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Un estudio de la REIPI explora nuevas líneas terapéuticas basadas en la fosfomicina para combatir las infecciones por Pseudomonas aeruginosa
Redacción
El objetivo del estudio ha sido predecir con qué facilidad podrían aparecer estos patógenos resistentes a las combinaciones de fosfomicina con otros antibióticos utilizados en infecciones pulmonares producidas por esta bacteria
Madrid (9/11-10-10).- Las infecciones pulmonares crónicas causadas por Pseudomonas aeruginosa, en las que los antibióticos fallan a causa de la resistencia generada por esta bacteria, se han convertido en una de las situaciones clínicas más recurrentes. La escasez de nuevos antimicrobianos que hay en la actualidad, ha llevado a considerar otros tratamientos ya conocidos y menos valorados, como la fosfomicina, como una alternativa válida para tratar las infecciones por esta bacteria.
Por ello, un estudio llevado a cabo recientemente por la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI), cuyos resultados se publican en las revistas ‘PLoS One’ y ‘Antimicrobial Agents and Chemotherapy’, han tratado de demostrar la validez del uso de diferentes combinaciones de fosfomicina con otros antibióticos contra este tipo de infecciones pulmonares.
Durante muchos años, la fosfomicina ha sido utilizada eficientemente para tratar infecciones urinarias y gastrointestinales, producidas principalmente por Escherichia coli. “Debido al aumento de las resistencias microbianas a los antibióticos más usados, se ha propuesto que la fosfomicina puede ser un tratamiento alternativo eficaz para otras infecciones causadas por una amplia variedad de bacterias patógenas, como Pseudomonas aeruginosa, aunque el coste biológico ‘in vivo’ de las mutaciones de resistencia a fosfomicina para este patógeno, y por tanto la facilidad de selección de mutantes resistentes, es aún desconocido”, indican los miembros de la REIPI Jesús Blázquez y Alexandro Rodríguez-Rojas, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, y Antonio Oliver, del Hospital Son Dureta de Palma de Mallorca.
Para llevar a cabo esta investigación, los equipos investigadores han trabajado con un modelo de infección pulmonar en ratón, que “ha revelado que la resistencia a fosfomicina no sólo puede emerger fácilmente ‘in vivo’, sino que carece de coste biológico para P. aeruginosa, es decir que no disminuye su capacidad de crecimiento, y no afecta a su virulencia”, explica en ‘PLoS One’.
Se trata de un estudio cuyo objetivo es “predecir con qué facilidad podrían aparecer P. aeruginosa resistentes a las combinaciones de fosfomicina con otros antibióticos utilizados en infecciones pulmonares producidas por esta bacteria”.
El segundo trabajo
El segundo trabajo, publicado en ‘Antimicrobial Agents and Chemotherapy’, completa el estudio sobre las combinaciones de antibióticos con fosfomicina. “Hemos llegado a la conclusión de que, mientras algunas combinaciones (como fosfomicina con tobramicina) hacen improbable la emergencia de resistencia a ambos antibióticos, otras combinaciones (por ejemplo fosfomicina más imipenem) no impiden la aparición de resistentes a ambos antibióticos, particularmente en cepas con altas tasas de mutación”, señalan los doctores Blázquez y Rodríguez-Rojas.
Como conclusión, los dos grupos investigadores deducen que “el uso de fosfomicina para el tratamiento de infecciones pulmonares por P. aeruginosa podría no ser tan prometedor como se había sugerido, al menos en combinación con determinados antibióticos, debido a la elevada frecuencia con que aparecen mutantes resistentes a algunas combinaciones”.
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viernes, 8 de octubre de 2010
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