Un total de 902 profesionales de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han participado en la ‘Pregunta SEMI’ del mes de mayo, en la que, entre otros resultados, se ha concluido que el 52 por ciento de internistas participantes se ha enfrentado a conflictos éticos durante la crisis por el COVID-19. Asimismo, el 68,1 por ciento de los participantes en esta encuesta manifiesta haber sentido “impotencia” y el 67,5 por ciento refiere haber tenido episodios de insomnio o haber dormido peor de lo habitual. Casi 6 de cada 10 especialistas, además, reconoce haberse sentido “triste y abatido” (59,2 por ciento).
Cabe recordar que los especialistas en Medicina Interna atienden al 80 por ciento de pacientes COVID-19 no críticos hospitalizados y, desde que comenzó la crisis sanitaria, han liderado la conformación de equipos médicos multidisciplinares, consensuado protocolos diagnósticos y terapéuticos frente al SARS-CoV-2 desde una óptica multisistémica y han desarrollado también su faceta investigadora, con registros clínicos y la publicación de artículos científicos.
De esta forma, el sondeo refleja cómo la situación vivida en los hospitales de sobrecarga y presión asistencial ha afectado directamente al bienestar físico y emocional de los internistas. Esto ha llegado a trastocar aspectos como la alimentación, ya que el 43,3 por ciento de los internistas también reconoce que la situación vivida como consecuencia del COVID19 en los hospitales ha influido directamente en sus hábitos de alimentación.
Por último, desde la SEMI recuerdan que la visión polivalente y global que define a los internistas está siendo determinante y acredita a estos especialistas como los profesionales médicos que están en primera línea frente a la COVID-19, ofreciendo una respuesta transversal e integral a la patología, inicialmente desde un enfoque virológico y ahora, más recientemente, también desde la óptica inmunológica y multisistémica.