La mitad de casos de uveítis tiene origen desconocido
Madrid (25/09/2012) - Redacción
• Dada la dificultad diagnóstica de esta patología, reumatólogos y oftalmólogos configuran el equipo multidisciplinar que orienta el diagnóstico de las uveítis y controla los tratamientos sistémicos que necesitan los pacientes
• La Sociedad Española de Reumatología ha celebrado el I Curso Avanzado de Uveítis y Patología Ocular Inflamatoria en Santander
A pesar de la dificultad diagnóstica de esta patología ocular inflamatoria, en la otra mitad de los casos puede establecerse una causa. Se estima que en una tercera parte de los pacientes la uveítis se produce por alguna enfermedad reumática como pueden ser la artritis idiopática juvenil (AIJ), la espondilitis anquilosante, la artritis asociada a enteropatías, la artritis reactiva, algunas vasculitis sistémicas y la sarcoidosis, entre otras. A juicio del Dr. Blanco, "concretamente, hasta en un 40 por ciento de los pacientes con uveítis es posible identificar una enfermedad sistémica, generalmente reumática y, en los casos restantes, la uveítis se debe a cuadros puramente oftalmológicos".
Según el especialista, "la probabilidad de encontrar una enfermedad sistémica asociada a una uveítis es mayor en uveítis anteriores y panuveítis, mientras que en la mayor parte de las uveítis posteriores, el diagnóstico final se corresponde con cuadros infecciosos y en las uveítis intermedias con cuadros idiopáticos".
Dada la dificultad diagnóstica de esta patología, reumatólogos y oftalmólogos configuran el equipo multidisciplinar que orienta el diagnóstico de las uveítis y controla los tratamientos sistémicos que necesitan los pacientes. En estas unidades multidisciplinares se realiza una exploración del paciente y junto con su historia clínica, los dos especialistas buscan las posibles causas que pueden producir esta inflamación ocular y valoran qué pruebas se deben solicitar. "Una vez diagnosticado, es en general el reumatólogo el experto que instaura el tratamiento sistémico, controla su posología en cada visita y vigila los posibles efectos adversos de la medicación", ha apuntado el doctor.
Por eso, "desde la Sociedad Española de Reumatología consideramos clave la formación continua de ambas especialidades de manera conjunta para que tanto reumatólogos como oftalmólogos puedan aportar sus conocimientos para mejorar en el diagnóstico y abordaje de esta patología", ha expuesto el experto.
El tipo de uveítis que se produzca determina tanto las manifestaciones clínicas a nivel ocular como el pronóstico. Así, la uveítis anterior suele cursar con dolor, enrojecimiento ocular y fotofobia de aparición más o menos brusca; pocas veces existe disminución de la agudeza visual y, si aparece, suele ser leve. Sin embargo, en la uveítis posterior existe disminución de la agudeza visual, visión de 'moscas volantes' y ocasionalmente fotofobia; por el contrario, no suele existir dolor ni enrojecimiento ocular.
En cuanto al pronóstico, en palabras del reumatólogo, "en el caso de las uveítis anteriores este es, por lo general, bueno; mientras que en las uveítis posteriores, intermedias y panuveítis el pronóstico varía según la gravedad de la inflamación y el tipo de enfermedad que ocasione esa uveítis, pudiendo llegar a convertirse en ceguera si no se trata y controla bien desde el principio"
Tanto es así que, a pesar de la relativa baja incidencia de la uveítis (0,1 por ciento, lo que supone 52 casos nuevos por 100.000 habitantes al año), se estima que el 10 por ciento de pérdidas visuales totales se debe a esta enfermedad, según la Sociedad Española de Reumatología. Asimismo, un tercio de los pacientes con uveítis tiene ceguera y la patología supone la tercera causa de ceguera en países desarrollados en pacientes en edad laboral.
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