La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC) ha elaborado una encuesta dirigida a los directivos de los Centros de Atención Primaria (CAPs) para saber cómo han vivido los primeros meses de la pandemia por la COVID-19. En la misma han participado 95 CAPs de toda Cataluña, entre el 30 de abril y el 11 de mayo.
Los resultados muestran por un lado que la Atención Primaria ha hecho y está haciendo una tarea de seguimiento y detección de pacientes muy importante, como lo muestra que un 97,9 por ciento de los encuestados diga que ha atendido a un paciente confirmado o sospechoso de COVID-19 en domicilio.
Otra de las principales conclusiones es que todos los profesionales de los CAPs han tenido que asumir nuevos roles ante esta crisis. Así, un 67 por ciento de los médicos y médicas han hecho más visita telefónica, más teleconsulta y e-consulta, o cobertura de dispositivos fuera de los CAPs (por ejemplo, en hospitales de campaña u hoteles hospitales) y más acompañamiento a los pacientes. También las Unidades de Atención al Cliente, los trabajadores sociales y los auxiliares han incorporado nuevas tareas.
Los horarios también se han modificado, incorporando nuevos modelos de trabajo. Así el 79 por ciento de los encuestados dicen que han aplicado un protocolo específico de atención telefónica, y un 80 por ciento ha hecho atención remota en forma de telemedicina, una práctica que tiene muy buena aceptación entre los profesionales (75 por ciento lo valora como satisfactoria y muy satisfactoria).
Respecto a los test sobre seroprevalencia, el 31 por ciento de los Centros no han tenido Test para hacer a los profesionales. Tampoco se ha dispuesto de PCR para los profesionales, sólo un 35 por ciento de los Centros han tenido disponibilidad de los mismos.
Por último, los resultados de esta encuesta revelan que los profesionales ven necesario una reforma de la Atención Primaria tras esta crisis sanitaria. De hecho, el 94,7 por ciento de los participantes cree que la era post COVID-19 es una oportunidad para transformar la atención primaria, confiando en que sirva para normalizar la telemedicina y la relación virtual (un 98 por ciento de los encuestados cree que se debe implementar), acabar con la burocratización (un 46 por ciento está en contra de la gestión de las IT), o para incorporar nuevos profesionales como psicólogos clínicos y fisioterapeutas.