Un estudio plantea la posibilidad de perder peso a largo plazo tras la menopausia sin disminuir calorías
(04/09/2012) - E.P.
Para ello se recomienda no dejar de ingerir alimentos hipercalóricos en su totalidad, si se come regularmente verduras y pescado
Así lo publica el Diario de la Academia de Nutrición y Dietética, dónde se explica que es más complicado bajar de peso al disminuir el gasto de energía tras la menopausia. Por ello, exponen que las intervenciones dirigidas a estos comportamientos podrían mejorar los resultados del tratamiento de obesidad.
La investigadora principal, profesora del departamento de Salud y Actividad Física de este centro universitario norteamericano, la doctora Bethany Barone Gibbs, afirma que existen muchos factores que hacen que estas mujeres tengan dificultades para perder peso. En este sentido, señala que no sólo disminuye la motivación, sino que se produce una disminución de la tasa metabólica en reposo.
Además, se produce un aumento del apetito "relacionado con las hormonas" y existen más ganas de comer "cuando se ha perdido algún kilo", indica. Por ello, asevera que es difícil que pierdan peso o que mantengan el que tienen.
Ante esta problemática, los investigadores han propuesto infinidad de dietas basadas en la reducción de la ingesta calórica, pero ninguna ha demostrado específicamente la pérdida de peso. Por ello, Barone Gibbs aconseja que no se eliminen para siempre alimentos como las bebidas azucaras a los postres si se come regularmente verdura y pescado.
Si el objetivo es reducir la carga de la obesidad, la atención debe centrarse en estrategias a largo plazo porque los cambios en los comportamientos alimentarios sólo asociados con la pérdida rápida de peso tienden a ser ineficaces e insostenibles, concluye la experta.
La investigadora principal, profesora del departamento de Salud y Actividad Física de este centro universitario norteamericano, la doctora Bethany Barone Gibbs, afirma que existen muchos factores que hacen que estas mujeres tengan dificultades para perder peso. En este sentido, señala que no sólo disminuye la motivación, sino que se produce una disminución de la tasa metabólica en reposo.
Además, se produce un aumento del apetito "relacionado con las hormonas" y existen más ganas de comer "cuando se ha perdido algún kilo", indica. Por ello, asevera que es difícil que pierdan peso o que mantengan el que tienen.
Ante esta problemática, los investigadores han propuesto infinidad de dietas basadas en la reducción de la ingesta calórica, pero ninguna ha demostrado específicamente la pérdida de peso. Por ello, Barone Gibbs aconseja que no se eliminen para siempre alimentos como las bebidas azucaras a los postres si se come regularmente verdura y pescado.
Si el objetivo es reducir la carga de la obesidad, la atención debe centrarse en estrategias a largo plazo porque los cambios en los comportamientos alimentarios sólo asociados con la pérdida rápida de peso tienden a ser ineficaces e insostenibles, concluye la experta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario