíbula.

Estos y otros signos y síntomas quizás obedezcan a efectos tardíos en los dientes y las mandíbulas, o a otras afecciones:
  • Dientes pequeños o que no tienen forma normal.
  • Pérdida de dientes permanentes.
  • Dientes permanentes que aparecen después de la edad normal.
  • Dientes que contienen menos esmalte que lo normal.
  • Más caries dentales (cavidades) y enfermedad de las encías de lo normal.
  • Boca seca.
  • Dificultad para masticar, tragar y hablar.
  • Dolor en la mandíbula.
  • Mandíbula que no se abre y cierra correctamente.
Hable con el médico de su niño si presenta cualquiera de estos problemas.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en la boca y las encías, se utilizan ciertas pruebas.

Las siguientes y otras pruebas y procedimientos se utilizan para detectar o diagnosticar los efectos tardíos en los dientes y la mandíbula:
  • Examen dental y antecedentes: examen de los dientes, la boca y la mandíbula para revisar los signos generales de salud dental, incluso revisar si hay signos de enfermedad, como cavidades o cualquier otra cosa que no parezca habitual. También se toman datos sobre los hábitos de salud del paciente, así como los antecedentes de enfermedades y los tratamientos aplicados en cada caso. Este examen también se llama examen dental.
  • Radiografía panorámica: radiografía de todos los dientes y sus raíces. Un rayo X es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra imágenes de áreas internas del cuerpo.
  • Radiografía de la mandíbula: un rayo X es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra imágenes de áreas internas del cuerpo.
  • Tomografía computarizada (TC): procedimiento para el que se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, como la cabeza y el cuello, desde ángulos diferentes. Las imágenes se crean con una computadora conectada a una máquina de rayos X. Este procedimiento también se llama tomografía computada o tomografía axial computarizada (TAC).
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM): procedimiento para el que se usa un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo, como la cabeza y el cuello. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
  • Biopsia: extracción de células óseas de la mandíbula para observarlas al microscopio y verificar si hay signos de muerte ósea después de la radioterapia.
Consulte con el médico de su niño si es necesario someterlo a estas pruebas y procedimientos para determinar si hay signos de efectos tardíos en los dientes y la mandíbula. Si son necesarios, pregunte con qué frecuencia se deben realizar.

La atención dental regular es muy importante para los sobrevivientes de cáncer infantil.

Los médicos recomiendan que los sobrevivientes de cáncer infantil se sometan a revisión, limpieza y tratamiento con fluoruro cada seis meses. Los niños que se sometieron a radioterapia dirigida a la cavidad oral también deben ver a un ortodoncista o un otorrinolaringólogo. Si hay lesiones en la boca, es posible que sea necesaria una biopsia.

Tubo digestivo

Los efectos tardíos en el tubo digestivo es más probable que se presenten después del tratamiento de ciertos cánceres infantiles.

El tratamiento de los cánceres indicados a continuación y de otros cánceres infantiles a veces ocasiona efectos tardíos en el tubo digestivo (esófagoestómagointestino delgadointestino gruesorecto y ano):

La radiación dirigida a la vejiga, la próstata y los testículos, así como ciertos tipos de quimioterapia aumentan el riesgo de efectos tardíos en el tubo digestivo.

El riesgo de problemas de salud que afectan el tubo digestivo aumenta después del tratamiento con los siguientes procedimientos:
  • Radioterapia dirigida al abdomen o áreas cerca del abdomen, como el esófago, la vejiga, la próstata o los testículos puede ocasionar problemas en el tubo digestivo que empiezan rápido y duran poco. Sin embargo, los problemas del tubo digestivo en algunos pacientes se demoran y duran largo tiempo. La causa de estos efectos tardíos es la radioterapia que daña los vasos sanguíneos. La administración de dosis más altas de radioterapia o quimioterapia, como dactinomicina o antraciclinas, junto con la administración de radioterapia a veces aumenta este riesgo.
  • Cirugía abdominal o pélvica, para extirpar la vejiga.
  • Quimioterapia con alquilantes, como procarbazina, ciclofosfamida e ifosfamida, o con sustancias con platino, como cisplatino o carboplatino, o con antraciclinas, como doxorrubicinadaunorrubicinaidarrubicina y epirrubicina.
  • Trasplante de células madre.
Los siguientes factores también aumentan el riesgo de efectos tardíos en el tubo digestivo:

Los efectos tardíos que afectan el tubo digestivo a veces causan ciertos problemas de salud.

Entre los efectos tardíos en el tubo digestivo y los problemas de salud relacionados se incluyen los siguientes:

Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en el tubo digestivo incluyen dolor abdominal y diarrea.

Estos y otros signos y síntomas a veces obedecen a efectos tardíos en el tubo digestivo, o a otras afecciones:
  • Dificultad para tragar o sensación de que los alimentos se atascan en la garganta.
  • Acidez.
  • Fiebre con dolor intenso en el abdomen y náuseas.
  • Dolor en el abdomen.
  • Cambio en los hábitos intestinales (estreñimiento o diarrea).
  • Náuseas y vómitos.
  • Dolores frecuentes ocasionados por gases, distensión abdominal, sensación de saciedad o cólicos.
  • Hemorroides.
  • Reflujo.
Hable con el médico de su niño si presenta cualquiera de estos problemas.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en el tubo digestivo, se utilizan ciertas pruebas y procedimientos.

Para detectar o diagnosticar efectos tardíos en el tubo digestivo, se utilizan las siguientes pruebas y procedimientos:
  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como sensibilidad abdominal o cualquier otra cosa parezca anormal. También se toman datos sobre los hábitos de salud del paciente, los antecedentes de enfermedades y los tratamientos anteriores.
  • Examen digital del recto: examen del recto. El médico o enfermero introducen un dedo cubierto por un guante lubricado en la parte inferior del recto para palpar y detectar si hay masas o cualquier otra cosa que parezca extraña.
  • Estudios bioquímicos de la sangre: pruebas por las que se examina una muestra de sangre para medir la cantidad de ciertas sustancias que los órganos y tejidos liberan en el cuerpo. Una cantidad anormal (mayor o menor que la normal) de una sustancia suele ser un signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la elabora.
  • Radiografía: procedimiento que emplea un rayo X, un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra una imagen de áreas del interior del cuerpo. Es posible que se tome una radiografía del abdomen, el riñón, el uréter o la vejiga para verificar si hay signos de enfermedad.
Consulte con el médico de su niño si es necesario someterlo a estas pruebas y procedimientos para determinar si hay signos de efectos tardíos en el tubo digestivo. Si son necesarios, pregunte con qué frecuencia se deben realizar.

Hígado y conductos biliares

Los efectos tardíos en el hígado y los conductos biliares es más probable que se presenten después del tratamiento de ciertos cánceres infantiles.

El tratamiento de los siguientes cánceres infantiles, entre otros, a veces causa efectos tardíos en el hígado o los conductos biliares:

Ciertos tipos de quimioterapia y radiación dirigida al hígado o los conductos biliares aumentan el riesgo de efectos tardíos.

En los sobrevivientes de cáncer infantil, el riesgo de efectos tardíos en el hígado o los conductos biliares a veces aumenta si fueron tratados con los siguientes procedimientos:
  • Cirugía para extirpar parte del hígado o un trasplante de hígado.
  • Quimioterapia con dosis altas de ciclofosfamida como parte de un trasplante de células madre.
  • Quimioterapia, como con 6-mercaptopurina, 6-tioguanina y metotrexato.
  • Radioterapia dirigida al hígado o los conductos biliares. El riesgo depende de los siguientes aspectos:
    • La dosis de radiación y la cantidad de hígado tratada.
    • La edad en el momento del tratamiento (a menor edad, más alto el riesgo).
    • Si se realizó una cirugía para extirpar una parte del hígado.
    • Si se administró quimioterapia como la doxorrubicina o la dactinomicina junto con radioterapia.
  • Trasplante de células madre (y antecedentes de enfermedad de injerto contra huésped crónica).

Los efectos tardíos que afectan el hígado y los conductos biliares a veces causan ciertos problemas de salud.

Entre los efectos tardíos en el hígado los conductos biliares, y los problemas relacionados con la salud, se incluyen los siguientes:

Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en el hígado o los conductos biliares incluyen dolor abdominal e ictericia.

Estos y otros signos y síntomas quizás obedezcan a efectos tardíos en el hígado y los conductos biliares, o a otras afecciones:
  • Aumento o pérdida de peso.
  • Hinchazón del abdomen.
  • Náuseas y vómitos.
  • Dolor en el abdomen. El dolor se puede presentar cerca de las costillas, a menudo del lado derecho, o luego de una comida rica en grasas.
  • Ictericia (la piel y el blanco de los ojos se tornan amarillos).
  • Heces de color claro.
  • Orina de color oscuro.
  • Muchos gases.
  • Falta de apetito.
  • Sensación de cansancio o debilidad.
Hable con el médico de su niño si presenta cualquiera de estos problemas.
Algunas veces, no se presentan signos o síntomas en el hígado o el conducto biliar por los efectos tardíos y quizás no se necesite tratamiento.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en el hígado y los conductos biliares, se utilizan ciertas pruebas y procedimientos.

Para detectar y diagnosticar efectos tardíos en el hígado y los conductos biliares, se utilizan las siguientes pruebas y procedimiento:
  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. También se toman datos sobre los hábitos de salud, los antecedentes de enfermedades y los tratamientos anteriores.
  • Estudios bioquímicos de la sangre: pruebas por las que se examina una muestra de sangre para medir la cantidad de ciertas sustancias que los órganos y tejidos del cuerpo liberan en la sangre. Una cantidad anormal (mayor o menor que la normal) de una sustancia suele ser un signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la elabora. Por ejemplo, a veces hay una concentración alta de bilirrubina, alanina-aminotransferasa (ALT) y aspartato-aminotransferasa (AST) en el cuerpo si el hígado fue dañado.
  • Concentración de ferritina: procedimiento para el que se examina una muestra de sangre para medir la cantidad de ferritina. La ferritina es una proteína que se une al hierro y lo almacena para que el cuerpo la use. Después de un trasplante de células madre, una concentración alta de ferritina puede ser un signo de enfermedad hepática.
  • Estudios de la sangre para verificar que la sangre se coagula correctamente:procedimiento para el que se examina una muestra de sangre para medir la cantidad de plaquetas en el cuerpo o el tiempo que demora la sangre en coagularse.
  • Ensayo de hepatitis: procedimiento para el que se examina una muestra de sangre para determinar si hay trozos del virus de la hepatitis. La muestra de sangre también se puede usar para medir la cantidad del virus de la hepatitis en la sangre. Todos los pacientes que recibieron una transfusión de sangre antes de 1972 se deberán someter a un examen de detección de hepatitis B. Los pacientes que recibieron una transfusión antes de 1993 se deberán someter a un examen de detección de hepatitis C.
  • Ecografía: procedimiento en el que se hacen rebotar ondas de sonido de alta energía (ultrasónicas) en los tejidos u órganos internos, como la vesícula biliar, para producir ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos corporales que se llama ecograma. La imagen se puede imprimir para observarla más tarde.
  • Biopsia: extracción de células o tejidos del hígado para observarlos al microscopio y verificar si hay signos de hígado graso.
Consulte con el médico de su niño si es necesario someterlo a estas pruebas y procedimientos para determinar si hay signos de efectos tardíos en el hígado o los conductos biliares. Si son necesarios, pregunte con qué frecuencia se deben realizar.

Para los sobrevivientes de cáncer infantil, son importantes los hábitos de salud que promueven un hígado sano.

Los sobrevivientes de cáncer infantil con efectos tardíos en el hígado deberán poner atención en proteger su salud mediante, entre otros, los siguientes comportamientos:
  • Mantener un peso saludable.
  • No beber alcohol.
  • Vacunarse contra los virus de la hepatitis A y la hepatitis B.

Páncreas

La radioterapia aumenta el riesgo de presentar efectos tardíos en el páncreas.

El riesgo de presentar efectos tardíos en el páncreas es posible que aumente en los sobrevivientes de cáncer infantil después del tratamiento con uno de los siguientes procedimientos:
  • Radiación al abdomen.
  • Irradiación corporal total (ICT) como parte de un trasplante de células madre.

Los efectos tardíos que afectan el páncreas a veces causan ciertos problemas de salud.

Los efectos tardíos en el páncreas y los problemas de salud relacionados son los siguientes:
  • Resistencia a la insulina: afección en la que el cuerpo no usa la insulina correctamente. La insulina es necesaria para ayudar a controlar la cantidad de glucosa(tipo de azúcar) en el cuerpo. Dado que la insulina no funciona de forma correcta, se aumentan las concentraciones de glucosa y grasa.
  • Diabetes mellitus: enfermedad en la que el cuerpo no elabora suficiente insulina o no la usa correctamente. Cuando no hay suficiente insulina, aumenta la cantidad de glucosa en la sangre y los riñones producen una gran cantidad de orina.

Los signos y síntomas posibles de efectos tardíos en el páncreas incluyen orinar frecuentemente y tener sed.

Estos y otros signos y síntomas a veces obedecen a efectos tardíos en el páncreas o a otras afecciones:
  • Orinar frecuentemente.
  • Sentir mucha sed.
  • Sentir mucha hambre.
  • Perder peso sin razón conocida.
  • Sentirse muy cansado.
  • Tener infecciones frecuentes, en especial en la piel, las encías o la vejiga.
  • Tener visión borrosa.
  • Tener cortes o moretones que tardan en sanar.
  • Sentir adormecimiento u hormigueo en las manos o los pies.
Hable con el médico de su niño si presenta cualquiera de estos problemas.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar problemas de salud en el páncreas, se utilizan ciertas pruebas y procedimientos.

Para detectar o diagnosticar los efectos tardíos en el páncreas, se utilizan estas y otras pruebas o procedimientos:
  • Prueba de glucohemoglobina (A1C): procedimiento en el que se toma una muestra de sangre y se mide la cantidad de glucosa adherida a los glóbulos rojos. Una cantidad de glucosa adherida a los glóbulos rojos más alta de lo normal quizás sea un signo de diabetes mellitus.
  • Prueba de azúcar en la sangre en ayunas: prueba en la que se examina una muestra de sangre para medir la cantidad de glucosa en la sangre. Esta prueba se hace después de que el paciente no ha comido nada desde la noche anterior. Una cantidad de glucosa en la sangre más alta de lo normal quizás sea un signo de diabetes mellitus.


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