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Los berrinches diarios no son la norma para los niños en edad preescolar, según un estudio
Menos de 1 de cada 10 tienen un 'ataque' con tanta frecuencia; un hallazgo ayuda a definir en qué momento los padres deben preocuparse
Traducido del inglés: jueves, 30 de agosto, 2012
"Es muy poco común que los niños tengan rabietas a diario", aseguró Lauren Wakschlag, autora líder del estudio, que aparece en la edición en línea del 29 de agosto de la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry.
Saber qué es normal y qué es anómalo en los niños pequeños puede ayudar mucho para identificar con mayor precisión cuáles niños necesitan ayuda profesional y cuales niños simplemente "actúan según su edad", añadió Wakschlag, vicepresidenta de ciencias médicas sociales de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
Aunque hay evidencia creciente de que los problemas de salud mental son identificables y emergen en la niñez temprana, los criterios usados para identificar los problemas clínicos solo se han desarrollado para los adultos o los niños más grandes.
El estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU., es un paso hacia adelante en la identificación de qué es normal y qué es anómalo a nivel de preescolar.
Los investigadores plantearon a los padres de unos 1,500 niños en edad preescolar de 3 a 5 años un total de cinco preguntas sobre la conducta de sus hijos durante el mes anterior.
Según los reportes de los padres, la mayoría de niños encuestados (83.7 por ciento) tenían berrinches de vez en cuando, pero solo 8.6 por ciento tenían rabietas a diario.
La mayoría de rabietas eran temporales, y surgían de forma predecible del cansancio o la frustración. Los berrinches que se materializaban "de la nada" eran menos comunes y más preocupantes, así como los que duraban más de cinco minutos, los que ocurrían con adultos que no eran los padres, o los que involucraban conducta agresiva.
En un comentario sobre el estudio Rahil Briggs, psicóloga infantil del Hospital Pediátrico Montefiore en la ciudad de Nueva York, señaló que "hay ciertas conductas que son más graves y cualitativamente más preocupantes, como la agresividad".
En general, profesionales y padres deben tomar en cuenta la frecuencia, la calidad y la duración al evaluar los berrinches, añadió Briggs.
Un niño de dos años que haga pucheros durante dos minutos al día es menos preocupante que un niño que haga una rabieta una vez a la semana, desorganice toda la casa y le pegue a su hermanita, señaló.
El estudio está limitado por el hecho de que depende de los reportes de los padres sobre la conducta de sus hijos. Los autores apenas comienzan a relacionar esta información con afecciones establecidas de salud mental.
Y solo se preguntó a los padres sobre las conductas observadas en el mes anterior.
"Todavía debemos saber durante cuánto tiempo ha sucedido", apuntó Wakschlag. "A veces nace un nuevo hermano, o hay alguna perturbación importante en la familia, y podríamos ver un aumento en estas conductas".
Y como siempre, toda conducta debe comprenderse en contexto, añadió.
"Simplemente porque un niño pequeño haga una de esas cosas una vez o dos no significa que haya que preocuparse", apuntó Wakschlag. "Intentamos dar una base científica al momento adecuado para preocuparse".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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