miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un exceso de sal podría dañar la salud de los niños, según un estudio: MedlinePlus

Un exceso de sal podría dañar la salud de los niños, según un estudio: MedlinePlus


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    Un exceso de sal podría dañar la salud de los niños, según un estudio

    Una ingesta alta podría llevar a un aumento en la presión arterial, sobre todo entre los niños con sobrepeso
    Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_129387.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 12/17/2012)
    Traducido del inglés: martes, 18 de septiembre, 2012 HealthDay Logo
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    LUNES, 17 de septiembre (HealthDay News) -- Al igual que la mayoría de adultos de Estados Unidos, muchos niños estadounidenses consumen demasiada sal en la dieta, advierte un estudio reciente.
    E igual que en los adultos, ese sodio adicional podría aumentar sus niveles de presión arterial, sobre todo entre los niños con un peso superior al normal.
    "La ingesta de sodio se asocia de forma positiva con la presión arterial sistólica y el riesgo de prehipertensión e hipertensión en los niños y adolescentes de EE. UU., y esa asociación podría ser potente entre los que tienen sobrepeso o son obesos", escribieron la investigadora Quanhe Yang y colegas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
    La presión arterial sistólica es la cifra superior en una lectura de la presión arterial, y representa la fuerza con que la sangre sale del corazón hacia el resto del cuerpo.
    Sin embargo, no todos están convencidos de que el sodio sea el único factor que aumenta la presión arterial de los niños.
    "Este estudio observó un nutriente aislado. No se enfatizó la calidad de la dieta", planteó la dietista pediátrica Lauren Graf, del Hospital Pediátrico de Montefiore en la ciudad de Nueva York. "Una ingesta alta de sodio podría ser un marcador de que hay otras áreas de la dieta que no son tan sanas, y podría sugerir una ingesta baja de nutrientes que reducen la presión arterial, como el calcio, el magnesio y el potasio".
    Los resultados del estudio aparecen en la edición del 17 de septiembre de la revista Pediatrics.
    Las directrices dietarias más recientes del gobierno recomiendan que la mayoría de estadounidenses no consuman más de 2,300 miligramos de sodio al día, aunque a la mayoría de personas les iría bien con significativamente menos sodio. En general, la cantidad mínima de sodio recomendada para la mayoría de estadounidenses es de 1,500 mg al día, según las directrices.
    Sin embargo, la mayoría de estadounidenses consumen bastante más que el límite recomendado de sodio cada día. Una ingesta alta de sodio y tener sobrepeso o ser obeso son factores conocidos que contribuyen a la hipertensión, según la información de respaldo del estudio.
    El estudio actual incluyó datos de una muestra nacionalmente representativa de niños de EE. UU. de 2003 a 2008. El estudio incluyó a más de 6,200 niños entre los 8 y los 18 años de edad.
    Todos los niños proveyeron información sobre la dieta en las últimas 24 horas cuando entraron al estudio, y 91 por ciento dieron información sobre sus dietas en un segundo día durante una entrevista telefónica.
    Los investigadores hallaron que el niño y adolescente promedio consumían casi 3,400 mg de sodio al día. La ingesta de sodio aumentaba con la edad, y los chicos consumían más que las chicas, en promedio. El consumo de sodio fue más alto entre los blancos no hispanos que en otras razas.
    Los niños de peso normal comían la mayor cantidad de sal, seguidos de los niños obesos y con sobrepeso. La prevalencia de sobrepeso y obesidad del estudio fue de 37 por ciento.
    Los niños y adolescentes con unos niveles más altos de sodio tenían tasas más altas de prehipertensión e hipertensión. El estudio halló que al comparar a los que tenían el consumo más alto de sodio con los que tenían el consumo más bajo, los que consumían la mayor cantidad de sodio tenían el doble de probabilidades de tener una presión arterial elevada. En los niños y adolescentes con sobrepeso y obesos, los que tenían las tasas más altas presentaban 3.5 veces más riesgo de tener prehipertensión o hipertensión.
    A medida que los niveles de sodio aumentaban, los niveles de presión arterial también lo hacían. Por ejemplo, entre los niños con sobrepeso y obesos, el grupo que consumía menos sodio tenía una presión arterial sistólica promedio de 106.2 mm Hg, mientras que el próximo grupo tenía 108.8 mm Hg.
    Cuando los niveles de sodio aumentaron nuevamente, el tercer grupo tenía niveles sistólicos de 109 mm Hg en promedio, mientras que el grupo con el consumo más alto tenía niveles sistólicos promedios de 112.8 mm Hg, según el estudio.
    "Fue interesante que entre los niños de peso normal, la ingesta de sodio no tuvo un impacto tan grande sobre la presión arterial como entre los niños con sobrepeso y obesos", planteó el Dr. Michael Moritz, director clínico de nefrología pediátrica del Hospital Pediátrico de Pittsburgh. "Sabemos que tener sobrepeso predispone a la hipertensión, y el sodio también aumenta el riesgo de hipertensión, pero la pregunta es qué sucede cuando ocurren en relación mutua".
    Moritz dijo que todavía no está claro qué impacto estas elevaciones ligeras de la presión arterial tendrán sobre la salud futura de los niños, si es que tienen alguno.
    Graf apuntó que consumir niveles altos de sodio a largo plazo no es sano para nadie, y aconseja a los padres ser conscientes de la cantidad de sodio en la dieta de sus hijos, pero no enfocarse en ella.
    Graf recomendó evitar las comidas procesadas siempre que sea posible, porque contienen mucho sodio. Una fuente sorprendente de sodio es el pan y los productos de pan, como los bagels. Un bagel grande sencillo puede contener 700 mg de sodio, advirtió Graf.
    Recomendó dar a los niños más frutas y verduras, así como alimentos de grano integral no demasiado procesados. "Mientras más comida fresca compre, menos tendrá que pensar en contar los miligramos de sodio", planteó.
    Aunque el estudio encontró una asociación entre el consumo de sal y una presión arterial más alta en los niños, no demostró que exista una relación causal.

    Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
    FUENTES: Lauren Graf, M.S., R.D., pediatric dietitian, Children's Hospital at Montefiore, New York City; Michael Moritz, clinical director, pediatric nephrology, Children's Hospital of Pittsburgh; Sept. 17, 2012, Pediatrics
    HealthDay
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