CN y CO son los gases más frecuentes
Los tóxicos dictan el peligro en un incendio
El tratamiento de los pacientes intoxicados por humo en un incendio debe ser lo más eficaz y precoz posible para reducir la mortalidad, provocada sobre todo por la emisión de cianuro y monóxido de carbono, amén de otras sustancias químicas, más que por traumatismos o quemaduras. Para sentar las bases del manejo clínico, unificar criterios, dar a conocer los protocolos y antídotos a los profesionales, y extender el uso de la hidroxicobalamina, se ha presentado el documento de consenso Docohumo, realizado por varias sociedades científicas.
Isabel Gallardo Ponce - Jueves, 28 de Octubre de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
► Tratamiento de los heridos en un incendio
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El paciente contaminado es lavado con una mezcla de agua y cloro en el lugar del suceso para evitar que contagie a otras personas. Posteriormente se le evacua a un centro hospitalario. (dm)
► El personal sanitario es descontaminado después
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El personal sanitario es, a su vez, descontaminado tras haber estado en contacto con el paciente. (dm)
► Tratamiento de los heridos en un incendio
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El Samur atiende a un herido grave, al que intuba, toma las constantes vitales, realiza una perfusión con líquidos y administra hidroxicobalamina tras constatar que sufre una intoxicación por CN. (DM)
► Equipo de Tedax
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El equipo de Tedax se introduce en el lugar del suceso con un traje de máxima protección de nivel tres, al sospechar que uno de los heridos se ha contaminado con un producto químico. (DM)
Fue en tiempos de Charles de Gaulle cuando científicos franceses -instados por el servicio secreto que temía un atentado con cianuro (CN) contra el presidente-, consiguieron hallar el papel de la hidroxicobalamina como un antídoto. El CN y el monóxido de carbono (CO), son dos de los gases que se liberan con mayor frecuencia durante un incendio. Ambos tienen una vía de actuación muy similar, aunque el CN es más rápido e inhibe numerosos sistemas enzimáticos, que se manifiestan con mayor precocidad e intensidad en el sistema nervioso central y en el aparato cardiovascular. De ahí que sea el mayor causante de fallecimientos en la intoxicación con humos. Así, el uso de la hidroxicobalamina se ha erigido como el antídoto de elección para tratar la intoxicación con CN, consiguiendo tasas de supervivencia de hasta el 67 por ciento en pacientes críticos.
No obstante, la intoxicación por humo es compleja, ya que intervienen más factores, como el material que se quema, la temperatura alcanzada en la combustión, la riqueza en el oxígeno del ambiente y la proximidad al núcleo del fuego. No en vano el 80 por ciento de las muertes que se producen en los incendios se deben a la inhalación de humo y a las quemaduras en la vía aérea, más que a las heridas corporales o al politrauma. Para reducir la mortalidad y sentar las bases del manejo clínico de los pacientes, se ha presentado en Madrid Docohumo, un documento de consenso, desarrollado por la Sociedad Española de Medicina de Emergencias, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc); la Sección de Toxicología Clínica de la Sociedad Española de Toxicología, las Unidades de Toxicología Clínica de hospitales españoles y la Unidad Militar de Emergencias del Ministerio de Defensa.
"Este documento de consenso pauta una reducción de la variabilidad, lo que es un sinónimo de calidad asistencial", comenta Francisco Felices, de Semicyuc, y servirá como una guía clara de las prioridades a seguir en las víctimas intoxicadas por humo, para unificar el manejo y la presencia del antídoto en todos los centros hospitalarios y unidades extrahospitalarias medicalizadas, y como una necesidad vital para los pacientes. Para ilustrar los protocolos, efectivos del Samur, los Bomberos de Madrid, y la Policía Nacional, realizaron un simulacro de incendio y salvamento.
La hidroxicobalamina, de Merck Serono, "es la vitamina B12A que se inyecta por vía intravenosa, y al unirse al CN se convierte en B12. Sirve como antídoto para el CN ingerido en un accidente y liberado en un atentado terrorista. En este último sería incluso más eficaz y habría una supervivencia mayor al ser CN puro, mientras que en la intoxicación con humo se junta con CO y otros tóxicos que producen broncobstrucción y calor que entra en las vías aéreas", dice Antonio Dueñas de la Fundación Española de Toxicología Clínica.
* La hidroxicobalamina, como antídoto para tratar la intoxicación por cianuro grave, logra tasas de supervivencia de hasta el 67 por ciento
Manejo del paciente
Según Ervigio Corral, de Semes y subdirector general del Samur Protección Civil de Madrid, en función de la exposición y el tipo de tóxico inhalado, "el paciente suele comenzar con síntomas respiratorios, seguidos de neurológicos, digestivos y, al final, hemodinámicos, que provocarían una pérdida de conciencia y fallo multisistémico". Así, según la exposición, los factores de riesgo y la clínica, a los pacientes se les divide en cuatro grupos. El primero sería el paciente leve al que se trata con oxigenoterapia in situ y no requiere traslado. El segundo es el herido moderado o leve con riesgo, que ha pasado por una escasa exposición al humo pero tiene factores de riesgo personal o, al contrario, con una gran exposición pero sin factores de riesgo. Suele requerir ser trasladado al hospital en unidades de soporte vital básico y se les debe administrar oxigenoterapia de alto flujo. "El tercer grupo lo forman pacientes graves con una alta probabilidad de exposición al humo, con una clínica neurológica, gastrointestinal y en situación de shock. Para nosotros el paciente más sencillo es el crítico, con una alta probabilidad de exposición, inconscientes, con una clínica muy grave, signos de quemadura inhalatorios e inestabilidad hemodinámica".
En el lugar del suceso, los profesionales de emergencias pueden analizar con cooximetría si el paciente está intoxicado por CO, y si lo está por CN con un análisis de sangre en el que se miden los niveles de lactato. Ante la duda sobre el envenenamiento por CN, Felices recomienda aplicar el antídoto, ya que es casi atóxico. Dueñas explica que sus efectos secundarios son que tiñe la orina de color rojo y la piel del paciente de rosado durante dos o tres días.
Según Felices, cuando el paciente con una intoxicación grave ingresa en la UCI las medidas que se adoptan son: administrar sin demora la hidroxicobalamina si existe sospecha de intoxicación por CN, y no lo ha recibido previamente, intubación ortraqueal y conexión a ventilación mecánica", si tiene una insuficiencia respiratoria aguda grave, así como maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada si se encuentra en parada cardiaca, además de aplicar otros tratamientos sintomáticos y de soporte". También se debe controlar si el antídoto ha sido eficaz y vigilar si mejora el estado neurológico, la estabilidad hemodinámica y si se corrige la acidosis cetónica.
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